Tan cercano y tan lejano

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio fueron acordados en una asamblea de las Naciones Unidas en el año 2000, y fueron asumidos por alrededor de 180 países. Las metas fueron pactadas con miras a ser alcanzadas en 2015. Ya transcurrieron dos tercios de ese plazo y la concreción se demora. Los objetivos son: erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de la mujer; mejorar la salud materna; combatir el VIH-Sida, la malaria y otras enfermedades (una meta es lograr en el corriente año “el acceso universal al tratamiento del VIH-Sida de todas las personas que lo necesiten); garantizar la sustentabilidad del medio ambiente (haber reducido y haber ralentizado considerablemente la pérdida de la diversidad biológica en 2010); fomentar una alianza nacional para el desarrollo.

Ayer de mañana se desarrolló la apertura del Parlamento Juvenil en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. Los protagonistas fueron jóvenes integrantes de las delegaciones de Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Costa de Marfil, Ghana, España, Luxemburgo, México, Paraguay, Suecia y Uruguay.

El parlamento es financiado en un 80% por la Unión Europea y el 20% restante es aporte del Instituto Goethe, que lo organiza en conjunto con la iniciativa PASCH, “Escuelas: socios para el futuro”, que es un programa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania para el resto del mundo.

Alexander Kruckenfellner, director académico del Instituto Goethe y director del proyecto Parlamento Juvenil, explicó a la diaria que la idea inicial era “organizar un parlamento juvenil entre América Latina y Europa, pero vimos que todavía no hay una conexión o cooperación juvenil entre América Latina y África”. Se apuesta a la coordinación entre países del mundo subdesarrollado. Kruckenfellner aclaró que si bien los parlamentos juveniles existen desde hace mucho tiempo “éste es el primero que hace una conexión entre tres continentes”.

El plan de los organizadores es repetir este parlamento cada dos años, renovando sus integrantes. El director del Instituto Goethe dijo que están pensado organizar el próximo en el continente africano y la idea es que se sumen otros países que estén interesados.

El fuerte del trabajo del parlamento se da en el plazo de una semana. Hoy, mañana y el jueves los jóvenes convocados formarán ocho grupos en torno a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, para “desarrollar soluciones y presentarlas el viernes a las 9.00 en el Paraninfo de la Universidad. Es una semana de mucho trabajo, de discusiones, de negociaciones”, dijo Kruckenfellner. Cada grupo contará con el apoyo de un experto en la temática, el que “va a elaborar una pregunta junto con los jóvenes y sobre esa interrogante van a escribir una resolución”, dijo el encargado del proyecto. Además, habrá expertos del Ministerio de Desarrollo Social, del Instituto Kolping y especialistas extranjeros. Los resultados también se difundirán a través de la página web del Instituto y en un blog del proyecto. Asimismo, las conclusiones serán enviadas a la Unión Europea, a instituciones juveniles de los países participantes y a la Organización de las Naciones Unidas, promotora de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Previo a las presentaciones hicieron uso de la palabra Ivonne Passada, representante de la Cámara de Diputados, Roberto Steinlechner, de la delegación de la Unión Europea, Karl-Otto König, embajador de Alemania en Uruguay, Virginia Varela, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), y Aurora Díaz Rato, embajadora de España en nuestro país. Todos realizaron buenos augurios para el trabajo que puedan llegar a hacer los jóvenes, hubo consenso en que los ámbitos políticos están generalmente reservados para adultos y dieron, de algún modo, la bienvenida a los aportes como producto de “una mirada diferente”.

Varias voces

Cada delegación realizó una ponencia de diez minutos; la consigna era presentar su país: ubicación, población, idioma, principales ciudades, economía, sistema político, características generales. Muchas delegaciones complementaron la presentación con manifestaciones artísticas, expresándose a través del cuerpo, de manera fresca y dinámica. Los suecos, por ejemplo, representaron un juego típico de su país, en el que se hace una ronda y giran alrededor de una persona, las delegadas de Costa de Marfil organizaron un baile con canto e instrumentos, los españoles presentaron música acompañada por voz y guitarras españolas, mientras que los representantes de Luxemburgo cantaron canciones, pasando con facilidad del discurso al canto. Los participantes argentinos bailaron tango, los brasileños entonaron bossa nova, los mexicanos recitaron un poema en náhuatl que luego tradujeron a varios idiomas y los paraguayos usaron vestidos típicos y cantaron en guaraní, rescatando, así, las lenguas autóctonas. Los uruguayos presentaron un video en el que ilustraron con imágenes las expresiones características del país.

La gran mayoría se las ingenió para intercalar idiomas, porque la presentación no tenía traductor. Se mencionaban palabras en inglés, francés, español, alemán, sueco, portugués y en lenguas africanas. Pero la intención era principalmente apuntar a la multiplicidad de lenguas. Kruckenfellner explicó que “ésta es una gran diferencia respecto a otras formas de parlamento juvenil porque no tenemos un idioma oficial. Queremos generar un lugar para culturas e idiomas distintos, los grupos van a decidir en qué idioma van a trabajar. Para la asamblea de clausura del viernes, como no podemos discutir en cinco idiomas, dijimos que tiene que ser en inglés o en español, pero en la semana todos los idiomas pueden ser utilizados”.

Los representantes son estudiantes de enseñanza media que tienen entre 16 y 18 años. En el caso de Uruguay, fueron electos en base a los liceos que forman parte de la iniciativa “Escuela: socios para el futuro”. Hay alumnos del liceo de Nueva Helvecia, del Colegio Alemán, del Instituto Kolping, del Colegio Italiano y jóvenes del Instituto Nacional de la Juventud (Inju). Nuestro país es el que tiene más representantes: son veinte, mientras que el resto tiene entre cuatro y cinco. Respecto a la selección de los uruguayos, Kruckenfellner señaló que “cada institución lo manejó de forma distinta. Hicimos algunas presimulaciones, los profesores estaban observando a los jóvenes y llamaron a aquellos que estaban más interesados”. Agregó que si bien en esta semana hay sólo cien jóvenes, en el proyecto participan alrededor de 4.000, procedentes de los tres continentes.

La convocatoria fue realizada entre febrero y marzo de este año. Victoria García, alumna de cuarto año del liceo de Nueva Helvecia, contó a la diaria que inicialmente había cuarenta alumnos de su liceo interesados en participar. En ese caso, se hizo una selección de cinco estudiantes en base a la tarea realizada en una jornada en la que los pares de Montevideo concurrieron a Nueva Helvecia para trabajar en torno a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y para realizar una presimulación de la presentación ofrecida ayer.

El eslogan del parlamento juvenil es: “No Excuse 2015”, en relación al cumplimiento de las metas del milenio (ver recuadro). Se apuesta a que los jóvenes aporten al tema. Consultada sobre lo que espera de los talleres de trabajo, García comentó: “Tengo muchas expectativas; para mí es una experiencia única porque es difícil que se pueda dar algo así en un liceo público como el de Nueva Helvecia y estoy muy orgullosa porque se me dio la oportunidad de poder expresar mi opinión acerca de las expectativas que tenemos de éstos cinco años, y es bueno que las personas grandes quieran conocer las miradas de los jóvenes. Para mí es importante porque los jóvenes a veces tenemos miradas diferentes y la verdad es que estoy orgullosa de poder estar acá”.