Tras conquistar al público español e italiano con una electrizante fusión de ballet con ritmos de tango y candombe, el ballet oficial se dispone a estrenar El corsario, una de las grandes obras del repertorio clásico romántico, que se podrá ver del 30 de setiembre al 11 de octubre con acompañamiento de la Ossodre. Tal como dijo Julio Bocca la compañía continúa recuperando obras del repertorio clásico que quedarán para el futuro.
El Ballet Nacional del Sodre (BNS) sigue con viento en la camiseta. Luego del estreno del homenaje a los grandes coreógrafos del siglo XX, que tuvo lugar en El Galpón, de una gira de 17 funciones por el interior del país y de otra en Europa que los llevó a actuar en España y en la propia cuna del ballet, Italia, Julio Bocca dijo ayer en conferencia de prensa sentirse “feliz de estar en casa” y pronto para el estreno a fin de mes de la versión integral de El Corsario.
Con música de Adolphe Adam y Leo Delibes, El Corsario (explicó Bocca asistido por el gerente del ballet, Gerardo Bugarín) es una historia de piratas y odaliscas que trata temas como la traición, la libertad, la pasión, el engaño y la lealtad. El vestuario viene directamente de Estados Unidos, al igual que el iluminador. “Es una obra muy codiciada en el mundo ya que tiene muchos roles solistas, lo que genera una competencia sana por ver quién da el salto más alto. También tiene una historia muy linda que contar y mucho baile, es muy interesante de ver”, mencionó el director artístico del BNS.
El ballet narra en tres actos la historia de Medora, que es apresada por Lankedem, un vendedor de esclavas, para después ser vendida a Seid Pachá. Luego de traiciones, fugas y aventuras es salvada por el corsario, Conrad, que llega a la costa griega, ocupada por los turcos, al naufragar su barco. “Conrad es un chico joven descubriendo el mundo con sus amigos piratas que se enamora perdidamente de Medora. La obra tiene muchas variaciones y es técnicamente difícil; para mí es todo un reto esta interpretación, pero a la misma vez es un ballet muy distendido, tiene un pas de deux muy bonito y muchas escenas en las que se juntan varios personajes. Es muy difícil que en un ballet de tres actos se dé todo eso a la vez”, dijo a la diaria el bailarín español José Martín del Royal Ballet de Londres, invitado a representar uno de los roles principales.
La producción será repuesta por Anna-Marie Holmes, maestra coreógrafa que se encuentra en Montevideo trabajando cinco horas diarias con los integrantes del ballet, y conoce los secretos de la versión de Marius Petipa y Jules Perrot de primera mano ya que fue alumna de Natalia Dudinskaya, Alexander Pushkin y Shelest Alla del Kirov, en donde reside la más prestigiosa escuela rusa de ballet, heredera de la técnica Vaganova.
Holmes dijo a la diaria que esta pieza, basada en el poema homónimo de Lord Byron que data de 1837, tiene un espíritu muy alto y mucho humor. “Por momentos es divertido. He cambiado algunos detalles de la versión original y he puesto algo de humor para hacerlo aún más divertido, porque creo que hay que dar a las audiencias de hoy la chance de tener un momento de relax y de disfrute del ballet. Tiene además muchos roles para los hombres y muchas variaciones con varios retos y una energía explosiva. Por otra parte, los roles de las mujeres son muy Petipa, la manera en que trabajan los brazos y el sentimiento que transmiten es hermoso”.
Rosina Gil, una de las bailarinas, que junto a María Noel Riccetto y Giovanna Martinatto, interpretará uno de los roles protagónicos, apuntó que “Holmes es super exigente y hace mucho hincapié en los detalles. Proviene de las profesoras rusas que son defensoras de la técnica a ultranza, pero también le gusta mucho que le pongas gracia al rol que interpretes, que seas muy artista. Se fija mucho en las miradas, las manos, la sonrisa, que sea real lo que estás contando, porque además de bailar tenés que contar una historia. Al igual que Julio, impresiona la capacidad que tiene de sacar de los bailarines algo que parece inalcanzable. Los dos son muy parecidos en eso, son muy exigentes pero en el mejor sentido”, dijo la bailarina.
Entre las buenas nuevas a las que Bocca ya nos tiene acostumbrados, figura una gira por América Latina en el futuro cercano, actuaciones en Estados Unidos, una audición abierta a todo el mundo el 5 de noviembre y la incorporación de dos egresados de la Escuela Nacional de Danza. Por su parte, la uruguaya María Noel Riccetto, que actualmente baila en el American Ballet Theatre, dijo que cada vez le resulta más tentadora la idea de regresar a bailar a Uruguay e incluso de quedarse.
Al cierre de la conferencia, Bocca destacó que “una de las cosas que me da más felicidad es ver que la compañía viene con ganas a trabajar [...] porque eso es lo que uno quiere trasmitir. Es lindo que vengan alegres, eso hace que el ambiente sea muy bueno y se trabaje con armonía y respeto. Eso es bueno y hay que mantenerlo”.