En la revisión anual de la economía uruguaya el FMI destaca que el crecimiento “ha sido muy vigoroso en los últimos siete años”, con un repunte explicado por factores internos y externos.
Si bien recuerda que Uruguay no fue inmune a la crisis internacional, su recuperación fue “rápida y robusta”, con importante expansión de demanda interna y exportaciones en un marco de “sólido crecimiento de sus socios comerciales, precios elevados de las materias primas, abundante liquidez mundial y bajas tasas de interés internacionales”.
Para 2010 el organismo estima que el Producto Interno Bruto (PIB) creció entre 8% y 8,5%, y proyecta una “moderación” para 2011 a 5%. “El desafío más inmediato es garantizar un aterrizaje suave de la economía en un entorno caracterizado por una amplia liquidez mundial, tasas de interés internacionales bajas y los altos precios de las materias primas”, proyecta para el país. A mediano plazo, el “desafío macroeconómico consiste en sostener el rápido crecimiento con una menor volatilidad que en el pasado”.
El organismo sugiere aplicar “políticas fiscales y monetarias que permitan moderar el crecimiento de la demanda interna para ayudar a evitar una trayectoria de auge y caída de la economía”, y subraya: “La meta de mantener una tasa de crecimiento de 4% a largo plazo es alcanzable, pero requiere de esfuerzos para cubrir las necesidades de infraestructura y de mano de obra calificada”. En materia presupuestal resalta la apuesta a reducir la deuda pública pero propone “metas fiscales aun más ambiciosas”, lo que sería “viable y conveniente”. “La situación fiscal es sólida. Sin embargo, la adopción de metas fiscales más conservadoras para 2011-14 facilitaría un aterrizaje económico suave, atenuaría las presiones de apreciación de la moneda y generaría una reducción más rápida de la deuda pública”. En la misma línea, recomienda “ahorrar los ingresos excedentes asociados al ciclo”, aunque no describe cómo, y aconseja “evaluar con prudencia la reducción del IVA en el corto plazo”.
El FMI también se muestra favorable a mantener un “tipo de cambio flexible” porque es “coherente con los fundamentos de largo plazo”.
Respecto del sistema financiero, destaca los buenos niveles de capitalización y liquidez y la baja morosidad, aunque advierte que “la baja rentabilidad de los bancos sigue siendo un motivo de preocupación y hace necesarios esfuerzos para apuntalar la productividad del sector”. En otro orden, valora positivamente “las iniciativas para potenciar las perspectivas de crecimiento a largo plazo” y hace mención a las asociaciones público-privadas (APP). “Será importante que el marco de las APP garantice una distribución adecuada del riesgo entre los sectores público y privado, establezca límites sobre los pasivos generados por las APP y asegure su debida contabilización”, evalúa.
Inflados
El informe también hace foco en el incremento de presiones inflacionarias. Recuerda que en 2010 la inflación cerró en 6,9%, cercana al límite superior del rango de tolerancia (3%-7%), al tiempo que la inflación subyacente (excluye algunos alimentos y precios administrados) alcanzó 7,7%.
Valora como “una medida positiva” el aumento de la tasa de interés de política monetaria en setiembre, aunque “las presiones inflacionarias justifican un ajuste continuo”.
El organismo calificó como “una señal positiva” la reducción del rango de tolerancia del objetivo de precios (4%-6% desde junio), si bien supone “mayores desafíos para el Banco Central”; el FMI “aconseja evaluar con precaución el uso de medidas administrativas para contener la inflación”.
Las recomendaciones surgen tras conocerse los datos de inflación local de enero en un contexto regional y global de preocupación por el tema. El Índice de Precios del Consumo (IPC) aumentó 1,25% respecto de diciembre, dejando el dato anualizado en 7,27%, superior al techo de la meta y muy por encima de la que regirá desde junio. “Alimentos y bebidas no alcohólicas” fue el rubro con mayor incidencia sobre el IPC (0,58%) al registrar una suba de 2,2%. También se destacaron al alza “Salud” (0,17%), “Vivienda” (0,13%), “Muebles, artículos y productos para el hogar” (0,12%) y “Transporte” (0,10%).
En el plano regional, Brasil aumentó en enero medio punto la tasa de interés Selic, a 11,25%, en el “inicio de un proceso de ajuste”, según el Banco Central de ese país.
En Colombia, luego de un aumento inflacionario de 0,91% en enero, el Banco Central moverá al alza su tasa de referencia, aseguró su gerente, José Darío Uribe, enfatizando que el incremento de la tasa, actualmente en un mínimo histórico de 3%, se hará con gradualidad para contener la inflación provocada por una fuerte demanda interna.
El miembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González, dijo que la entidad deberá elevar las tasas si la inflación no empieza a desacelerarse hacia fin de año. El BCE mantiene las tasas de la eurozona en un mínimo histórico de 1%. “No podemos dejar que [la inflación] se vaya de nuestro control. Perder la credibilidad en el anclaje de la inflación tiene consecuencias muy serias y negativas”, advirtió.