Llamado simplemente Leo Maslíah para niños, habrá que ir a verlo para develar el misterio. Es una de las propuestas para vacaciones que más promete, ya que involucra a un creador reconocido en diversos campos, pero a quien, a pesar de que no es la primera vez que presenta un trabajo dedicado al público infantil, no estamos acostumbrados a asociar con éste. En una obra musical y teatral en la que los clásicos infantiles se mezclan con la sensibilidad contemporánea, junto a Maslíah actúan, cantan y bailan Ana Oliver, integrante del grupo de danza contemporánea Jexe (en coros), Nicolás Mora (guitarra), Tato Bolognini (batería) y los integrantes de La Orquestita Lucía Gatti (chelo), Martín Morón (trombón) y Marco Messina (bajo). El espectáculo estará en cartel desde el domingo 26 de junio hasta el 10 de julio a las 15.30 y promete, entre otras cosas, un castillo, Blancanieves y un enano con el que se ennovia, un gusanito, una unicornia y animales desalojados de la Tierra por no haber pagado el alquiler.

-¿Cómo surge la idea de un espectáculo para niños?

-Este espectáculo específico surgió a partir de la apreciación de varias personas en cuanto a que sus hijos (niños) se aprendían canciones mías de los discos que ellos ponían en la casa, y pedían para escuchar eso.

-¿Ya has trabajado para niños?

-Sí, muchas veces. En 1989 grabé con Héctor De Benedictis en Rosario (Argentina) el disco para niños El tortelín y el canelón, con canciones de los dos, que al año siguiente fue editado en Uruguay en casete. Hace cerca de 20 años mi obra Los sueños de Anita y Curosagua, dirigida por Estela Mieres, ganó el premio Florencio al mejor espectáculo infantil. Se hacía en el teatro del Notariado. También hice otras obras de teatro para niños, y en 2003, en ocasión de editarse en CD El tortelín y el canelón en Argentina, con De Benedictis y dos músicas-actrices hicimos varias funciones de presentación, en Rosario y en Buenos Aires.

-¿Qué expectativas tenés de ese intercambio? ¿Con qué tipo de espectador pensás encontrarte?

-Bueno, somos siete en el espectáculo y supongo que nos encontraremos con todo tipo de espectadores, principalmente niños y los grandes (algunos de ellos maduros y otros inmaduros) que vayan con ellos.

-¿A niños de qué edades se dirige?

-No hay una edad determinada. Creo que distintos momentos del espectáculo pueden ser más apreciados por niños más chicos y otras por niños más grandes... Algunos pueden ser quizá también apreciadas por ancianos decrépitos.

-¿El énfasis está puesto fundamentalmente en lo musical?

-No hay un énfasis. Es un espectáculo musical y teatral. Las partes musicales están teatralizadas o coreografiadas y las partes teatrales a su vez están musicalizadas y por momentos cantadas. La estructura consiste en una sucesión de cuadros o situaciones, y cada una tiene su vestuario (a cargo de María Elena Eliash), su música y su escenografía (a cargo de Mariana Duarte) propios.

-¿Hacés un recorrido por tu obra?

-Hay varias canciones de las que compuse en distintas épocas, pero también varias cosas compuestas especialmente para ciertos momentos de este espectáculo.

-Los lunes de noche ensaya La Orquestita en café la diaria. ¿Qué se puede ver allí?

-Se puede ver a más de 20 músicos y muchos instrumentos de viento, de cuerda y de percusión, y escuchar lo que tocamos, a veces fragmentariamente o repitiendo pasajes, a veces de manera menos interrumpida. En general hacemos una primera parte de trabajo más detenido en alguna parte o de mejoramiento del ensamblaje, matices, etcétera, y una segunda parte (alrededor de las 21.00) que es más como un miniconcierto.