A fines de 2010 se publicó la Ortografía de la lengua española, elaborada por la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española. Adolfo Elizaincín, integrante de la Academia Nacional de Letras de Uruguay, destaca que es una obra colectiva, en la línea de las últimas publicaciones académicas. “La obra fue elaborada por distintos equipos correspondientes a diferentes áreas lingüísticas. En España se realizaron borradores que fueron revisados por las comisiones de ortografía regionales; en octubre hubo una reunión entre los coordinadores de las nueve áreas lingüísticas y en noviembre, en México, se aprobó el texto final”.

Elizaincín, coordinador del área del Río de la Plata (que comprende Uruguay, Argentina y Paraguay) para la Ortografía..., se mostró satisfecho con la inclusión y contemplación de las propuestas de las distintas comisiones, y con el resultado final: “No es un manual de ortografía: es más que eso. Incluye información acerca de la historia del alfabeto, lista de países y gentilicios, información sobre monedas; se remonta al latín... Está muy bien pensada”.

La obra, de casi 800 páginas, está organizada en dos partes, “El sistema ortográfico del español” y “Ortografía de expresiones que plantean dificultades específicas”; además, incluye Apéndices y Nómina de textos citados. La Ortografía... se presentará en dos versiones: una exhaustiva y una más reducida y manejable, en la que se comenzará a trabajar pronto y que será una versión destinada a la consulta rápida.

La última Ortografía académica se publicó en 1999 también por la RAE con el rótulo “Edición revisada por las Academias de la Lengua Española”. En esa edición, que cuenta con 162 páginas, más de 500 páginas menos que la nueva obra, se consideraron aspectos que se consolidaron en este nuevo trabajo.

Ye, ye, ye

Acerca de los aspectos que generaron mayor discusión durante la elaboración de la Ortografía..., Elizaincín destacó el tema del tilde diacrítico en demostrativos y en el adverbio “solo”. Con esta edición se iba a eliminar el tilde en las palabras “ese”, “este”, “aquel” (y sus femeninos y plurales), que se admitía cuando había riesgo de anfibología, y “solo”; “sin embargo, las protestas de los propios círculos académicos fueron tales que se resolvió dejarlo como optativo”, afirmó.

También generó polémica el cambio de nombre de algunas letras, lo que, para el académico uruguayo, no es pertinente discutir en este ámbito: “Será una cuestión de lexicografía o de diccionario, pero no tiene que ver con la ortografía”. En una columna de opinión publicada en noviembre en ABC, titulada “Esa desgraciada letra griega”, Francisco Rodríguez Adrados emprende una encarnizada defensa de la “y” griega, “una letra de lujo”, dice, y su denominación, que con esta edición de la Ortografía... pasó a ser “ye”. El académico español, “cansado de las hostilidades frente a la lengua griega y a su impacto en la lengua española”, protesta: “Llamarla ye, ese invento, ¿qué ventaja tenía? Que sepamos, era tan sólo un modo de zaherir a los griegos, bastante maltratados, en España, por los planes de estudios desde 1970. También en Europa, que lleva camino de negarse a sí misma. ¡Zaherir a los griegos, que están en el centro de nuestra cultura!”.

Finalmente, la discusión, aun habiendo despertado exposiciones tan apasionadas, se zanjó bautizando “ye” a la letra antes conocida como “y griega”, lo que permitió que la vieja “i latina” dejara de necesitar identificación alguna, y pudiera llamarse simplemente “i”.

Problemas de actualización

Hasta ayer por lo menos, la versión online del Diccionario de la Lengua Española (www.drae.rae.es) todavía consignaba “ex” como adjetivo, y ofrecía los ejemplos “ex ministro, ex marido”, a pesar de que la nueva Ortografía... establece que “ex” se escribirá unido a la palabra, “exministro”, salvo en el caso de que modifique a dos palabras, como en “ex primer ministro”. Asimismo, esa versión del Diccionario tampoco recoge el cambio de la adaptación al español “güisqui”, que no prosperó, por “wiski”, una adaptación más cercana al original “whisky”. Sobre la relación entre la publicación de la Ortografía... y la actualización de los contenidos modificados en el Diccionario..., Elizaincín consideró que debería estar bastante más coordinado. “La responsable de eso es la Real Academia Española; seguramente lo están haciendo de a poco”, afirmó.

Al respecto, recordó que las invitaciones a la presentación de la Ortografía enviadas por la RAE incluían uno de los elementos que en la Ortografía se sostiene que hay que cambiar: la mayúscula inicial de palabras como “príncipe”. El texto de la invitación dice que quienes presidirán la presentación son “Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias”, y que intervendrá “Don Víctor García de la Concha, Director de la Real Academia Española y Presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española”, entre otras autoridades. No obstante, en la Ortografía... se afirma que “los sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades y cargos o empleos de cualquier rango (ya sean civiles, militares, religiosos, públicos o privados) deben escribirse con minúscula inicial por su condición de nombres comunes”, y se agrega que, aunque se suele utilizar la mayúscula “por razones de solemnidad y respeto”, se recomienda utilizarlos en minúscula, de acuerdo con “la norma general”.

Si bien es difícil asimilar los cambios ortográficos en el momento en que son propuestos, es cierto que para las nuevas generaciones no constituye un problema la adaptación al español de voces como “fútbol” o “chicle”, así como, por lo general, la supresión del tilde de formas como “dio”, “fue”, entre otras. Elizaincín considera que la educación tiene un papel fundamental a este respecto: “Cuando los docentes enseñen estos cambios, se van a incorporar sin problemas”.

Aquel concurso

El 16 de diciembre de 2010 tuvo lugar en nuestro país el XI Concurso Hispanoamericano de Ortografía, cuya ganadora fue la cubana Lisandra Cutiño. El segundo lugar lo ocupó Blanca Pérez, de España, y el tercero, Nicole Farías, de Chile. La uruguaya Carmela Pérez obtuvo el quinto lugar. Para el concurso fueron convocados los estudiantes de Argentina,Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, y representante de la población hispanohablante de Estados Unidos.Cada país debía seleccionar a su representante mediante un concurso nacional. Ya en la etapa internacional, en Uruguay, el jurado solicitó a los participantes que escribieran enunciados o palabras contextualizadas. Para esta etapa del concurso se desarrolló un software especial para garantizar la transparencia y el mejor desarrollo del certamen. Además, en las sesiones, públicas, se fue mostrando en una pantalla lo que los participantes escribían. El jurado estuvo integrado por el presidente de la Fundación Hispanoamérica Bien Escrita, Rafael Orozco; la vicepresidenta de la Academia Nacional de Letras, Angelita Parodi; la presidenta de la Sociedad de Profesores de Español del Uruguay, Carmen Acquarone; la profesora Olga Segurola y Virginia Orlando, directora del Departamento de Romanística y Español de la Facultad de Humanidades (Udelar). En la página web del Consejo de Educación Secundaria se lee: “Más allá de los lugares obtenidos, se trató de un encuentro hispanoamericano en el que la lengua escrita, su desarrollo y su valoración fueron los protagonistas. Los estudiantes del último año de Bachillerato han tomado, cada vez más, conciencia de que es a través de un buen dominio de la escritura formal que se acercan mejor y más seguros al mundo de la cultura, de las ciencias y de las letras, que los espera”.

No contaban con mi astucia

En noviembre de 2010, el edil nacionalista Edison Casulo presentó ante la Junta Departamental una propuesta para cambiar el nombre del Municipio Ch. Los argumentos que explican la iniciativa son tanto de índole electoral (se considera que la coincidencia de una letra entre nombres de municipios -municipio C y municipio Ch-, acentuada por la identidad de diagramación de las diferentes hojas de votación, puede generar confusión en el elector) como lingüística: “Si bien la letra CH en la Ortografía de 1999 pasó a considerarse dígrafo, o sea un signo ortográfico de dos letras, la misma permaneció en la tabla del alfabeto. La nueva edición de Ortografía 2010 la suprimirá ‘formalmente’ pasando nuestro abecedario a tener 27 letras ya que LL también es un dígrafo”, se lee en la moción presentada. Consultado por la diaria, Casulo afirmó: “El nombre de ese municipio es poco coherente con una política pública que debe velar por la corrección idiomática de sus habitantes. El Estado no debe identificar una dependencia con una letra que no existe en el español”. Elizaincín estimó correcto el planteo: “Desde hace años la ‘ch’ no es considerada una letra del abecedario español. Es un sonido que en la escritura se representa con dos letras que sí pertenecen al español”. En la versión online del Diccionario... encontramos que “che” es el nombre de la letra ch, definida como un dígrafo (signo ortográfico compuesto por dos letras para representar un único fonema) “considerado desde 1803 cuarta letra del abecedario español”. La Ortografía... es clara al respecto: “A partir de este momento los dígrafos ch y ll dejan de ser considerados letras del abecedario español, lo que no significa, naturalmente, que desaparezcan de su sistema gráfico; es decir, estas combinaciones seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas”. En tanto, el alcalde del Municipio Ch, Luis Luján, afirmó: “No sabía nada de esa propuesta. Para mí no es relevante esa moción. No me cambia la vida”. Actualmente, la propuesta está a estudio de la Junta Departamental; si la aprueba, puede sugerirle a la Corte Electoral que realice el cambio de nomenclatura. Si la Corte Electoral considera atendible el planteo, se realizaría el cambio.

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