La mala educación

Consultado en torno al problema del declive educativo, Lorenzo realizó una consideración sobre los abordajes del debate: “Reducir el problema a asignaciones de recursos puede ser un argumento válido cuando se habla de infraestructuras: la conversión de diez millones de dólares en carreteras es clara; pero con procesos de formación y educación hay que trasladar los problemas de los recursos hacia las capacidades que se generan y los servicios que se prestan con esos recursos”. En ese sentido, señaló: “Vamos a tener que estar vinculando los recursos a la forma en la que se organizan y se gestionan los procesos formativos”. Añadió que “el centro de los problemas” educativos se encuentra particularmente en la enseñanza secundaria.

Como casi todo en estos días el fútbol es la cita casi obligada, más aun si se trata de un evento organizado por españoles. Lorenzo no fue ajeno al tema de moda y comenzó parafraseando al maestro Óscar Tabárez al subrayar que “el camino es la recompensa”, una cita “con enorme contenido”, según interpretó, ya que evaluar sólo los resultados muchas veces “termina por esconder falencias” en las políticas que se implementan.

Su exposición estuvo centrada en la inversión como motor del crecimiento productivo del país, factor que históricamente fue débil “incluso en la comparación con América Latina, que no es justamente un manojo de virtudes” en captación de recursos genuinos.

Es que “las inversiones en sí mismas son una expresión de confianza y forjadoras de confianza”, porque “se arriesga hoy con la expectativa de obtener mayores beneficios en un futuro”. En ese orden, Lorenzo reflexionó: “Si entendemos que el crecimiento, la inversión y el marco deben ser lo fundamental, ya tenemos la agenda que debemos llevar adelante [...], y es una agenda densa para los sectores público y privado”. Fundamentó que la estabilidad macroeconómica y las transformaciones en el sistema financiero son aspectos relevantes para aumentar los niveles de inversión, porque generan “las condiciones mínimas” de estabilidad, pero apuntó que “no son los únicos”.

Al respecto, sostuvo que en la administración de Tabaré Vázquez “se adoptó un enfoque diferente, multicausal”, que permitió a Uruguay mejorar el nivel de inversión recibida, aunque valoró la importancia de continuar perfeccionando las herramientas existentes.

Malo, malo eres

Los acuerdos para evitar la doble tributación que viene firmando Uruguay para salir de la “lista gris” de paraísos fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también estuvieron presentes en la disertación. En torno al punto, Lorenzo defendió que Uruguay tiene “un estatus de cooperación” y valoró que “el país ha realizado avances notables, constatándose progresos muy importantes en las normativas”. “Estamos convencidos de que la cooperación internacional en materia tributaria va a seguir extendiéndose, y los convenios son una forma de consolidarla. Lo que no tiene que hacer el país es seguir de atrás estos procesos”, sugirió. No obstante, aclaró: “No nos gusta que a un club de países radicados en la OCDE se le ocurra fijarnos los estándares de lo que debemos hacer y lo que no. Nos sentimos verdaderamente maltratados con estas actitudes injustificadas, con repercusiones sobre nuestra sociedad, sobre nuestra economía y sobre los procesos políticos del país que realmente a veces sorprenden”. Y prosiguió advirtiendo: “No estamos corriendo atrás de ningún organismo, que además es un club del que no somos parte pero nos dice las reglas de membresía. No nos gusta”. En la ronda de consultas del público, un asistente criticó el relacionamiento oficial con Argentina, asegurando que durante gobiernos anteriores “se obtenían mejores resultados”, y golpeó particularmente a la Dirección Nacional de Aduanas, que es “tierra de nadie”. Lorenzo contestó que este organismo estatal se encuentra inmerso en un proceso “de modernización y cambio” y que su nuevo titular, Enrique Canon, “inicia funciones y tiene todo nuestro apoyo para continuar ese proceso”. “Decir que no ha pasado nada creo que es injusto”, sentenció. Una opinión similar mostró Lorenzo sobre las relaciones internacionales del país, interpretando que “no son cosas de uno solo” sino que dependen de intereses encontrados. “Sería muy injusto dudar acerca de la eficacia que han tenido los primeros movimientos que se han realizado en el relacionamiento con Argentina”, destacó respecto del relacionamiento bilateral asumido por el presidente, José Mujica.

En particular destacó la política de promoción de inversiones y devolvió las críticas al oficialismo por un presunto “cambio en las reglas de juego” de su parte al establecer modificaciones en el régimen: “Si tomáramos al pie de la letra que el cambio de las reglas de juego es malo, estaríamos diciendo simplemente ‘consolidemos el statu quo’”. Contrariamente, opinó que “el marco normativo debe ser vivo, en constante mejoramiento y perfeccionamiento”, y no lo atribuyó a caprichos. “Uno siempre tiene que interpelarse respecto a si lo que se está haciendo es suficiente y es eficiente”, recomendó.

Primero lo primero

Uno de los puntos en los que Lorenzo hizo hincapié fue en la necesidad nacional de disponer de una buena infraestructura, principalmente en energía y comunicaciones, para atraer inversores al país. Si bien subrayó que Uruguay registró “un proceso de crecimiento” en la materia, tiene al mismo tiempo “relevantes temas pendientes”.

Para alcanzar estos objetivos el gobierno prevé utilizar dos pilares: por un lado, se “consolidará y mantendrá” en términos reales la inversión pública durante 2010, una inversión que fue “parte de la respuesta del gobierno para mitigar la crisis internacional” pero que “también estuvo bien orientada”; por otro, se apuntará a “conjuntar esfuerzos adicionales que no estamos dispuestos a hacer caer sobre el presupuesto público”, por lo que se fomentará las asociaciones público-privadas, para lo cual se está diseñando un nuevo marco normativo. “Nos proponemos innovar, generar marcos específicos de apoyo y de nuevas normativas, para alentar y perfeccionar la acción de la iniciativa privada en la generación de infraestructura”, adelantó el jerarca, añadiendo que estos proyectos deberán estar “asentados sobre una base muy sólida de calidad, bien diseñados y estructurados”.

Esta situación genera una paradoja según Lorenzo, ya que si bien las obras “son necesarias para traer inversiones, además son inversiones” en sí mismas. Consultado acerca del deterioro de las carreteras del país, respondió que durante la administración Vázquez se procuró mejorar la red primaria de rutas nacionales y que la meta se cumplió en buena forma. Durante la administración Mujica se “mantendrá la red primaria” y se buscará mejorar la secundaria y la terciaria, para cuyo financiamiento se utilizarán partidas presupuestales y, “en la medida en que la ruta lo permita, se pueden utilizar peajes”.

Detalló que “son pocas rutas las que pueden financiar su mantenimiento con peajes normales”, por lo cual, seguramente, deberá establecerse “un subsidio público”. Atajándose ante probables críticas a este anuncio, Lorenzo sostuvo que desde el sector privado debe comprenderse que “este subsidio se enfoca en una parte importante de las infraestructuras que los pobres de este país no usan”. “Es un gasto que debe ser muy valorado por parte de los actores de la producción, que saben que esos recursos podrían ser necesarios para atender necesidades sociales”, puntualizó.

Asimismo, hizo mención a la “rehabilitación y puesta en marcha” del sistema ferroviario nacional, lo que permitirá alivianar parcialmente la carga que soportan las rutas nacionales, así como de la infraestructura portuaria. “En estos medios es donde nos jugamos conseguir mejores condiciones competitivas”, concluyó.