El ingreso medio de un hogar uruguayo medido a valores corrientes, sin incluir el aguinaldo ni el costo de la vivienda, ascendió en setiembre a 31.114 pesos según los datos de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del INE, unos 191 pesos menos respecto de agosto. Sin embargo, al analizar el trimestre julio-setiembre, se constata un incremento contra el trimestre previo, continuando con una larga tendencia creciente verificada en los últimos años.

Pero más interesante es analizar los datos descontando el efecto inflacionario, que surge de calcular los ingresos en función de los precios de inicios de 2005. En setiembre, los ingresos a precios constantes se calcularon en 19.668 pesos a nivel nacional, lo que marca una caída de 1,17% contra agosto, mes que ya había registrado una baja de 0,35%.

Considerando los datos trimestrales se constata que la tendencia a la baja de los ingresos de los hogares ha sido constante en el año. Medidos en términos reales, los ingresos cayeron un significativo 3,39% en el segundo trimestre con relación al primero. En el tercer cuarto del año la baja fue menos significativa, de 0,32%, pero igualmente persistió la tenencia descendente.

Estos resultados llaman la atención teniendo en cuenta el dinamismo de la economía local, el alto nivel de empleo, la baja desocupación y la evolución general ascendente de salarios y pasividades.

Si no lo veo...

Para la coordinadora del Área de Coyuntura del Instituto de Economía, Gabriela Mordecki, "llama mucho la atención" la variación a la baja, pero recomendó leer los datos en términos interanuales (contra igual mes o trimestre del año previo) para evitar efectos de estacionalidad. Efectivamente, en términos interanuales se aprecia que los ingresos de los hogares crecieron en términos reales 0,36% en setiembre y 2,09% en el trimestre julio-setiembre, guarismos igualmente distantes de la variación del Índice Medio de Salarios (IMS), que creció 14,25% en los 12 meses cerrados a setiembre, resultado que baja a 6% al descontar la inflación. Mordecki explicó que la ECH es más amplia que el IMS, por lo que hay variables en su interior capaces de marcar evoluciones diferentes. El IMS se elabora incluyendo "empresas formales de más de cinco empleados", y sólo mide salarios. No incluye la informalidad ni otros tipos de ingreso, como los de cuentapropistas, pasividades y empleadores, que sí están incluidos en la ECH. "Son muchas variables que están atrás del ingreso", explicó. Pero mostró desconcierto por los datos oficiales. "No sé qué puede estar atrás de esto. Me llama la atención", admitió la académica. Evaluó que los ingresos crecen de forma dinámica, aunque a menor ritmo que en el pasado, debido a que ya recuperaron lo perdido durante la crisis de 2002. "En el período pasado hubo un incremento muy grande, y ya no es tan sencillo tener los mismos crecimientos reales del principio. (...) Una vez que se alcanza el nivel anterior a la crisis es más difícil subir, y ahora, si bien estamos en fase de crecimiento, los incrementos dependerán más de aumentos de productividad", explicó.

Mordecki señaló que "la aceleración de la inflación" puede estar coadyuvando a que los ingresos reales no aumenten al ritmo que lo hicieron durante el gobierno anterior.

Incompatibles

El economista Jorge Caumont también mostró asombro por la caída registrada en el tercer trimestre. “Realmente me sorprende”, expresó. “El desempleo está mucho más bajo que el año pasado, el empleo ha subido y los salarios están relativamente más altos. Sin embargo los ingresos están cayendo, entonces hay algo que no es compatible y hay cierta inconsistencia”, analizó. Como su colega, evaluó la conveniencia de “analizar los datos en términos anualizados”, y estimó que en la ECH “puede haber un desfasaje”. Pero fue enfático en que el ingreso “no va a caer” y en que su “tendencia es creciente”.

Consideró que los menores incrementos en términos reales pueden explicarse, en parte, por los precios alcistas, pero aclaró que “en algún momento se tienen que ajustar”. Estimó que a partir de febrero los incrementos salariales reales bajarán conforme al análisis anualizado desde enero de 2011, mes que marcó 1,49% de crecimiento.

William Yohai, por su lado, integrante de la Red de Economistas de Izquierda, dijo que la evolución desde el primer trimestre de 2010 apunta hacia “un crecimiento muy leve”.

Valoró que “los datos confiables corresponden a los asalariados y jubilados. En los casos de cuentapropistas, y sobre todo patrones, estoy convencido -y no estoy solo en ello- que la encuesta no mide fielmente la realidad”, disparó.

Respecto de la política del gobierno, caracterizó: “Es claro que la administración pública está tratando de evitar que los salarios crezcan en términos reales. De hecho, los planteos apuntan a una caída”, observó.