Cientos de trabajadores de una de las empresas contratadas para realizar tareas de seguridad en los partidos del Mundial de Sudáfrica se declararon en huelga y realizan movilizaciones de protesta desde el domingo, alegando que se recortó el pago que se les había prometido y que la firma para la que trabajan -Stallion Security- no cumple con las leyes laborales. La policía del país anfitrión ha reprimido a los manifestantes, incluso con gases lacrimógenos y balas de goma, y asumió sus funciones desde el lunes en Ciudad del Cabo, Durban, Johannesburgo y Port Elizabeth. La FIFA y el Comité Organizador no asumen responsabilidades en el asunto y se limitan a afirmar que la seguridad es competencia de la policía local.