-¿Cómo llegaron a su propuesta de sonido actual? ¿Fue algo meditado y conceptual, iniciativa de un integrante algo que se dio naturalmente?

FS -Yo a eso también le busco explicación, porque hay cosas que pensás que se dieron solas y en realidad... Hubo un cambio colectivo gradual, pero en HPLE tiene mucho que ver mi hermano, el Tuca, que compone la base de las canciones, y él dice que lo influyó mucho el leer De las cuevas al Solís, y que eso lo orientó en su búsqueda de vinilos a buscar más cosas de acá. Eso tiene mucho que ver con el cambio estético de la banda, y uno hizo su propia búsqueda. Empezar a dejar un poco de lado el rock e investigar por otros lados, por otros géneros y estilos. Cada uno llegó por su lado a Fela Kuti, a mucho dub y reggae, cosas que en otro tiempo para nosotros eran impensadas.

VB -Igual, yo no sé si hay un cambio tan... en las entrevistas siempre hablan del “cambio” de HPLE y en una banda, obviamente aunque no siempre, hay un cambio de un disco al otro. Pero no sé si lo veo como un cambio muy radical, que no tenga nada que ver con lo que era HPLE y lo que hace ahora. Si escuchás hardcore en algún momento empezás a escuchar rock porque es de donde viene todo, si escuchás rock uruguayo te encontrás con Totem..., una cosa te va llevando a la otra. No salió de la nada.

-Yo también creo que hay una continuidad en sus discos, pero en lo más inmediato es casi una reacción contra ustedes mismos, contra la idea que se tenía de HPLE. Si hace siete años les hubieran dicho que iban a tocar temas parecidos a Totem...

FS -Nosotros mismos nos hubiéramos pegado un tiro para no llegar a esta edad.

VB -Pero hace siete años hacíamos temas de los Heartbreakers o de Love. Y si escuchás a Love, del Da Capo...

-Parece rock uruguayo de antes, la concepción rítmica, la pinta...

VB -El tipo de Love (Arthur Lee) es un yorugua total, parece un guarda de bondi... Pero, claro, somos una banda que tiene muchos años y si vas a los extremos, obviamente no es lo mismo lo que hacíamos en el 98 que lo que hacemos en 2010.

FS -Cuando venís de cierta escuela en cierto punto te cuesta soltarte. Estás muy apegado a algunas estructuras y creo que lo que está pasando es que nos fuimos soltando y animándonos a incorporar de a poco cosas que escuchamos y que antes decíamos “esto lo escucho pero en HPLE no lo meto”. Y en un momento lo que parecía un chiste empieza a venir en serio.

VB -Me parece que es algo que diferencia a las bandas uruguayas de las argentinas, que tienden a ser mucho más de género. Ahí es mucho más difícil; si vos te pusiste la camiseta de que sos “la” banda country, después cambiarte va a resultar imposible. De pronto tenés que separar la banda y hacer otra cosa. Pero HPLE siempre fue bastante versátil, hasta en la época del hardcore. Capaz que para alguien el punk hardcore es todo igual, pero para los que escuchábamos o escuchamos hardcore sabemos que hay veinticinco matices.

-Aunque el hardcore sea tan variado, su público no se caracteriza por ser muy amigo de los cambios, ¿se sienten ahora totalmente despegados de esa escena?

FS -A mí me parece que sigue habiendo cierta gente que nos sigue desde esa época y que mutó con nosotros y adaptó su oído y gusto a lo que hacemos, capaz que porque confía en nosotros de alguna manera. Y otra gente a la que no le gustó mucho.

-También han pasado de ser boicoteados por los sonidistas locales a ganar un Graffiti...

FS -Es verdad; eso es lo que me está sorprendiendo más de Macumba, la aceptación que tuvo en gente que antes no nos podía ver.

-¿Y eso no les preocupa?

FS -A mí, por ahora, no me molesta. En algunos casos me suena..., no digo falso, pero medio raro, porque como dice Víctor, tampoco siento que hayamos cambiado tanto. En algunos casos la gente se te acerca y te habla como si ahora estuviéramos tocando pop o cumbia.

-Yo creo que aunque el disco tiene melodías de voz más repetitivas, más cantadas, no es un disco para nada más pop que los anteriores...

FS -Creo que el tema vocal sí influye mucho. Yo antes gritaba muchísimo, eso es verdad, y eso es una línea que a mucha gente le rechina. Este disco tiene cosas gritadas pero tienen más forma y eso lo hace más comprensible.

VB -No está la queja de “no se entienden las letras”, que es una queja clásica que va desde tu abuela hasta tu compañero de laburo...

FS -Esa frase “no se entienden las letras” es para alguna gente el límite, lo que separa lo que le gusta de lo que no.

-Hablando de las letras, en todas -y ya desde el nombre- hay una cierta orientación al ritual, a lo religioso... ¿Es un interés meramente estético o hay algo más?

FS -Sinceramente creo que es mucho más verdadero que una intención estética. Yo sé que cuando decimos “macumba para ahuyentar los maleficios” puede sonar a historia armada o a chiste, pero para mí la macumba es el proceso de grabación de este disco. El proceso de irlo a grabar a Sondor y que concluye cuando fuimos a sacarnos la foto de la tapa al rancho de Víctor. Y al cerrar fue cuando nació la macumba, el disco. Fue algo muy sentido y muy sincero para todos nosotros, y creo que cada uno de la banda depositó en este disco, a su manera, diferentes creencias y expectativas que son reales y honestas. Si no fuera así, no me gustaría tocar con ellos, son seis personas con las que somos como hermanos y que todos apuntamos hacia el mismo lado no sólo en la música sino en la vida.

-Siempre fueron una banda en la que lo ideológico fue muy importante...

FS -Creo que con los años lo filosófico hace en la banda el mismo camino que la música, que la estética. Un camino paralelo en el que las ideas que eran más simples y frontales también hacen un viaje del cual Macumba es una primera exposición, de algo nuevo que estamos tratando de expresar. En Macumba hay mucho de lo que queremos decir sobre los sucesos de la vida en general; estamos hablando de vida, muerte, amor y de la ciudad en la que vivimos.

-Y están en una edad en la que se empiezan a ver más allá del personaje rockero.

FS -Ni que hablar, y cada uno está en una etapa diferente de la vida profesional y de cosas que antes no estaba. En otra época capaz que estábamos 100% dedicados a HPLE y hoy tenemos que ver quiénes somos.