El desgraciado episodio protagonizado en un hotel de Manhattan por quien se preparaba para encabezar al histórico Partido Socialista de Francia en las próximas elecciones nacionales hacia su objetivo de retornar al Palacio del Elíseo, abrió paradójicamente las puertas de la Dirección-Gerencia del FMI a Christine Lagarde, la neoliberal ministra de Finanzas de la Francia gobernada por el bloque conservador liderado por el presidente Nicolas Sarkozy. Lagarde se destacó durante los últimos años como una de las funcionarias estatales de alto rango de la Unión Europea (UE) más involucradas en la reorganización económica y financiera asociada a los efectos devastadores de la crisis global. Es respetada entre sus colegas y cuenta con la determinación necesaria por haber llegado a cúspides de poder en un medio fuertemente concentrado por el sexo masculino. Aunque su actual estrella brilla iluminada por las fulgurantes luces de los mercados y principales centros de poder financiero.

Su principal rival como aspirante a dirigir al organismo multilateral fue el gobernador del Banco de México y ya veterano funcionario del FMI, Agustín Carstens, quien llegó a Montevideo como jerarca del organismo en el marco de una visita oficial realizada a las autoridades económicas locales, durante la pasada administración gubernamental de Tabaré Vázquez.

Creado junto al Banco Mundial (BM) tras los acuerdos de Bretton Woods, al cabo de aquella megaconflagración bélica que estableció un nuevo mapa de poder mundial, el FMI es desde entonces presidido por un ciudadano europeo mientras que el BM es conducido por un estadounidense, en virtud de ese pacto que sentó las bases de la administración financiera y de valores transables en el mundo capitalista de posguerra.

Actualmente, la estrepitosa -y sospechosa- caída de Strauss Khan reflejó simbólicamente el declive del FMI y los organismos de crédito, claramente expresado en la falta de reflejos y elementos de análisis para detectar a tiempo y evitar las peores consecuencias de la crisis global.

Padrinos

A última hora de ayer en el hemisferio norte, el secretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (EEUU), Timothy Geithner, tumbó definitivamente las aspiraciones de Carstens al expresar formalmente el respaldo de su administración a la candidatura de la ministra francesa. A través de un comunicado, Geithner destacó que Lagarde tiene “un talento excepcional y una amplia experiencia”, perfil que otorgará al FMI un “liderazgo valioso” en un momento crítico para la economía global, agregando su beneplácito por el amplio apoyo que goza la francesa entre los miembros de la entidad, informó la agencia estadounidense de noticia AP. La candidatura del mexicano no suscitó entusiasmo ni siquiera entre los países en desarrollo; y al concretarse la elección de la mujer, se convierte en la primera persona del sexo femenino en orientar al organismo.

Lagarde cuenta con un apoyo amplio en Europa, donde ha trabajado en las contingencias de la crisis financiera global y en las crisis de deuda de varios países de la UE, y además cuenta con respaldo de EEUU. Y es que también en la víspera Brasil anunció su respaldo a la ministra francesa de Finanzas mediante un comunicado del Ministerio de Hacienda, explicando que la decisión se basa “no sólo en su currículum y experiencia profesional, sino también en su reiterado compromiso con la continuidad del proceso de reformas del Fondo, expresado en público y en conversaciones con algunos gobernadores del FMI”. Y aclara que la decisión del gobierno de Brasil de “apoyar a la señora Christine Lagarde al cargo de directora gerente del Fondo Monetario Internacional” fue adoptada sólo “después” de haber desarrollado “amplias consultas con los candidatos y los gobiernos de otros países”. A modo de ejemplo de la incidencia e influencia ganadas en la última década por Brasil en el concierto económico y político internacional, cabe añadir que tanto Lagarde como Carstens visitaron Brasil para gestionar el apoyo del gigante sudamericano a sus respectivas candidaturas.

Si bien Lagarde contaba a priori con el apoyo explícito de la mayoría de los países de la UE, el comunicado brasileño lamentó que lo acelerado del proceso de selección impidiera profundizar el debate sobre el futuro del FMI. También le dieron su respaldo China y Rusia.

Antes de ingresar a la función pública en 2005 con el gobierno del neogaullista Dominique de Villepin, quien le otorgó la titularidad de la cartera de comercio exterior, Lagarde acumuló una vasta experiencia como abogada corporativa de poderosos bufetes internacionales especializados en comercio exterior, y también codirigió entidades de promoción de los intereses de las industrias petrolera y bélica. Ha defendido públicamente la idea de que el derecho laboral es un freno al desarrollo de la economía.