Las buenas noticias en materia de empleo se constatan a lo largo del país. El Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgó los indicadores del mercado de trabajo desglosados por departamento, correspondientes al segundo cuatrimestre del año, que marcan que Maldonado fue el que tuvo menor nivel de desempleo, con una tasa de 4,9%, el dato más bajo en los últimos cinco años. La serie histórica del INE comienza en el primer trimestre de 2006, cuando la desocupación fernandina superaba los dos dígitos. Por su parte, también se destaca el bajo desempleo registrado en Rivera (donde la tasa se estimó en 5,6%), Lavalleja (5,7%) y Durazno (5,9%).

Por el contrario, el mayor desempleo se observó en Treinta y Tres, cuya tasa se ubicó en 11,2%, seguido por Salto (10,7%) y Florida (9,1%).

La variación a la baja más importante constatada por el indicador respecto del cuatrimestre anterior se dio en Río Negro, donde cayó 4,8 puntos porcentuales, desde el 13,1% de los primeros cuatro meses de 2010 al 8,3% constatado en mayo-agosto. Le siguió San José, que pasó de 9,7% en el primer cuatrimestre a 6,4% en el segundo, y Durazno, de 8,7% a 5,9%, respectivamente. A la inversa, se destacaron los aumentos del desempleo registrados por Paysandú, que se ubicó en el segundo tercio del año en 8%, 2,3 puntos por encima del guarismo de enero-abril, y Florida, donde la desocupación creció 1,4 puntos hasta el 9,1%.

Cabe destacar que todos los departamentos mejoran respecto del primer cuatrimestre de 2006, cuando todos ellos -salvo Flores (8,2%) y Colonia (9,6%)- se encontraban por encima de los dos dígitos, mientras que en el segundo cuatrimestre de 2010 sólo dos superan esa barrera: Treinta y Tres y Salto.

Mirada desafiante

Las mejoras constatadas en el mercado laboral no son nuevas, pero éste quizá pueda ser cuestionado por los desafíos que se le abren al país en virtud de la creciente demanda de trabajadores. Con el desempleo en su mínimo histórico, y considerado por el gobierno como “muy cercano” a su “mínimo estructural”, algunos sectores de actividad comienzan a padecer la carencia de recursos humanos, particularmente de aquellos altamente calificados. De acuerdo con un reporte elaborado por la consultora de recursos humanos Advice, “el contexto actual requiere de otra dinámica laboral”. Según un artículo de Juan Aguerre, gerente de la firma, “la demanda de mano de obra directa -obreros y operarios- sube exponencialmente y exigirá de una intensa capacitación e inducción, mientras que para los perfiles técnicos y profesionales el mercado se vuelve más competitivo y las empresas deberán redoblar sus esfuerzos para atraer y retener a su talento”. En esa línea, enfatiza que “si el país no consigue responder a estos retos, el ritmo de crecimiento se verá muy severamente condicionado”.

En la misma línea, otro gerente de Advice, Federico Muttoni, sostiene que en 2010 las empresas fueron “más cautelosas a la hora de contratar personal”, debido a la percepción de mayor conflictividad “relacionada con la negociación colectiva y los consejos de salarios”. Sin embargo, matizó que “cuando se logre distender el clima actual”, y “el mercado laboral vuelva a dinamizarse”, las empresas retomarán el ritmo de contratación.

En ese sentido, Muttoni advierte que Uruguay tiene desafíos en materia de recursos humanos, como los “problemas demográficos que afectarán de manera decisiva la disponibilidad del talento”. “Estos problemas se encuentran relacionados a la tasa de nacimiento, los lugares de radicación de las personas, las elecciones que realizan en su formación, la calidad de la educación básica y media, y la evolución de la tecnología y cómo se adaptan las personas a esa evolución constante”, describe.

Por otra parte, señala que actualmente “no son sólo las empresas los que seleccionan a su personal, sino que también las personas optan por dónde desean trabajar y bajo qué condiciones”; ello hace que el mercado sea exigente también “para las empresas, que tienen la responsabilidad de generar marca a la hora de reclutar, políticas y entornos que resulten atractivos”.

En otro orden, se fundamenta que “las empresas, las universidades y el gobierno tendrán que ser creativos e invertir los recursos de manera enfocada”. Así, se debe “habilitar a sus ciudadanos a desarrollarse por diferentes vías -no tradicionales-”, así como “atraer al mejor talento de otras partes del planeta y recuperar al que en su momento se fue y se ha perdido”.