Vuelta al mundo

América Latina y el Caribe: La región salió bien parada de la crisis. Luego de contraerse 2,2% en 2009, se estima que creció 5,7% en 2010 y que lo hará 4% en 2011 y 2012, por el debilitamiento del entorno externo, y la moderación del crecimiento de las economías avanzadas y China. Se advierte que varios países de la región “han estado sujetos a la afluencia de capitales potencialmente desestabilizadores, lo cual ha contribuido a generar una fuerte presión al alza sobre algunas divisas”.

Asia oriental y el Pacífico: Se estima que crecieron 9,3% en 2010, encabezando la recuperación mundial con China como protagonista. A medida que disminuye el ritmo de la recuperación global se prevé una desaceleración, aunque mantendrá su solidez creciendo 8% en 2011 y 7,8% en 2012.

Europa y Asia central: Luego de la contracción de 6,6% de 2009, se pronostica que la producción creció 4,7% el año pasado, debido a la intensa reestructuración que se lleva a cabo en varios países. La recuperación de esta región se mantiene especialmente sensible a la situación de la Europa de ingreso alto, donde la sostenibilidad de la deuda soberana continúa siendo motivo de preocupación.

Oriente Medio y norte de África: El leve repunte registrado en 2010 (3,3%) reflejó la mejora del entorno externo y los efectos continuos de los programas de estímulo previos. Para 2011 se espera una expansión de 4,3% y en 2012 de 4,4%, mientras continúe el crecimiento de la demanda interna, se afirmen los mercados de exportación y los precios del petróleo se mantengan en niveles elevados.   Asia meridional: El PIB crecerá 7,9% en promedio, en los ejercicios económicos de 2011-2012, impulsado por el notable crecimiento de India. Ello se compara con un crecimiento estimado de 8,7% en 2010.   África subsahariana: Creció 4,7% en 2010, lo cual implica un sólido repunte con respecto a la tasa de crecimiento de 1,7% de 2009. Sudáfrica, la mayor economía de la región, se expandió 2,7% en 2010. Se prevé que el crecimiento sudafricano llegue a 3,5% y 4,1% en 2011 y 2012, respectivamente. El resto de la región tuvo un mejor desempeño, estimándose aumentos de 6,4% en 2011 y 6,2% en 2012.

Luego de pasar por una fase de repunte posterior al pico de la crisis internacional, la economía mundial se encamina hacia un crecimiento más lento pero aún sólido este año y el próximo. En este escenario, se aprecia que los países en desarrollo aportarán casi la mitad del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

De acuerdo a las estimaciones del organismo, la economía global se expandió 3,9% en 2010 pero se desacelerará a un ritmo de 3,3% este año, para luego alcanzar un aumento de 3,6% en 2012. La mayor parte del crecimiento provendrá de las naciones en desarrollo, que se espera hayan aumentado su PIB 7% el año pasado, hagan 6% éste y 6,1% el próximo. Mucho menos dinámicos se muestran los países de ingresos altos, cuya expansión se estimó en 2,8% para 2010, 2,4% para 2011 y 2,7% en 2012.

Por otra parte, el BM entiende que la mayoría de los países en desarrollo ha registrado una recuperación de sus economías que ha llevado al PIB hasta “guarismos que habrían imperado si no hubiera habido ningún ciclo de auge y depresión”.

Sin embargo, la reactivación de varias economías emergentes de Europa y Asia Central, y en algunos países de ingresos elevados, aún es incierta. Debido a “la ausencia de políticas internas correctivas, es probable que los niveles elevados de desempleo y endeudamiento en los hogares, sumados a la fragilidad de los sectores de vivienda y banca, obstaculicen la recuperación”.

En el comunicado divulgado, Justin Yifu Lin, primer vicepresidente de Economía del Desarrollo del BM, advierte sobre las dificultades que persisten en el sistema financiero de los países desarrollados. “Una nota positiva es que el fuerte crecimiento de la demanda interna en los países en desarrollo está liderando la economía mundial, aunque los persistentes problemas del sector financiero de algunos países de ingreso alto continúan siendo una amenaza para el crecimiento y requieren medidas de política urgentes”, aseguró.

Que se nos vienen

Como contraparte, la afluencia neta de capital y bonos internacionales a los países en desarrollo creció abruptamente en 2010, con un aumento de 42% y 30%, respectivamente. La inversión extranjera directa en estos países aumentó algo menos, 16% el año pasado, alcanzando 410.000 millones de dólares. Cabe recordar que en 2009 había registrado una caída de 40% a raíz de las turbulencias financieras globales. Una parte importante del repunte se debe a las crecientes inversiones dentro del hemisferio sur, especialmente las que se originan en Asia. “El repunte en la afluencia de capitales internacionales reforzó la recuperación en la mayoría de los países en desarrollo”, explicó Hans Timmer, director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del BM.

Sin embargo, advirtió sobre los problemas generados por el incesante arribo de capitales. “La gran afluencia de capitales a ciertas economías grandes de ingreso mediano puede acarrear riesgos y amenazar la recuperación a mediano plazo, especialmente si aumentan súbitamente los valores de las monedas o si emergen las burbujas de activos”, explicó.

En referencia a los precios de los commodities, el informe destaca que los altos precios de los alimentos están teniendo repercusiones mixtas sobre los países. En muchas economías, la depreciación del dólar, las mejoras en las condiciones locales y los crecientes precios de bienes y servicios hacen que el precio real de los alimentos no haya aumentado tanto como el precio en dólares de los productos alimentarios básicos. Sin embargo, “los aumentos de dos dígitos que se registraron en los últimos meses en los precios de los principales productos básicos están ejerciendo presión sobre los hogares de países que ya sufrían una elevada carga de pobreza y desnutrición”.