Sin dolor no hay recompensa

En base de datos aportados por la Dirección General Impositiva citados en el informe de la Unasep, se analiza el “sacrificio fiscal real de los proyectos de inversión” aprobados. Para ello, es necesario contrastar el monto que la Impositiva dejó de recaudar por los beneficios fiscales otorgados, con los impactos directos e indirectos sobre la recaudación fiscal del país asociados a las inversiones que se realizaron efectivamente en el marco del Nuevo Régimen de Promoción de Inversiones. En la Unasep se entiende que “si bien la promoción de inversiones conlleva implícitamente una pérdida fiscal, no obstante se estima que la misma podrá ser recuperada por el Estado entre el año 4 y el año 5, de haber sido ejecutada la misma, mediante la mayor recaudación que se asocia al aumento de las inversiones ejecutadas”.

Los datos surgen de un informe de la Unidad de Apoyo al Sector Privado (Unasep) del Ministerio de Economía y Finanzas, que analiza la evolución de las mipymes dentro del Nuevo Régimen de Promoción de Inversiones, que comenzó a desarrollarse en 2007 a partir de la reglamentación de la ley vigente, ampliando las exoneraciones fiscales a las empresas que contribuyeran a alcanzar los objetivos económicos del gobierno. Una de esas metas era promover los beneficios impositivos entre las mipymes, por la importante relevancia que estas unidades económicas tienen sobre el conjunto de la economía local.

De acuerdo a la clasificación oficial, una microempresa es aquella firma que tiene hasta cuatro empleados y cuya facturación anual no supera los 200.000 dólares; una pequeña empresa tiene hasta 19 trabajadores e ingresos por no más de 1.000.000 de dólares; y una mediana empresa emplea hasta 99 personas y su facturación no supera los 7.500.000 dólares por año.

Considerando esta clasificación, de las 110.818 entidades jurídicas registradas en 2009, 91.998 son microempresas, lo que representa el 83,77% del total; 14.748 son pequeñas (13,43%) y 3.433 medianas (3,13%). Las restantes 639 son empresas grandes, lo que equivale al 0,58% del total.

También se destaca su importancia en la generación de puestos de trabajo, ya que las microempresas tienen 154.738 empleados (24,44% del total), las pequeñas cuentan con 134.163 trabajadores (21,19%) y las medianas emplean a 135.490 personas (21,4%). En el agregado, las mipymes representan el 67% de la mano de obra de las empresas privadas. Estas firmas reúnen algunos “rasgos significativos” en Uruguay: una elevada concentración en Montevideo (el 75,4% se sitúa en la capital), y sólo el 5,4% de las pymes exporta sus bienes o servicios. Se detalla que el 61,7% utiliza servicios bancarios, pero la fuente principal de financiamiento es la reinversión de utilidades o el capital personal, mientras que los préstamos bancarios, créditos o capital familiar, y crédito de proveedores, son utilizados por menos del 3% de las empresas.

Resultado abultado

Para potenciar la participación de las mipymes en el régimen de promoción, la reglamentación apuntó a mejorar las posibilidades de acceso a los beneficios, para ampliar la base de beneficiarios. Uno de los cambios más importantes fue que todas las sociedades comerciales pudiesen presentarse para obtener beneficios, sin importar su forma de financiamiento. Antes sólo se podían presentar Sociedades Anónimas que hubiesen sido financiadas totalmente con fondos propios. Se buscó una mayor simplicidad en la documentación a presentar, y de esta manera la posibilidad de que sea presentada a través de la propia empresa. Ello redujo los costos ya que con el régimen anterior se necesitaba presentar un proyecto con evaluación económica, financiera y social.

Con la nueva normativa, las mipymes aumentaron sensiblemente su participación en el régimen, pasando de una prácticamente nula, de tan sólo seis proyectos en 2007 (el 9,5% del total de las iniciativas aprobadas) a 152 en 2008 (49%), lo que representa en los hechos un incremento de 2.433%. La tendencia ascendente continuó en los años siguientes y en 2009 fueron 247 los emprendimientos que obtuvieron el visto bueno en sus planes de inversión (63% de las iniciativas), y en 2010 la cifra llegó a 577 emprendimientos (69,6%). De esa forma, si se considera el aumento entre 2007 y 2010, se constata que el incremento fue de 9.517%.

También se incrementaron los montos de inversión, que pasaron de representar el 2,96% del total en 2007 al 33% en 2008, con 350.636.000 dólares. El año siguiente, se invirtieron 282.312.000 dólares, lo que implicó un descenso de 19,49% y cayendo en su participación al 27%. No obstante, en 2010 tuvo una fuerte recuperación, alcanzando un monto invertido de 543.585.627 dólares, valor equivalente al 47,3% del total de inversión, y que implica un aumento de 92,55%.

Lo prometido es deuda

Al mismo tiempo, se observa un importante incremento en los compromisos asumidos por las mipymes. En materia de empleo, asumieron crear 2.009 nuevos puestos de trabajo en 2008, cifra que ascendió a 2.581 en 2009 y a 4.665 en 2010.

Por su parte, las que utilizaron el indicador de aumento de exportaciones, se comprometieron a incrementar sus ventas al exterior en 29.571.425 dólares en 2008, en 97.999.734 en 2009 y en 117.668.778 dólares en 2010.

Por otra parte, se asumieron compromisos de inversiones en Investigación, Desarrollo e Innovación por 579.814 dólares en 2008, por 8.848.958 dólares en 2009 y por 4.218.448 en 2010, mientras que las inversiones en tecnologías más limpias ascendieron a 17.223.277, 1.992.809 y 67.803.308 dólares, respectivamente.

En cuanto a la localización de los proyectos, en Montevideo se situó el 57% de las iniciativas como promedio anual 2008-2010, con una inversión total de 487.197.413 dólares y una generación de 4.770 puestos de trabajo en todo el período de referencia.

En cuanto a los sectores de actividad, el de Servicios fue el de mayor participación entre las pymes en 2008 y 2009, representando el 67% y 36% respectivamente, seguido por Industria, Turismo, Agro-agroindustria y Comercio. En 2010 Industria fue el de mayor representación, con el 33% del total, seguido por Turismo, Servicios, Comercio y Agro-agroindustria.