Molesta, y mucho, que a una mujer le pidan, para ingresar o ascender en un puesto de trabajo, una constancia que atestigüe que no está embarazada. Pero en los hechos esto sucede y así lo constató la Inspección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Por eso el Poder Ejecutivo envió al Legislativo un proyecto de ley mediante el que se prohíbe “exigir la realización o presentación de test de embarazo y/o certificación médica de ausencia de estado de gravidez, como requisito para el proceso de selección, ingreso, promoción y permanencia en cualquier cargo o empleo, tanto en la actividad pública como privada. Asimismo se prohíbe la exigencia de toda forma de declaración de ausencia de embarazo”, dice el texto. De ser aprobado, la Inspección General del Trabajo aplicará al infractor “las máximas sanciones administrativas” y el proyecto indica que lo recaudado “será destinado a la implementación de acciones del Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Trato en el Empleo”.
El objetivo es proteger “el derecho al trabajo, a la maternidad, a la privacidad y a la igualdad entre varones y mujeres en el empleo”, se expresa en la exposición de motivos. El texto reseña las normas que se violan cuando se solicita a la mujer esa información: la Constitución de la República, instrumentos internacionales ratificados por Uruguay y las leyes nacionales 16.045, que prohíbe la violación al principio de igualdad de trato y oportunidades a ambos sexos, 18.104, para la Promoción de Igualdad de Oportunidades y Derechos entre hombres y mujeres, y la 18.331 que establece que los datos personales relativos a la salud “están comprendidos dentro del derecho de la privacidad y por lo tanto nadie está obligado a proporcionarlos”.
La argumentación del Ejecutivo derriba también el argumento económico: “Un estudio sobre costos laborales realizado en el año 2000 revela que los costos que el empleador debe asumir por las ausencias derivadas del embarazo son mínimos y asumidos en su gran mayoría por la Seguridad Social”.
El proyecto es coincidente con el objetivo de abatir el desempleo femenino, que es superior al masculino, y también con la necesidad de que la tasa de fecundidad no descienda más todavía.