La presentación del programa se realizó ayer en la sucursal 19 de Junio del Banco República y estuvo a cargo de la economista de la gremial María Laura Rodríguez, quien argumentó la necesidad de la iniciativa en el "aumento vertiginoso" que está registrando la población mundial, fenómeno que genera una "mayor presión" sobre la explotación de los recursos naturales, haciéndolos cada vez más "escasos y caros". En ese marco, un elemento positivo es la mayor concientización en las sociedades respecto de los asuntos ambientales, evolución que incide sobre los gobiernos, que gradualmente transforman esos reclamos en leyes. Pero, en este punto, la técnica alertó que la situación está generando "incremento e intensificación" de trabas comerciales asociadas a parámetros ambientales. Además, evaluó que los productos y servicios que respeten el medio ambiente representarán "un diferencial" con relación a los que no lo hagan, y ya "constituyen una estrategia de competitividad" a futuro. Rodríguez analizó que esta coyuntura puede apreciarse como "una amenaza", aunque no sólo eso. “[Es] una oportunidad [...] si nos movemos primero para ganar negocios", recordó.

Luego especificó las diferentes apuestas de planes productivos que pueden hacer las empresas: eficiencia energética, producción más limpia, reducción de contaminación (de aire, agua, suelo y sonora), tratamiento de efluentes, gestión de residuos, "contabilidad ambiental", adquisición de certificaciones ambientales, medición y reducción de la huella de carbono, y participación en el mercado de carbono.

El Programa de Medio Ambiente busca generar contactos, asesorar, brindar información, sensibilizar, capacitar, representar a los exportadores ante organismos internacionales, y brindar beneficios en certificados, consultorías, educación ambiental y publicaciones. Entre los convenios firmados, Rodríguez mencionó el alcanzado con la Universidad de Montevideo, por el cual los socios de la gremial tendrán un descuento de 10% en capacitación y consultoría de su Centro de Producción más Limpia; un beneficio de 15% en capacitación y certificación de Latu Sistemas Quality Austria (LSQA); otro de 10% en cursos, libros y normas extranjeras e internacionales, y otro de 25% en venta de normas del Instituto Uruguayo de Normas Técnicas. Además, la entidad negocia con otras instituciones para ampliar la lista de convenios.

Baile de disfraces

Por su parte, el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, explicó que la "huella de carbono" (volumen emitido de gases de efecto invernadero) guarda relación "con el ciclo de vida de los productos", describiendo a continuación que hay emisiones en los cambios de uso y establecimiento (por ejemplo cuando se ara la tierra), en la producción o cosecha, el procesamiento, y en el transporte o preservación de frío. En el caso de Uruguay, la mayor parte de las emisiones está en la fase primaria. En cuanto a las normas de control de emisiones, aseguró que comenzaron siendo "normas privadas" que luego se trasladaron al ámbito público, extendiéndose principalmente en Estados Unidos y Europa. Valoró que estas iniciativas ganan terreno, y sobre ellas alertó: "Una de las preocupaciones que tenemos es que estos componentes disfrazados de ética medioambiental nos lleven por un camino de un proteccionismo acelerado que iría en contra de los intereses de nuestras principales cadenas productivas". Aguerre indicó que "algunos rubros están en la mira", refiriéndose al caso de la carne vacuna, cuya producción es la actividad que genera la mayor proporción de emisiones. Precisó que 80% de las emisiones locales tiene origen en el sector agropecuario, y 80% del total corresponde al metano, que proviene en un 90% de los rumiantes y un 10% del arroz. No obstante, puntualizó que "la clave no es no tener vacas sino ver qué se puede hacer en materia de mitigación" de las emisiones, añadiendo que para ello es fundamental la articulación entre los sectores público y privado, así como facilitar el acceso a la información. Asimismo, el secretario de Estado advirtió que "no existe un único valor representativo de huella de carbono", lo que requiere precisión cuando se habla de números en este tema dado el riesgo real de "estigmatizar". Y abundó: "El rango de valores para un mismo producto es muy amplio, por lo cual comunicar valores medios carece de sentido [...]. En realidad, lo que importa es la identificación del proceso productivo, por eso es muy importante no hacer un uso equivocado de esta información", señaló.

En otro orden, recomendó a los exportadores aplicar una "estrategia de diferenciación por valor agregado", que apueste "a la calidad y no a la cantidad".

Estoy sensible

El ministro de Industria, Roberto Kreimerman, instó a “sensibilizar” al medio respecto de los aspectos ambientales, afirmando que “el Estado debe impulsar” esas medidas pero también las propias empresas deben tomar parte en la tarea.

Después analizó que la actual situación de crisis en los países desarrollados es producto de varios factores y procesos, como un cambio en la estructura productiva, “descontrol y corrupción del sistema financiero”, y desigualdad entre países y al interior de éstos. Agregó que esta transformación debe conducir a modificaciones en los contenidos tecnológicos de la producción, que permitan superar la crisis energética y ambiental de “un modelo que no es sustentable en el largo plazo”. También reconoció que es fundamental el desarrollo de estas políticas para prevenir perjuicios comerciales: “Es una cuestión ética pero también para evitar trabas comerciales”.

Por su parte, Pauline Davies, directora de Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresó que las acciones a concretar en este tema deben involucrar a toda la institucionalidad del gobierno, en conjunto con el sector privado.

Destacó que la cancillería participa en foros y convenciones “defendiendo los intereses del país”, pero además, por otra parte, “puede ayudar a obtener capacitación” de organismos regionales e internacionales. El presidente del Banco República, Fernando Calloia, destacó “el rol que debe asumir” la entidad a su cargo como “banca de desarrollo” para facilitar el financiamiento de este tipo de programas. Aseguró que se trata de “un compromiso y un costo adicional que asume el banco” para cumplir con esos proyectos.