-¿Qué hacían antes de La Mufa?

-Lucía: Antes de La Mufa estábamos estudiando en la Escuela Universitaria de Música. Nos conocimos ahí, participando en diferentes muestras en las que el tango fue el género que más nos unió para armar el grupo.

-Vivianne: En realidad cuando éramos compañeros nos juntábamos a tocar fuera de lo curricular, al principio nos costaba mucho, porque veníamos de tocar otros instrumentos. En ese momento Martín no tocaba el bandoneón, así que intentábamos juntarnos para sacar el género, escucharlo y poder interpretarlo.

-¿Por qué los unió un estilo de tango contemporáneo?

-V: Era lo que teníamos ganas de estudiar en ese momento. Estábamos todos muy colgados con Piazzolla y queríamos tocar temas de él. Fue en 2002, cuando comenzaba la movida del tango, pero sólo en el baile, así que aprovechábamos algunas muestras para ir a escuchar.

-Martín: De todas maneras, nosotros nos definimos como un grupo de tango clásico-contemporáneo, porque al principio sentimos que empezamos a improvisar pero luego comenzamos a procesar toda su sustancia.

-Son mediadores de un tango clásico, desde una interpretación joven pero atemporal, digamos…

-Alejandro: Siempre nos sigue una gran cantidad de veteranos y gente joven. Tratamos de tocar en diferentes circuitos. Hacemos tango porque sentimos que es una música bien nuestra y necesitamos zambullirnos en esa realidad que nos conmueve. El hecho de que algo sea tuyo te genera un impulso para hacerlo cada vez mejor.

-V: Pienso que nuestra generación tiene una relación directa con sus abuelos y el tango. Nuestra generación vivió los padres que desaparecían un poco, que trabajaban todo el día y que se divorciaban, entonces te tenían que cuidar tus abuelos. Yo tuve una infancia ligada a mis abuelos y por eso quizás también aparece mi vínculo con esa parte de la música.

-M: Son esas cosas de las generaciones que van y que vienen, que se saltean y por eso nos toca vivir esto a nosotros. La generación, por el lado de la edad de nuestros padres, no estaba tan afín con el tango, pero ahora esa generación también se está reencontrando con ese género y quizás por eso nuestra generación funcionó como conciliadora.

-V: A veces pasa una cosa con el tango y es cuando la gente te dice “yo escuchaba tango porque mi abuelito escuchaba en casa”. No quiere decir que todo lo que le gustaba a tu abuelo te termina gustando; en mi casa se escuchaba todo tipo de música, pero el tango fue una inquietud para mí. En realidad no soy de las que escucho tango en la radio, porque hay música que prefiero tocar más que escuchaan; lo que me pasó, en especial con Piazzolla, fue que su sonido me conmovió tanto que me dieron ganas de reproducirlo.

-Ustedes comenzaron La Mufa en la Escuela de Música. ¿Qué les aportó en su formación?

-A: En la escuela los profesores te pueden ayudar a interpretar o mostrarte algunos arreglos, que en nuestro caso nos sirvieron para aplicarlo a lo que queríamos realizar. En el caso particular de Martín, él tuvo que aprender a tocar el bandoneón por fuera de la escuela, para poder componer desde lo que aprendió en la escuela. La escuela simplemente nos dio algunas herramientas.

-M: Creo que el hecho de estar en La Mufa nos condicionó para ver cómo estudiábamos en la Escuela de Música. Estar en La Mufa y sonar con calidad nos llevó a poner más atención a determinadas materias y a ciertos vínculos con docentes que nos ofrecían su ayuda. También hacer otro género nos ayudó a indagar y a conocer otras cosas. Para mí fue fundamental estudiar en el Centro Musical Moderno, dirigido por Juan Lamas, como también estudiar armonía con Nicolás Reynoso, en paralelo a lo que aprendía en la Escuela Universitaria de Música.

-V: Yo siempre tuve la inquietud de formarme por afuera de la escuela y ésa es una inquietud que comparto con mis compañeros, la de formarnos entre nosotros y con la gente que quiera aportarnos cosas. Ésta es nuestra particularidad.

-L: La Mufa no es un producto de la Escuela Universitaria de Música, no es algo común respecto a las demás generaciones.

-V: Hace poco un profesor fue a vernos a la presentación del disco en la Zitarrosa y tuvo la altura de preguntarme sobre la interpretación de un tema. Para mí fue un placer, ya que entiendo que existe gente que es muy cerrada y se queda en lo básico, pensando que la música clásica es la culta y piensa distinto sobre el tango. Por eso hay que ver qué entendemos por académico, ya que el tango es difícil de definir en su género por todas las influencias que tiene.

-Ya que existe un interés importante por el tango, ¿por qué creen que demoró la salida de su primer trabajo discográfico?

-A: Fue un proceso muy largo y demorado porque queríamos lograr un buen sonido. Después tuvimos nuestras trabas, pero aparecieron los patrocinios que nos ayudaron a poder tener el disco.

-¿Por qué hubo patrocinios extranjeros que se interesaron en su música?

-A: En este caso estamos hablando de políticas culturales y lo que interesa siempre está en cuestión. El año pasado nosotros estábamos invitados a un festival en Francia y fuimos al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Ministerio de Turismo y nos dijeron que no nos podían dar un pasaje porque ese año el dinero estaba destinado a una murga. Entonces uno define que es el Estado el que elige qué es lo que hay que mostrar en el exterior.

-L: El Estado nos ha apoyado en algunas actividades nacionales, pero sabemos que no existe otra posibilidad que el Estado te apoye fuera del premio de Fondos Concursables y eso es una macana, porque vos podés dar un montón de cosas que no están contempladas dentro de las categorías de los Fondos.

-V: Hay grandes músicos que ganan Fondos Concursables y que, pobres, están haciendo las cuentas... El Estado debería valorar lo que existe e ir a buscarlo. No sentimos tampoco el apoyo que nos puedan dar en los Fondos de Incentivo Cultural, en los que el artista tiene que ir a buscar a las empresas.

-M: Estos sistemas de control terminan trancando al artista. También hay festivales en los que participás si tenés acercamiento con el organizador, que decide quién toca y quién no. Por ejemplo, en nuestro caso tuvimos un problema con una persona que organiza festivales de tango, y en cada encuentro de tango mensual no participamos. Es así, pasa, pero seguimos siendo parte del tango.

-¿Cómo vivieron la invitación de la directora teatral Mariana Percovich para integrar el musical Cuartito azul ?

-V: Aceptamos la propuesta de Mariana porque era muy buena. Ella eligió a La Mufa para realizar el musical porque le gustaba mucho lo que hacíamos. El resultado de lo que se dio en Cuartito azul fue muy bueno, porque siempre existió un compromiso con La Comedia Nacional. Valoré mucho la capacidad de Mariana para dirigir y estar en una obra abierta con un concepto muy posmoderno, difícil de desentrañar. Cuartito azul sugería cosas, nada era explícito y esas dinámicas me impresionaron muchísimo.

-Respecto a la selección de los temas del espectáculo, ¿quién sugería qué?

-M: Mariana realizó una selección de temas conmigo y nos enloquecimos mutuamente. Sobre la base del encargo que le hizo la Comedia Nacional armó un guión en el que la letra de los tangos era parte de la historia y de sus personajes. Los elementos que ella tomó como referencia fueron bastante masticados, para que posteriormente la música reflejara los estados de ánimo de sus protagonistas. Nos adaptamos a una disciplina de ensayos con los actores y la dinámica era tirar bocetos o ideas para encontrar un resultado. Nos tuvimos que adaptar a una institución, donde yo tenía que cumplir el rol de director musical, y también tuvimos que respetar el orden asignado. Fue una prueba para nosotros, porque somos bastante caóticos y tenemos una forma distinta de trabajar. Estamos procesando esta experiencia para ver si algunas cosas pueden seguir funcionando con La Mufa.