Al pepe
En la presentación de Ribeiro se esperaba la participación del ministro de Economía, Fernando Lorenzo, pero no se hizo presente, según lo que informó el subsecretario Pedro Buonomo, porque el presidente José Mujica lo había llamado para una reunión ayer de mañana. En su lugar, el dos de Economía valoró que, con la inclusión de Ribeiro en el BCU “el país encara una asignatura pendiente, que es darle participación a la oposición” en la gestión del Estado.
Ayer, cuando casi toda la sociedad uruguaya estaba más pendiente de lo que sucedía en Sudáfrica que dentro de Uruguay, se presentó formalmente al directorio del BCU, que como cara nueva tiene sólo a Ribeiro, del sector Alianza Nacional y asesor económico de su líder, Jorge Larrañaga, en el marco de los acuerdos alcanzados entre el gobierno y la oposición.
La cita estaba marcada para las 11.00 y en el anfiteatro del BCU había unanimidad en cuanto al tema de las conversaciones: el partido que tres horas y media más tarde disputarían la celeste y la naranja. Incluso en los discursos de presentación el tema fue permanentemente reiterado. “Estamos festejando la integración de este nuevo directorio y esperemos que los festejos continúen después de las 15.30”, expresó Bergara.
El más gráfico fue el vicepresidente del BCU, Jorge Gamarra, quien a su turno realizó una comparación del país en los planos económico y deportivo, asegurando que a nivel internacional Uruguay representa “el ratón que ruge”. En ese sentido apuntó que, en “la semifinal económica”, Uruguay tuvo en 2009 un crecimiento de 2,9% de su Producto Interno Bruto (PIB), mientras que Holanda deterioró el suyo en -4,5%, Alemania el propio en -5% y España en -3,7%. El desempleo en Uruguay se ubicó en 7,7%, en Alemania fue de 8,3% y en España marcó 20%. “Holanda nos gana con 4% pero seguramente le hayan dado una mano los de la FIFA”, bromeó Gamarra. El déficit fiscal de Uruguay fue de 2,1% del PIB, el de Alemania llegó a 3,3%, el de Holanda a 5,3% y el de España a 11,2%.
Con ese telón de fondo, Bergara recordó que al asumir funciones en el organismo hace “algo más de un año y medio, el país estaba en un momento muy especial”, ya que sólo un mes antes “había explotado la crisis internacional” y “se habían aprobado modificaciones en la Carta Orgánica del BCU”. El énfasis de su gestión se centró entonces en “reducir los impactos de la crisis y reordenar institucionalmente al BCU”, objetivos que a su entender se cumplieron.
No obstante, persisten desafíos en el sentido de consolidar los equilibrios macroeconómicos que sustenten el desarrollo social. “El BCU tiene funciones primordiales que hacen a la estabilidad de precios del sistema financiero a través de la regulación y la supervisión, y al control para el sano funcionamiento del sistema de pagos; eso es un soporte para todo tipo de políticas sociales”, puntualizó Bergara.
Faltó sin aviso
Sobre los cambios en la política monetaria, anunciados recientemente por el equipo económico, en cuyo marco creció la participación del Ministerio de Economía en el mercado cambiario, Ribeiro prácticamente no hizo mención, y se limitó a decir que lo importante es la estabilidad en todos los órdenes. Bergara indicó luego a los periodistas que desde el BCU se observa “con normalidad” el funcionamiento del mercado cambiario y aseguró “que el Estado va a seguir participando con los mismos criterios que tenía: tratando de mitigar y reducir la volatilidad del tipo de cambio y de que el sano proceso de desdolarización no genere desequilibrios en el corto plazo”. “Después de unos primeros días en los que hubo compras importantes por parte del Estado, en los últimos días, en general, ha fluctuado con las compraventas naturales del mercado, con menor participación”, detalló.
Aseguró que esas definiciones se aplican sobre una plataforma “nueva” que implica la participación de la oposición en el directorio “por primera vez desde 1967”, año de fundación del organismo, dado que antes “siempre fueron miembros del gobierno o de coaliciones de partidos”. “Esto sólo le puede hacer bien al BCU: estamos seguros de que va a contribuir y ayudar a hacer mejores políticas y un mejor BCU”, concluyó.
Todo bajo control
Ribeiro valoró el de ayer como un día muy especial, no sólo por su estreno como jerarca ni por el partido de Uruguay, sino por el cumpleaños de su hijo Ignacio, quien junto con sus hermanas Victoria y Belén lo acompañaron en su presentación. Tras agradecer a su partido y particularmente a Larrañaga, sostuvo que su llegada a la institución pretende “controlar al gobierno y colaborar con el país”.
En particular, se refirió a la importancia de la política fiscal, “la que no puede verse aislada de la política monetaria”. “Con respeto, nuestras diferencias han sido principalmente focalizadas en la política fiscal, en el exceso de gasto público que, a nuestro juicio, ha tenido el gobierno anterior”, criticó Ribeiro frente a invitados y periodistas, añadiendo que 2010 es “un año de Presupuesto y una instancia para trabajar y llegar a cifras equilibradas, según las posibilidades del país”. Y amplió la explicación sobre lo que viene: “Enfocar nuestro trabajo en la estabilidad de precios, la política monetaria, en lo que significa el proceso de bancarización que piensa llevar adelante el Banco y que esperamos poder apoyar”. Y agregó que si bien su filiación corresponde al Partido Nacional, considerando que la oposición sólo cuenta con un lugar en el directorio, los partidos Colorado e Independiente “van a tener un colaborador en cuanto pueda”. “Mi función es representar a la oposición toda y trabajar por el país, controlar al gobierno, colaborar desde una posición plural y con diálogo, en una de las áreas más sensibles de la administración pública, que es la política económica”, aseguró Ribeiro.