Las Américas es una exposición itinerante que surge en el marco de la conmemoración de los bicentenarios de la independencia de los países del continente y que tiene como protagonistas a las mujeres. Tras su primera experiencia en Colombia durante 2010, llegó a Uruguay y continuará camino a México con el auspicio del gobierno de España. No pretende ser una muestra histórica ni una cronología del movimiento feminista, sino saldar una deuda generada por la invisibilidad de las mujeres en los procesos históricos. La versión local busca traer a primer plano los últimos 100 años de la vida de las mujeres uruguayas en todos sus aspectos, con un enfoque de derechos y una proyección a futuro.

El orden narrativo se presenta de acuerdo a la estructura del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre de 1966 y ratificado por Uruguay un año después. Las Américas se sirve del fotoperiodismo y de diversas fuentes, entre otros, el Centro de Fotografía, el Archivo Nacional de la Imagen del SODRE, la Biblioteca Nacional, la agencia EFE y archivos de prensa uruguaya, así como de aportes particulares de fotoperiodistas y archivos personales.

La primera recorrida tiene que ver con la participación en la vida política, laboral y sindical. En las siguientes secciones las mujeres aparecen una y otra vez en sus roles tradicionales como soportes de la subsistencia y de los cuidados familiares (salud, infancia, seguridad social), y también fuera de esos espacios privados. El acceso a la educación y a las áreas de conocimiento asociadas a la masculinidad, la participación en vida cultural y sus expresiones, las hazañas deportivas y hasta las formas de ocio se van presentando como conquistas femeninas.

Esta alternancia entre pasado y presente hace que el espectador oscile en el siglo XX en cada eje temático y se vea obligado a contextualizar las imágenes en el momento histórico. Un interesante aporte de la historiadora Gabriela Sapriza incluido en el catálogo de la muestra puede servir de guía en ese sentido. Su artículo “Construcción de un siglo: protagonismo de las mujeres uruguayas” sistematiza cronológicamente los avances (y retrocesos) en la conquista de derechos con una mirada histórica y teniendo en cuenta el contexto internacional.

Entre las 184 páginas del catálogo -disponible en el sitio www.lasamericasexpo.com- hay otros artículos que transitan los últimos 100 años con una mirada de género y que pueden resultar de interés. Por ejemplo, la ex senadora Margarita Percovich (responsable de la muestra en Uruguay) escribe desde una perspectiva política y se centra en las mejoras legales; la fotógrafa uruguaya Diana Mines describe la vinculación de las mujeres con las imágenes, como objetos y a la vez como productoras; su colega español Bru Rovira intenta explicar “cómo captar el alma de una sociedad” a través del fotoperiodismo.

Pero Las Américas no es sólo muestra fotográfica (con la que se tiende a presentar a las protagonistas de manera anónima). El trabajo expositivo se extiende a otros soportes tecnológicos. El recurso audiovisual incluye en el relato a las pioneras o referentes en el ámbito cultural y la lucha contra la violencia de género, en particular la doméstica, que encuentra manifestaciones públicas en reclamo de medidas al gobierno de turno por lo menos desde 1955, según el registro fotográfico.

Niños y jóvenes tienen reservado un espacio en la planta baja donde se implementó un sector con dos computadoras con conexión a internet para la redacción de un periódico como abordaje didáctico para que estos visitantes interpreten el discurso expositivo y también puedan exhibirlo. Para docentes y educadores está disponible en el sitio web una guía pedagógica para dirigir talleres destinado a grupos jóvenes y las instrucciones para participar de los espacios interactivos virtuales. Para el resto, Las Américas es una exposición ambiciosa que puede demandar un tiempito al visitante, dependiendo de su interés.