El Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay durante 2010 sumó 807.685 millones de pesos, unos 41.526 millones de dólares al cambio del dólar interbancario de la víspera, según los datos de Cuentas Nacionales publicados ayer por el Banco Central (BCU), que estrenó su renovada página web.

Al mismo tiempo, el PIB aumentó 1,5% en el cuarto trimestre del año en términos desestacionalizados contra el trimestre previo, mientras que el crecimiento fue de 6,5% contra el cuarto trimestre de 2009, con lo cual durante 2010 la variación acumulada del volumen físico del PIB doméstico fue de 8,5%, superando las expectativas oficiales y alineándose con las del sector privado y los organismos multilaterales de crédito, que proyectaban una expansión de entre 8,5% y 9%.

Todas las actividades económicas tuvieron resultados positivos en el año, pero el principal aporte al resultado global lo hicieron “Comercio, restaurantes y hoteles” (14,8%), “Transporte, almacenamiento y comunicaciones” (14,6%) y “Suministro de electricidad, gas y agua” (90,2%), es decir, las relacionadas a las áreas de infraestructura y logística.

El saldo comercial del país fue más negativo que en 2009, porque mientras las exportaciones crecieron 9,1% las importaciones lo hicieron 16,5%.

El impulso más fuerte a la economía surgió de la demanda interna, que creció 10,8%; al interior de ésta, el “Gasto de consumo final” creció 10,1%, y dentro de éste se destacó el “Gasto de consumo final privado” (11,4%), en tanto que la “Formación bruta de capital” creció 13,2% por la expansión de la “Formación bruta de capital fijo” (14,4%), de buen desempeño por la inversión privada.

El “Ingreso nacional bruto real” creció 10,1% contra todo 2009 por la evolución positiva del PIB y el efecto de igual signo producido por la relación de los términos de intercambio externo, que representó 3,7% del PIB anual a valores constantes de 2005. Y si bien el saldo comercial fue negativo en volumen físico, fue positivo en valores corrientes, porque los precios de los bienes y servicios exportados se incrementaron al tiempo que los de las importaciones disminuyeron; así, el superávit comercial rondó el 1% del PIB.

Desagregando la demanda interna, el “Gasto de consumo final privado” representó el 68,6% del PIB, el “Gasto de consumo final de gobierno”, el 12,7%, y la “Formación bruta de capital fijo”, el 18,8%. El ahorro como factor de financiamiento de la inversión decreció y al mismo tiempo creció la financiación externa, que implicó 9% de la “Formación bruta de capital”.

En la comparación intersectorial de la expansión anual contra la de 2009, las “Actividades primarias” variaron al alza 1,1% a impulso del subsector “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” (1,1%); “Industrias manufactureras” creció 3,7%; “Suministro de electricidad, gas y agua”, 90,2%; “Construcción”, 4,3%; “Comercio, reparaciones, y restaurantes y hoteles”, 14,8%; “Transporte, almacenamiento y comunicaciones”, 14,6%, y “Otras actividades”, 2%. El “Valor agregado bruto” de la economía se incrementó 7,8%, en tanto que el rubro “Impuestos menos subvenciones sobre los productos” lo hizo 12,5%.

En el cuarto trimestre medido contra igual lapso de 2009, el capítulo “Otras actividades” aumentó 3,3% a impulso principalmente de “Servicios de intermediación financiera”, de “Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler”, y de “Otros servicios comunitarios sociales y personales”.

El patrón de crecimiento anual replicó al verificado para el cuarto trimestre, cuya expansión interanual de 6,5% también se apoyó en un fuerte crecimiento de la demanda interna, de 13,9%, basada tanto en la expansión del “Gasto de consumo final” (10,9% y 12,3% el gasto privado) como en la de “Formación bruta de capital fijo” (32,9%).

En la evolución al alza del gasto privado se destacaron las ventas de automóviles y bienes importados de consumo semiduradero, mientras que en la formación de capital sobresalieron los componentes de construcción, de adquisición de maquinaria agrícola y vehículos para transporte de mercancías, y de inversiones en energía eólica. El sector público tuvo un aporte similar al privado en la formación de capital, con mayores inversiones en vialidad, construcciones, maquinaria y obras para la interconexión eléctrica con Brasil.