El domingo la Unión de Artistas Plásticos y Visuales (UAPV), que en los últimos años se ha convertido en la única agremiación activa del ramo, emitió una carta abierta al director de Cultura, Hugo Achugar, en la que, a partir de un artículo del crítico Nelson Di Maggio, publicado por La República, le exigen que explique por qué Uruguay no estará representado en la Bienal del Mercosur, que inaugura el jueves. Para los firmantes, la omisión de una representación nacional formaría parte de “la política de invisibilización y de exclusión de algunas expresiones artísticas” y de “la arbitrariedad y falta de transparencia en la toma de decisiones” así como de “la ausencia de un diálogo franco en el cual los diferentes sectores puedan intercambiar opiniones contribuyendo en el enriquecimiento de las propuestas”.
Sin embargo, la Dirección de Cultura no tendría injerencia alguna en este asunto en particular. Según Achugar, “la Bienal del Mercosur no invita a estados, invita a artistas. Toda persona informada del mundo del arte lo sabe. El Estado uruguayo no puede decirle a la Bienal del Mercosur ‘invite a Uruguay para que mande a sus artistas’. La bienal invita a quien quiere, al igual que la de San Pablo”.
La confusión tal vez provenga del hecho de que la Bienal de Venecia sí es un evento que involucra a representaciones nacionales, y ello determina que desde la Dirección de Cultura se organice el envío uruguayo y se promueva la permanencia de un pabellón propio en la ciudad italiana. “Allí el Estado concurre como tal”, puntualiza Achugar, quien también opina que “sólo un crítico desorientado puede creer que la Bienal del Mercosur tiene el mismo mecanismo que la Bienal de Venecia”.
Rioplatense al fin
También el curador de la VIII Bienal del Mercosur, José Roca (Barranquilla, Colombia, 1962) refiere a Nelson Di Maggio y su nota titulada “Bienal del Mercosur: Uruguay eliminado”. En un artículo publicado en el blog de los curadores del evento, Roca explica: “En una bienal, como en toda exposición temática, hay al menos dos criterios al momento de escoger los artistas que la conformarán: la calidad intrínseca del trabajo (lo cual es subjetivo y debatible), y la pertinencia respecto al tema que le sirve de marco. En el caso de la Octava Bienal, cuyo tema, en el fondo, son las diferentes formas que adopta contemporáneamente la noción de Nación, consideramos especialmente pertinente la obra de Alberto Lastreto, una bella animación titulada El Prócer”.
Posiblemente el video, que muestra una estatua ecuestre trasladándose de promontorio en promontorio, sea recordado en nuestro país por haber ganado el Premio Nacional de Artes Visuales en 2008. Lastreto, su autor, nació en Buenos Aires en 1951 y Roca no deja de problematizar el asunto: “Lastreto se forma como artista en Uruguay y vive en Montevideo desde hace un lustro. ¿Es lícito o no considerarlo un artista uruguayo? ¿Son el lugar de nacimiento o el pasaporte un criterio más válido que el haberse formado artísticamente en un contexto determinado, o haber contribuido a la escena local de manera significativa? Ésta no es una discusión nueva. Cuando se piensa en la escena artística norteamericana de mediados del siglo pasado vienen a la mente nombres como Willem de Kooning, Mark Rothko, Louise Nevelson, Hans Hofmann o Arshile Gorky, por citar unos pocos. Como todos sabemos, ninguno de ellos nació en Estados Unidos. Algunos ya se habían formado como artistas antes de inmigrar. Sin embargo, hay un consenso en que pueden y deben ser considerados artistas americanos debido a su contribución al arte de ese país”.
No obstante, Roca aclara que el reclamo que Di Maggio les hace a las autoridades de nuestro país -y también a él mismo- tiene raíces en el hecho de que, hasta hace dos ediciones, la Bienal asignaba cupos fijos a las representaciones nacionales. El cambio, para Roca, es un avance.
Pero igual
Para Sergio Viera, integrante de la directiva de UAPV, el caso puntual de la Bienal del Mercosur es sólo un disparador, en tanto el asunto principal es “que en la mayor parte de las representaciones de Uruguay no hay transparencia. Casi todos los envíos han sido hechos por gente allegada al director. Da la impresión de que dirigiera todo él”.
La UAPV reclama la reinstalación de la Comisión de Bellas Artes, que, integrada por representantes de la Universidad, del Museo Nacional de Artes Visuales y de los artistas, decidía sobre jurados y representaciones nacionales. Según Viera, el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, con quien se están reuniendo, vio con buenos ojos la creación de una comisión de cinco miembros, pero el representante gremial teme que también la integración de ésta sea determinada por el director de Cultura. “Si en las negociaciones del Ministerio de Trabajo están representados los trabajadores y las patronales, acá también tendrían que estar representados los hacedores”, opinó Viera.
Es una lucha
Es posible que detrás de este episodio haya una reedición de los enfrentamientos que tuvieron su pico hace cinco años, cuando se nombró a la artista contemporánea Jacqueline Lacasa como directora del Museo Nacional de Artes Visuales. Tal designación provocó airadas protestas de un grupo de artistas, que a partir de entonces decidieron agremiarse en la UAPV. Rápidamente entró en declive la Asociación de Pintores y Escultores de Uruguay (APEU), en la que las autoridades del momento (Jorge Brovetto y Luis Mardones, como ministro y director de Cultura) se habían apoyado para elegir a Lacasa, y la UAPV se transformó en el interlocutor sindical con el gobierno.
Así, puede decirse que en la raíz de la UAPV está la desconfianza por la producción y las prácticas del llamado “arte contemporáneo”. No es de extrañar que ahora muchos agremiados se sientan excluidos de una Bienal que desde su propuesta curaturial -la “geopoética”- convoque casi exclusivamente a creadores de arte contemporáneo.
Efectivamente, en la web de la Bienal del Mercosur una de las curadoras, Alexia Tala, detalla exhaustivamente su pasaje en enero por Montevideo y Punta del Este en busca de expositores. Todos los artistas y galerías que visita pertenecen al “bando contemporáneo”: Juliana Rosales, Javier Abreu, Ana Clara Talento, Yessie Young, Fernando López Lage y Ángela López (de la Fundación de Arte Contemporáneo), Santiago y Diego Velazco, Martín Sastre, Pablo Uribe, la Galería Marte UpMarket, los diseñadores Livni y Escuder, Paula Delgado, Patricia Bentacur, Tamara Cubas, Alonso y Craciun, Cecilia Mattos, Santiago Tavella, Diego Focaccio y, obviamente, el elegido, Alberto Lastreto.