Campamento

Óscar Gómez señaló que la última semana de enero comenzará a aplicarse una “propuesta de tránsito educativo hacia la educación media. Hay una serie de estadísticas que nos muestran que hay alumnos que egresan de sexto y no van a ningún otro lado, nosotros hemos hecho un estudio con nuestros inspectores técnicos para ver de dónde, cuáles y quiénes son estos alumnos. Para ellos se ha diseñado un programa que va a tener como eje transversal el campamento educativo”, con lo que se apunta a la socialización entre chicos de diferentes escuelas. De paso, se procurará que tramiten el carné de salud del adolescente. Por otra parte, se intentará acompañarlos al centro educativo al momento de la inscripción, “en ese sentido hemos hablado con los compañeros de UTU y del liceo para que tengan a bien recibir a estos alumnos en forma especial, con algún adscripto, para que se estimule de manera muy fuerte la permanencia en el sistema educativo”, dijo Gómez.

Ayer a las 8.00 abrió sus puertas la escuela 317, ubicada en Iguá entre Mataojo e Hipólito Irigoyen, en el barrio Malvín Norte de Montevideo. Tuvo la peculiaridad de ser el sitio elegido por el director general del Consejo de Educación Primaria (CEIP), Óscar Gómez, para brindar detalles a la prensa sobre la iniciativa. Así como ésta, otras 260 escuelas inscribieron ayer a alumnos de primero a cuarto año; en realidad se dio continuidad a un listado de población anotada previamente por docentes del centro. Ya tempranito había allí algunas madres con sus niños y niñas, pensando que ayer comenzaban las clases; al enterarse de que sólo eran las inscripciones y que las aulas recién se habilitarían hoy, no se mostraron desconformes, la instancia más bien pareció ser un acercamiento cómodo y paulatino, que permitió a los niños saludar afectuosamente a algunos docentes.

Gómez explicó a la diaria que durante toda la semana se continuará con las anotaciones y reafirmó que “no existe la respuesta ‘no hay lugar’ porque en el caso de que se sobrepase el número de 100, que es lo óptimo, se creará otro cargo de maestro; esto es clave, porque si la sociedad lo necesita, la escuela pública los acoge”. Habrá flexibilidad también a la hora de anotar a alumnos de quinto y sexto año, que si lo solicitan serán recibidos. Para el desarrollo de las actividades cada escuela dispone de un director, dos maestros, un docente de educación física, un tallerista de expresión artística y auxiliares de servicio.

Tiempo extra

En 2009 el programa comenzó a implementar un proyecto pedagógico piloto de aceleración de aprendizaje, dirigido a alumnos de primer año que no habían conseguido pasar a segundo, pero que con una atención personalizada durante el ciclo veraniego reunieron condiciones de promover. La experiencia se instaló definitivamente y este año apunta a los de primero y segundo, aunque Gómez aclaró que no sólo está pensada para los que no obtuvieron la promoción, sino también para aquellos que la alcanzaron “prendida con alfileres” y necesitan una consolidación de aprendizaje.

“Aparte de lo lúdico, lo recreativo, los paseos, la ida a la playa, al zoológico, el programa tiene un contenido de lenguas muy fuerte. Hemos advertido, y así lo han medido nuestros técnicos, que niños que ingresan al programa expresándose con monosílabos terminan el programa haciendo enunciados, y no enunciados como ‘la primavera, qué lindas son las flores’, todo armado, sino desde una óptica personal, con una expresión que se identifica con su personalidad, y esto creo que es uno de los puntos más altos del programa Verano Educativo en lo que tiene que ver con la aceleración de aprendizajes en primer ciclo”, afirmó el jerarca, intentando resaltar una distancia con la condición asistencialista que identificaba el programa, según él, antes de 2005.

Jugando se aprende

Gómez destacó que se desarrollarán las áreas de educación física y expresión artística en todas sus variantes: “Puede ser plástica, modelado, danza, música, canto, murga”, detalló. Especificó que se trabajarán “algunos elementos básicos de cálculo; hay muchas actividades que pueden hacerse sin el clásico razonamiento lógico con olor a marzo-diciembre, sino que tenga una adecuación a lo que son las experiencias vitales”.

Consultado sobre los motivos por los cuales esta modalidad no puede desarrollarse durante todo el año, respondió: “Entre otras cosas porque el programa escolar es muy denso en la parte curricular, con conocimientos específicos, y está bien que así lo sea, lo que no negamos es que durante el año también se pueda aprender jugando. En este caso es más descontracturado el nivel de control sobre los aprendizajes, creemos que esto distiende y ayuda a la creación de la personalidad, hay niños que de repente tienen que hacer una producción escrita y se sienten tensos; sin embargo, son los mejores cuando hay que bailar o hacer algo deportivo, también esa multiplicidad de opciones de actividades permite que cada uno desarrolle su personalidad acorde a sus potencialidades”.

No obstante, que esa multiplicidad sólo se ofrezca en verano indica cierta carencia del sistema educativo, porque incide en la motivación de los más de 350 mil escolares.

Cotidianidad compleja

La escuela 317 se ubica en el grupo de contexto sociocultural crítico, como se denomina desde el CEIP. Acuden alrededor de 250 niños y 90% de ellos procede de los asentamientos Candelaria, Aquiles Lanza y Boix y Merino, según dijeron a la diaria docentes del centro educativo. Remarcaron la importancia de que los niños asistan en verano, que en marzo “se nota la diferencia entre los que vienen y los que no”, no sólo por la pérdida de contacto con la lectoescritura, sino por “la pérdida de hábitos”.

Indicaron que la realidad del lugar está marcada por familias numerosas y que ellas abren las puertas de igual manera a los niños de quinto y sexto año, porque muchas veces son quienes llevan a la escuela “al resto de la prole”, en relación a los hermanos menores.

En esa escuela interviene el programa Proniño de la fundación Telefónica-Movistar, que a través de Gurises Unidos trabaja con el colectivo docente, con la comunidad inmediata y hace una atención directa a algunas familias. La intervención se enfoca en el tema del trabajo infantil, porque en la zona hay un alto número de casos de “familias recolectoras y clasificadoras de residuos sólidos urbanos”, dijo a la diaria Javier Peluffo, referente del programa para la escuela 317.