En algún momento el principal evento carnavalero, el desfile inaugural de 18, se fue viendo relegado en las últimas décadas a una suerte de evento formal con el que las agrupaciones tenían que cumplir por obligación, quedando el atractivo de autenticidad y energía callejera reservado para las Llamadas. Sin embargo, en el último lustro el desfile parece haberse revigorizado y estar recapturando el espíritu de sus tiempos de gloria, y, en todo caso, sigue siendo una celebración popular que atrapa y maravilla a miles de montevideanos que concurren a presenciarlo y a otros miles que lo ven por televisión.

Luego de una mañana llena de presagios de tormenta -y de una de las semanas de calor más abrumador y sofocante que se recuerde (algo que amenazaba con convertir cualquier disfraz en una máquina de tortura asfixiante)-, Momo pareció utilizar sus influencias sobrenaturales para limpiar el cielo y ofrecer un clima ideal para el desfile, permitiendo que la principal avenida volviera a convertirse en una fiesta callejera en la que las distintas categorías carnavaleras se mezclan con la gente sin la barrera de separación en la que a veces se convierten los tablados y escenarios.

Empezó casi puntualmente para el promedio de demora uruguayo sobre las 20.40 con participantes, si bien vinculados al Carnaval (Intendencia, DAECPU, patrocinadores, móviles de radios, pasacalles, etcétera), no específicamente concursantes. Sobre las 21.00 salieron de plaza Independencia las reinas del Carnaval de Montevideo, seguidas por las reinas de las Llamadas y las de Escuelas de Samba y zonales también de la capital. Luego sí, las agrupaciones: abrió el juego la murga La Mojigata, y posteriormente, con una diferencia de cuatro minutos entre cada uno, desfilaron los 56 grupos restantes.

A cada una de las compañías le llevó aproximadamente una hora finalizar su actuación en el cruce de 18 de Julio y Barrios Amorín. La finalización de la jornada estaba prevista para las 2.00 de esta madrugada. Al cierre de esta edición habían pasado ya algunas de las principales agrupaciones de todos los rubros, entre ellas los cinco primeros premios del Carnaval 2010: A Contramano (murga), Tronar de Tambores (Negros y Lubolos), La Compañía (Revistas), Zíngaros (Parodistas) y Sociedad Anónima (Humoristas).

Según anunciaban los referentes de cada grupo, temas como la violencia de género, el trabajo, las movilizaciones sindicales, y la llegada de José Mujica a la Presidencia, forman parte del repertorio en todas las categorías. El Carnaval 2011 está aquí y se presentó en sociedad. Éstos son sus partícipes oficiales y los no oficiales, estos últimos a los costados de la avenida.