Coincidencia feliz o superposición maldita, hoy comienzan sendos encuentros que buscan mezclar la mirada desde y sobre la literatura con actividades linderas. Mientras en la Facultad de Humanidades (Udelar) y salas de Cinemateca Uruguaya tendrá lugar un encuentro de literatura y cine, en el Centro de Farmacias se estarán desarrollando las Jornadas de Literatura y Psicoanálisis.

En tanto el encuentro realizado por la Asociación Psicoanalítica del Uruguay (APU) ya va por su quinta edición, el de Humanidades busca hacer un trillo en un camino menos transitado. Organizado por una mayoría de estudiantes de Letras junto con compañeros de Filosofía, Historia y de Realización Cinematográfica de la ECU, cuyo promedio de edad no supera por mucho los 20 años. Sobre la motivos del encuentro, que es financiado por los Fondos Concursables del MEC y otras instituciones, explica Lucía Germano, quien estará encargada de abrir el encuentro hoy a las 19.00 en Cinemateca Pocitos:

"Queríamos estudiar aquello que los programas de Letras no tienen o tienen en muy escasa medida. A la par de esto, si bien la idea es muy simple y está muy estudiado en otros lados, en Uruguay no hay un pensamiento orgánico, sistémico de esta temática y entonces lo poco que hay se pierde en viejas o nuevas revistas, en artículos y entrevistas dispersas. De hecho, una prueba de ello es que del total de casi 40 participantes (entre ponencistas y moderadores) sólo dos o tres personas tenían algo escrito al respecto. Lo demás es todo creado para la ocasión: teníamos gente que sabía de cine y gente que sabía de literatura, nosotros tuvimos que cruzar estos conocimientos".

El cruce, en este caso, no es sólo de disciplinas, sino también de ámbitos: a pesar de partir del círculo universitario, hay un fuerte componente extraacadémico en la conformación de los paneles, que incluyen a periodistas, cineastas y críticos. "Eso es totalmente intencional", aclara Germano: "Pusimos gran énfasis en que el discurso de cada expositor sea claro y no recaiga en tecnicismos ni en teorías sólo para entendidos, aunque sin perder calidad en los contenidos. Creemos que ésta es la mejor manera de hacer algo que a los lectores y espectadores comunes les llegue y que no termine sólo en el currículum de unos pocos académicos. Por eso le llamamos 'encuentro' y no 'coloquio'. Nuestro impulso es que la cultura, entendida como el ánimo de aprender, se viva y se sienta. Desde este lugar se piensa el proyecto, realizando convocatorias abiertas para recibir trabajos, invitando a participar a gente que generalmente se queda por fuera de estos eventos y realizando un esfuerzo enorme de difusión en Montevideo y en el interior, integrando espectáculos, sin contar con que se puede disfrutar el evento de manera libre y gratuita".

En el encuentro habrá mesas redondas sobre los contactos entre el cine y la obra de Levrero (El hombre de Walter, film protagonizado por Gustavo Escanlar, se basa en un cuento del escritor), Morosoli, Laura Santullo y, por supuesto, Onetti: El dirigible será centro de varios debates y su realizador, Pablo Dotta, estará presentando Jamás leí a Onetti, especie de secuela de aquel film. La preponderancia de asuntos uruguayos "parte de la inquietud de pensar el acá, interrogándole su historia, sus vaivenes y proyecciones, su manera de hacer y su porqué, y de la necesidad de acotar un tema que puede ser demasiado extenso si pensamos que desde siempre el cine ha echado mano de la literatura".

Se trata, sin embargo, de dos ramas del arte con desparejo caudal de reflexión propio. "Es innegable que la crítica literaria tiene una tradición más larga en el tiempo y también en cuanto a pensarse a sí misma. En lo que refiere al cine, eso no se dio con la misma fuerza, creo que por razones obvias: una historia muchísimo más breve, menos obras en su haber, la falta, por largos años, de apoyos para el desarrollo de un arte que es caro de producir. Hay también algo paradojal porque no obstante hemos tenido críticos de la talla de Alsina Thevenet que estaban al día con lo que sucedía en el cine fuera de fronteras, en una época sin internet, pero que a su vez no se ocupaban tanto de lo que sucedía puertas adentro. Creo que aquí y ahora está faltando, más que crítica de juicio, una reflexión sobre qué es lo que sucede, y que además esa reflexión sea sistemática. Hay ejemplos del pasado que dan cuenta de un contexto mejor: desde las críticas de Horacio Quiroga, las revistas Cine Radio Actualidad, a cargo de Arturo Despouey, Film, de Cine Universitario, Cinemateca en los 70, las inquietudes de unos cuantos intelectuales, la lista es larga. Pero, aun así, considero que no llegaron a instaurarse con el mismo ímpetu como se dio en la literatura y en el imaginario esto se refleja. El hecho de que todavía se escuche clamar a la espera de 'la película uruguaya' -como si el cine uruguayo no terminase de fundarse nunca- da cuenta de esa carencia. Hay que reconocer además que en los últimos años nos encontramos con más películas uruguayas en cartel, incluso en salas comerciales, en la prensa aparecen más notas de cine que de literatura, hay un interés mayor pero todavía faltan algunos engranajes para que la teoría cinematográfica logre instaurarse. Este sí es un problema, pero natural y que ha de resolverse si seguimos teniendo iniciativas como ésta. En el resto del mundo la realidad no es tan distinta a partir de que estamos comparando un arte que se piensa desde la poética de Aristóteles con otro arte que se funda en el sigo XX y cuya teoría se instala en el mundo académico a partir de la década del 60, más allá de que sus orígenes puedan rastrearse desde los formalistas rusos y continúen con Deleuze, con los agudos análisis de Zizek, los de Shelley Stamp y con muchísimos etcéteras".

Subtextos

“Tanto el psicoanálisis como la literatura están insertos en los cambiantes horizontes culturales, y por su trabajo con el lenguaje y las modificaciones de los discursos hemos asistido a diferentes escrituras y temáticas desde las primeras jornadas, en 1995, hasta las actuales. Las disciplinas del sujeto, aun conservando su especificidad, se han transformado, por la inter y la transdisciplina y cada campo se ha vuelto más permeable en sus teorizaciones a las influencias y a la extraterritorialidad. Las subjetividades contemporáneas aparecen poniendo de manifiesto profundos sufrimientos identitarios en los que se hacen sentir los efectos de los diferentes acontecimientos sociales e históricos. También, por lo tanto, las estéticas y las poéticas se presentan de modos diferentes y el discurso cinematográfico también está incorporado en estas V Jornadas en forma de talleres”, dice Laura Verísimo, del comité organizador de Literatura y Psiconálisis.

El encuentro contará con la intervención de creadores como los escritores Mario Delgado Aparaín, Carlos María Domínguez, Circe Maia, Alicia Migdal, Aldo Mazzucchelli, el cineasta Fernado Epstein, la actriz Margarita Musto y las críticas Ana Inés Larre Borges y Rosario Peyrou. Además, habrá una instalación de Cecilia Romero: “Al comienzo se trabajaba, sobre todo, sobre narradores y poetas. Paulatinamente se fue incorporando la escena, en algunas ocasiones con unipersonales (En voz alta) o con fragmentos (En honor al mérito) con los actores 'en vivo' en forma de talleres con los asistentes, donde verdaderamente se lograba la trasnformación del lugar en un espacio teatral, aun en ausencia de los recursos habituales.

La plástica siempre ha estado presente, en alguna ocasión con una convocatoria a concurso de plásticos jóvenes. (También en alguna ocasión a un concurso literario.) Se han ido agregando diversas expresiones artísticas, los modos de intercambio se renuevan y el clima emocional ha adquirido mayor intensidad”. En las IV Jornadas la apertura se hizo con DF (el documental de Mateo Gutiérrez)”, cuenta la psicoanalista y directora de publicaciones de la APU.

La participación de Veríssimo se centrará en la escritora brasileña Clarice Lispector: “Es una de las voces más intensas y removedoras, involucra y cautiva al lector, lo embruja con una escritura alusiva que enfrenta a momentos de 'revelaciones' tanto como a zonas de opacidad, de misterio, de sentidos que aparecen y se escapan porque bordea todo el tiempo algo del orden de lo indecible, un más allá del campo semiótico, que insiste en ella y que la lleva a escribir 'con náusea, con desesperación, con valentía'. Coincide con el proyecto freudiano de explorar las 'regiones infernales', para lo que el fundador del psicoanálisis también precisó coraje. Lispector bordea los abismos de lo humano y no se pierde en ellos. Es una portavoz de ese descolocamiento, de esa no coincidencia consigo mismo que es central en la concepción psicoanalítica del ser humano. Clarice Lispector trae en sí el misterio de la existencia, que es la suya pero también de todos nosotros. Así, el genio de Clarice no puede ser aprehendido por ningún tipo de recorte específico, aunque el tenor psicológico de sus escritos sea evidentemente una de las características más marcantes de su obra. Clarice es muchas -y una, al mismo tiempo. Y en eso reside la fascinación que emiten sus textos, y la valoración más que merecida que, al fin, empieza a recibir también en estas latitudes”.

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En encuentroliteraturaycine.blogspot.com y www.apuruguay.org/node/384 .