Creciendo en salud

India es todavía un mercado reducido para Uruguay, no figurando en la nómina de los 15 principales destinos de exportación que agrupa Uruguay XXI, aunque su relevancia aumentó en la última década. Durante 2009 las ventas hacia India sumaron un valor de 10 millones de dólares, mientras que en 2007 y 2008 marcaron ocho millones en cada año. Más significativas son las importaciones desde India, que en 2009 totalizaron 47 millones de dólares, lo cual, no obstante, señala una fuerte reducción respecto de los niveles de 2008 (74 millones) y una levemente inferior contra los de 2007 (49 millones de la divisa verde).

En los últimos años India se convirtió en una de las economías que han experimentado una mayor tasa de crecimiento económico a nivel mundial y se posiciona como uno de los motores de la recuperación global. Su desarrollo se explica por una fuerte expansión del sector de servicios, principalmente en telecomunicaciones y tecnologías de la información, así como de las industrias automotriz, farmacéutica y textil. Asimismo, esa nación del sur de Asia continúa experimentando un rápido desarrollo de su mercado, lo cual, junto a su estratégica localización geográfica, su mano de obra de relativo bajo costo y calificada y sus recursos naturales la ha convertido en un dinámico centro receptor de inversiones extranjeras directas.

Servicios es el sector que hace un mayor aporte al Producto Interno Bruto (PIB) de India: 62,6%, seguido por el de industria (20%) y el de agricultura (17,5%), aunque este último es el que ocupa mayor mano de obra (52%).

De acuerdo a un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), India podría convertirse en un mercado de rápido crecimiento para las materias primas producidas en América Latina, pero se advierte que para aprovechar esta oportunidad los gobiernos deben fomentar “lazos más estrechos” con el país y reducir los costos comerciales.

En el trabajo, titulado “India: Oportunidades y desafíos para América Latina”, se destaca que la población del país, de 1.100 millones de personas, y su escasez de recursos naturales en comparación con otras naciones de dimensiones continentales lo convierten en un potencial gran comprador de productos agrícolas y minerales, dos de los principales renglones de exportación de Latinoamérica.

En esa línea, el estudio evalúa que India podría emular el desempeño económico reciente de China, que en una década se transformó en un importante mercado para las colocaciones latinoamericanas de bienes. Actualmente, India representa sólo 0,8% del comercio global de esta región, en comparación con la participación de China, que alcanza el 7,7%.

La parte y el todo

Tanto India como Brasil forman parte, en el emergente escenario económico mundial, del grupo de países denominado BRIC, conformado también por Rusia y China, que son apreciados como los grandes motores de la recuperación económica internacional en momentos en los que los estados más desarrollados aún exhiben titubeos. Cabe destacar que el comercio de Uruguay con esos cuatro países creció sustancialmente en los últimos años, reflejando también la creciente importancia global de los grandes mercados emergentes.

Toma y daca

El informe sostiene que, para conseguirlo, tanto el país asiático como la región deben reducir sus aranceles y barreras comerciales, detallando que el arancel promedio aplicado por India para productos agrícolas procedentes de América Latina es de 65%, más de cinco veces la tarifa promedio de China (12,5%); al mismo tiempo, pese a que los aranceles del subcontinente para los productos indios no son tan altos (9,8% en promedio para los manufacturados), aún están por encima del rango de la OCDE, de entre 4% y 6%.

Por otra parte, recomienda la reducción de los costos por transporte, ya que India, a diferencia de China, no cuenta con servicios directos de transporte marítimo con la región, por lo cual las mercaderías deben llegar primero a Singapur o a Europa, elevándose así los costos de flete y los tiempos de envío.

Además, si bien resalta que numerosos acuerdos de cooperación fueron suscritos en 21 sectores económicos, convoca a incrementar las oportunidades para facilitar el intercambio en materia de desarrollo económico. A modo de ejemplo, señala que India puede ofrecer experiencias de éxito en la creación de servicios dinámicos vinculados con las tecnologías de la información, en sus pujantes industrias de microfinanzas, aeroespacial y farmacéutica, así como en sus universidades para formar futuros líderes. Desde este lado del mundo, América Latina “puede ofrecer historias de éxito en agricultura, minería, aeronáutica, biocombustibles, sistemas de pensiones privadas y programas de reducción de la pobreza”. No obstante, recuerda que India podría suponer un reto competitivo para América Latina en determinadas áreas, como la especialización en producción de manufacturas intensivas en mano de obra, tal como sucede con China. Igualmente, se matiza que, seguramente, India termine convirtiéndose en “un socio de negocios” más que una amenaza.

Tren austral

Al mismo tiempo, y con un fuerte desarrollo industrial y comercial, Brasil tendría en 2010 un importante aumento de su actividad económica cuando la mayor parte del globo muestra una tímida recuperación que no termina de consolidarse.

Brasilia espera un crecimiento de 6,5% del PIB durante el año, siendo la estimación más cauta. El Fondo Monetario Internacional espera 7,1%, los analistas privados consultados por el Banco Central de Brasil proyectan 7,2% y la previsión más optimista es de la Cepal: 7,6% de expansión. Sin embargo, se observan con recelo algunos indicadores que expresarían un posible enfriamiento de la economía, como la caída de 1,5% entre junio y julio del Índice de Confianza Industrial que elabora la Fundación Getulio Vargas, representando la segunda contracción consecutiva del indicador. Según el último comunicado difundido por la institución, ello estaría reflejando “desaceleración del ritmo de actividad del sector industrial”. Cabe destacar que la influencia de Brasil en las economías de la región es determinante y creciente, reflejándose particularmente en su incidencia sobre los países del Mercosur, de los que es el principal socio comercial. De acuerdo a datos del Instituto Uruguay XXI correspondientes a 2008, Argentina exportó a Brasil 14.252 millones de dólares, Paraguay lo hizo por 502 millones y Uruguay alcanzó los 999 millones. En cuanto a importaciones en el mismo período, Argentina compró bienes brasileños por 15.912 millones de dólares, Paraguay por 1.791 millones y Uruguay por 1.433 millones.

Además,Uruguay se ha posicionado como un estrecho aliado de Brasil en materia de inserción internacional y, en ese sentido, se destacan los acuerdos alcanzados durante el último encuentro entre los presidentes José Mujica y Lula da Silva, quienes resaltaron los estrechos vínculos bilaterales y la profundización de la cooperación en diversas áreas. Se trata de integración ferroviaria, un puerto de aguas profundas en La Paloma, un centro de convenciones en Montevideo, intercambio de electricidad y complementariedad productiva, entre otros temas.