La última

La primera gramática académica del español, Gramática de la lengua castellana, se publicó en 1771 y la última se había editado en 1931. Entre ellas, hubo alrededor de 30 ediciones del texto, casi sin modificaciones esenciales. Después de 1931, hubo dos intentos de editar una nueva gramática académica: el primero dio como resultado el Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, elaborado por Salvador Fernández y Samuel Gili Gaya, de la Comisión de Gramática de la Real Academia Española (RAE), y publicado en 1973; como su nombre lo indica, pretendía ser un avance de un trabajo que no llegó a elaborarse. El segundo intento fue realizado por Emilio Alarcos Llorach en 1994, pero el texto no satisfizo a la RAE, y se presentó como una gramática de autor. La Nueva gramática de la lengua española, publicada en 2009, es el resultado de once años de trabajo.

En los últimos años, diversas publicaciones académicas, como el Diccionario panhispánico de dudas (2005) y el Diccionario de americanismos (2010), ilustran la tendencia hacia una “política lingüística panhispánica”. Esta política se basa en la consideración de que todos los usos de las diferentes regiones de hispanohablantes son igualmente legítimos, “con la única condición de que estén generalizados entre los hablantes cultos de su área y no supongan una ruptura del sistema en su conjunto, esto es, que ponga en peligro su unidad”, según se lee en la sección “La política lingüística panhispánica”, de la página web de la Real Academia Española (RAE; www.rae.es).

Este cambio en la política académica determina la apertura hacia el español no peninsular, postura necesaria, después de todo, si se tiene en cuenta que 90% de los hablantes de español vive en América. El mismo espíritu presenta la Gramática, elaborada bajo la dirección de Ignacio Bosque y de forma conjunta por las 22 academias que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española, entre las cuales están la RAE y la Academia Nacional de Letras de Uruguay.

Hacia allí va también la Nueva gramática de la lengua española, en cuyo Dossier se afirma: “Esta obra constituye la primera descripción gramatical en la que se atiende tanto al español que compartimos todos los hispanohablantes como al que nos diferencia”. La voluntad de considerar los usos regionales supone lograr un equilibrio entre el aspecto normativo de la publicación y su aspecto descriptivo: la Gramática no deja de aconsejar determinados usos y desaconsejar otros, pero todos son incluidos en el análisis.

El carácter descriptivo de la obra puede resultar incómodo o insatisfactorio para el hablante que busca en este tipo de publicaciones una orientación tajante, sea autorización o veto, respecto de la forma gramatical que debe adoptar su comunicación verbal. Si bien la Academia es una institución de tradición normativa, los estudios del último tercio del siglo XX han cambiado la forma como se manifiesta el carácter normativo, considerando siempre el marco respecto del cual las construcciones, elementos léxicos o de pronunciación son correctos o incorrectos. Este aspecto descriptivo supone el reconocimiento de estructuras presentes en el español de España y en el español de fuera de la Península, lo que constituye un aspecto enriquecedor para el hablante.

De todas partes

La política lingüística panhispánica de la Asociación de Academias de la Lengua Española exige la contemplación de los usos regionales en la Gramática. Para esto fue fundamental el papel de las 22 academias que conforman la asociación. En 1998, en el XI Congreso de la Asociación de Academias en México, se encomendó a la RAE la redacción de la Gramática, pero debía ser una redacción consensuada con las demás academias. Así, en tanto que antes la norma culta era la del español peninsular, ahora se incluye la norma culta de las diversas regiones.

En el año 2000, Uruguay le cedió a Guillermo Rojo, académico español, un gran corpus oral formado por desgrabaciones que habían sido realizadas para diversas investigaciones. Otros países también hicieron lo mismo, de forma tal que para la elaboración de la Gramática se dispuso de gran cantidad de material para estudiar las realizaciones orales del español en las diferentes regiones.

La Gramática fue redactada por el español Ignacio Bosque, en colaboración con ocho grupos formados por varios consultores de España y América. Las ocho áreas lingüísticas en las que se dividió la comunidad de hispanohablantes son Chile, Río de la Plata (Argentina, Uruguay, Paraguay), área andina (Bolivia, Perú, Ecuador), Caribe continental (Colombia y Venezuela), México y Centroamérica (México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá), Antillas (Cuba, Puerto Rico y República Dominicana), Estados Unidos, Filipinas y España. Los capítulos elaborados por ellos fueron enviados a las academias de los distintos países, que los leían, respondían preguntas específicas y enviaban sugerencias y comentarios.

Carmen Lepre, colaboradora para la Gramática por la Academia Nacional de Letras, afirma que el criterio panhispánico estuvo presente desde el principio también en la forma de trabajo, dado el papel fundamental que tuvieron todas las academias en la elaboración de la Gramática. Lepre comentó que, incluso, entre el primer borrador y la versión definitiva de cada capítulo, se enviaba a las academias una copia intermedia, en tres columnas, que contenía la versión primera, las observaciones de cada una de las academias hechas a esa versión, y la respuesta del ponente, Bosque, a esos comentarios. La copia de este material enviada a Uruguay, de incalculable valor y que pone de manifiesto las características del proyecto académico, está en manos de la Academia Nacional de Letras.

Tres versiones

La edición extensa de la Nueva gramática de la lengua española cuenta con casi 4.000 páginas presentadas en dos tomos: Morfología / Sintaxis I y Sintaxis II. Se espera para este año la edición de un tomo de fonética y fonología, que se publicará con un DVD para ilustrar la pronunciación del español en las diferentes zonas. Además de esta versión de la Gramática, se publicó una edición más reducida, de 750 páginas, llamada “Manual”, dirigida a profesores, estudiantes e “hispanohablantes de nivel culto medio”, según se lee en la página web de la RAE, y para fines de 2010 está prevista la publicación de una edición llamada “Gramática básica”, de 250 páginas, para el público en general.

En cuanto a las fuentes documentales en las que se basaron las academias para realizar la Gramática, Marisa Malcuori, quien integra la Comisión de Gramática de la Academia Nacional de Letras, destacó, también en este aspecto, la representatividad que tuvieron las academias. Del total de fuentes periodísticas consultadas, por ejemplo, 75% corresponde a publicaciones americanas.

Tanto Malcuori como Lepre se manifestaron muy satisfechas respecto de la recepción que la RAE mostró ante las observaciones de la Academia Nacional de Letras, ya que fueron recogidas en la Gramática. Un ejemplo es el fenómeno del voseo, cuya complejidad es trabajada en la publicación académica. Este fenómeno no es exclusivo del Río de la Plata, pero esta zona es la única en la que el voseo forma parte de la variedad estándar del español. Estas observaciones se recogen en la Gramática, e incluso se menciona que en algunas zonas de Uruguay, como Maldonado, Rocha y Canelones, se usa el tuteo, a pesar de que la mayoría del país es voseante. Actualmente, la versión online del Diccionario de la lengua española registra, en el paradigma de la conjugación verbal, las formas “vos” y “ustedes” para la segunda persona del singular y del plural, respectivamente, inclusión que pone de manifiesto la intención de la academia española de contemplar variedades no peninsulares. Vale recordar, respecto a las voces uruguayas incluidas en la Gramática, que el diccionario del español de Uruguay ya está elaborado y, actualmente, se encuentra en proceso de corrección. Su antecedente, 1.000 palabras del español del Uruguay, data de 2003.

Universo diverso

La mayor novedad de esta Gramática es el respeto por las variedades lingüísticas. A su vez, un aspecto de gran importancia es la contemplación de distintas posiciones teóricas, más allá de la elección de un punto de vista, más desarrollado, en base a ciertos argumentos, siempre explicitados. Para los docentes de español, la versión extensa de la Gramática es una obra de referencia indispensable, ya que en ella se exponen muchas posiciones teóricas y se recogen los estudios actuales.

Además, gran parte del corpus de ejemplos que maneja la Gramática pertenece a obras literarias y periódicos. Eso supone una novedad respecto a ediciones anteriores, dado que generalmente los ejemplos que manejan los gramáticos son ideados por ellos. Al respecto, Malcuori señaló que los autores de cuyas obras se extrajeron ejemplos no son tomados como autoridad sino como testigos de los fenómenos lingüísticos analizados. La utilización de un corpus tan extenso, además, supone un importante cambio instrumental, que fue posible gracias a la informatización de las bases de datos.

Malcuori destacó el hecho de que el español tiene 400 millones de hablantes, lo que la convierte en la lengua con mayor cantidad de hablantes nativos después del mandarín: “Esto constituye un capital cultural y un capital político del cual no debemos olvidarnos”.