El Remanso de Neptunia se ubica a unos 35 kilómetros al este de Montevideo, entre los arroyos Pando y Tropa Vieja; forma parte de Neptunia. Las calles son de balasto, en los predios abundan pinos y acacias, algunos están despoblados, otros habitados. la diaria fue recibida por un grupo de unas 12 personas, que, sentadas en ronda sobre bancos de madera y rolos en el patio de una casa, contaron, durante un buen rato, los vericuetos de la situación. El predio fue ocupado en 2000 por un amigo de ellos que ya no vive allí; "luego fueron llegando y contruyendo", algunos viven allí desde hace cinco años. Los entrevistados integan la Asamblea Permanentede Ocupantes del Remanso de Neptunia (APOR), formada por cerca de 60 personas entre ocupantes, propietarios e inquilinos del Remanso y sus alrededores. Dijeron que sólo en el Remanso hay cerca de cien familias ocupando. La asamblea fue convocada y formada espontáneamente el 22 de octubre, día en que llegó a sus predios una alguacil para hacer inspecciones oculares, registrando a siete familias. El 22 de diciembre recibieron las intimaciones de desalojo de dos predios, en los que viven tres familias. "Nos intiman como ocupantes precarios, que te pueden desalojar en 15 días", explicó Manuela Chagas. Dijo que "ocupantes precarios" son aquellos que no hace más de un año que están afincados y que por eso el lunes 7 (dentro del plazo de diez días hábiles luego de recibida la notificación) acudirán a una instancia judical para presentar excepciones y solicitar que se modifique la carátula: que sean considerados "ocupantes poseedores". "Como precario te desalojan rápido, si te consideran ocupante poseedor entrás en un juicio que dura entre dos y tres años, que se llama de reivindicación de la propiedad. La abogada nos decía que si bien ella entiende que nosotros somos poseedores, es una discusión casi filosófica, como en todos los temas judiciales en nuestro país que tienen muchas leyes que se contradicen, y depende mucho del juez la decisión que se vaya a tomar", precisó. Sospechan que se optó por proceder inicialmente con dos casos para marcar una jurisprudencia y luego repetir el caso del juicio anterior. Llegó a sus oídos que hay otros 30 cedulones de desalojo en lista de espera.

Deuda vieja

Las intimaciones de esos dos predios fueron gestionadas por la firma Neptunia SA, que según los ocupantes tiene 360 padrones en Neptunia por los que nunca ha pagado contribución. Los terrenos fueron comprados en 1947: "del 98 para atrás la Intendencia de Canelones eliminó los registros de la deuda de los grandes deudores. Y del 98 hasta ahora deben 135.000 pesos" sólo por uno de los dos solares en disputa. "Nosotros especulamos que la Intendencia aprieta a los grandes deudores y los grandes deudores nos aprietan a nosotros, seríamos como el comodín para la negociación entre la Intendencia y las grandes sociedades anónimas", interpretaron, asociando que en 11 años los propietarios no se interesaron por los terrenos y que vienen a hacerlo ahora, cuando se reclaman las deudas a los grandes deudores. Salvador Bernal, alcalde de Salinas, dijo a la diaria que Neptunia SA fraccionó y vendió algunos predios y que sólo pagaba la contribución de los que había comercializado, no así de los que son difíciles de vender. Mencionó que la deuda por padrón rondaba los "130.000, 150.000 o 160.000 pesos", que es lo que vale un terreno en la zona, y manifestó que "la compañía se desinteresó para venderlo, porque para hacerlo tendría que pagar tanto como vale". El alcalde estimó que "Neptunia SA tiene 180, 200, 300 predios". Éste sería uno de los grandes deudores de de la Intendencia canaria. Los ocupantes tenían entendido que la firma sólo podía ponerse al día con la contribución inmobiliaria si saldaba lo adeudado por todos los padrones, pero esto fue negado por el secretario general de la Intendencia, Yamandú Orsi, quien, sin referirse a este caso puntual, sostuvo que el propietario puede pagar por los predios que quiera, quedando pendiente la deuda del resto. Sucede también que en el caso de las sociedades anónimas, la amenaza de ir al Clearing no corre y, si bien puede terminar en un remate de la propiedad, el proceso judicial puede llevar años. De acuerdo a lo que pudo averiguar la diaria, hasta 2010 Neptunia SA nunca había sido intimada. Según el grupo de ocupantes el proceso de desalojo podría haberse frenado porque los propietarios no tenían al día el pago de contribución, pero que no fue así porque "la jueza le había pedido a la alguacil que pidiera la contribucion; la alguacil escribió la carta con la información solicitada y la elevó a la jueza, pero la jueza no la consideró”.

Mejorando el barrio

Los ocupantes explicaron que hace 10 años el terreno estaba repleto de colas de zorro, típicas de bañados como los que hay en la zona, que estaba sucio y lleno de ratas. "Esto era inundable, tuvimos que abrir toda una zanja para drenarlo. Lo rellenamos para poder plantar, ahora es un terreno mejorado, que no se inunda", detallaron. De camino al lugar dos de los entrevistados mostraron dos locales gestionados por la Comisión de Fomento del Remanso de Neptunia, de la que forman parte. En conjunto con otros habitantes del lugar, crearon una guardería comunitaria, a la que concurren más de 30 niños de uno a cuatro años, que funciona en un local donde antes era un bar. Al lado hay una biblioteca y desde 2003 el Espacio salud, donde hay medicina china, iriología, masajes, reiki y talleres varios; en el frente de ese predio había un parque infantil con unos coloridos juegos hechos en madera. "Vivimos acá, construimos nuestra casa, tenemos total cuidado sobre el entorno, hacemos baños secos para no contaminar la tierra [modalidad alternativa al saneamiento, que no existe en la zona], se hicieron plazas, hicimos el estudio de impacto ambiental del arroyo Pando, hicimos forestación con flora autóctona en el Parque Artigas, en la plaza, ayudamos a pagar los incendios, hay una responsablidad con el lugar", alegaron.

Realidades diferentes

El grupo tiene detrás una filosofía de vida, lo que lo diferencia en cierta manera de otros ocupantes, aunque resaltaron que no existe hacer una diferenciación cuando el problema de fondo es la falta de vivienda. Sostuvieron que un porcentaje alto de la población uruguaya habita en calidad de ocupante y cuestionaron que la solución implementada por el gobierno pase por concretar desalojos, a lo cual contrastaron con “la falta de oportunidades para acceder a un terreno” con la creciente extranjerización de la tierra. “Nuestra situación como ocupantes también es que somos todos laburantes, no nos morimos de hambre pero no tenemos plata para ir a comprar un terreno, la realidad es que si nos tenemos que ir de acá vamos a ir a ocupar a otro lugar. Es así, porque no hay otra solcuión para nosotros”, dijo una de ellos. Indicaron que preferirían que las diferentes situaciones que ellos atraviesan se estudiaran caso a caso, porque hay quienes podrían pagar más y otros menos. Otro integrante del grupo señaló: “A mí no me interesa ser propietario, lo que quiero es tener los mismos derechos que una persona que tiene un terreno abandonado hace 60 años y que no hizo nada y que tenía su terreno con mugre, ratas, que es el mismo en donde yo crié a mi hija, a donde va a ir a la escuela, en donde de un boliche se saca una escuelita, donde se hacen plazas, se apagan los incendios... Paren un poco, ellos tienen más derecho... ¿Y por qué? Porque nacieron con plata?”, cuestionó. “Obvio”, respondió el resto. También mencionaron la situación de un vecino propietario que comenzó a ocupar terrenos. “Tiene ocupados cuatro o cinco; los cerca, vende los árboles que hay adentro y viene el aserradero y los corta”. El alcalde de Salinas también dijo conocer este caso, como así también dijo estar al tanto de otros en los que, sin ser propietarios, los apoderados venden terrenos o se los ceden a otros parientes.