La versión teatral de Maluco ya fue estrenada en Colombia, en el Festival Internacional de Manizales y tuvo una fugaz presentación en Montevideo durante el Festival Internacional de Teatro. Sin embargo, según su director “luego de Colombia la mostramos muy poquito acá en el festival para que la vieran los programadores extranjeros. Hicimos una función especial y alguna función más, pero en realidad el 'estreno-estreno' de Maluco acá en Montevideo viene a ser éste”.

Funciones

Maluco se pondrá en escena en el Teatro del Notariado (Guayabo 1729) los sábados de enero y febrero a las 21.30 y domingos a las 20.00. Gatomaquia estará en el mismo lugar los viernes a las 21.30.

Junto con esta presentación en Montevideo se reestrena Gatomaquia, que ya cumple cinco temporadas y que ganara en 2007 el premio Florencio al Mejor espectáculo. La adaptación de Vidal de la obra de Lope de Vega ha obtenido varios premios, además de haber sido presentada en varios países y tiene la particularidad de contar con nuevos actores (Fernando Dianesi, Santiago Sanguinetti, Natalia Bolani, Leonor Chavarría) que también integran el elenco de Maluco (excepto por Natalia Bolani).

Estrecho de Magallanes

Vidal (Las Piedras, 1943), de amplia trayectoria en el teatro independiente y también en la Comedia Nacional, ha realizado varias adaptaciones dramáticas de novelas, como Tirano Banderas, de Valle Inclán. Ahora señala que desde que leyó la novela de Baccino pensó en llevarla al teatro, pero sus actividades al frente del elenco oficial -en dos períodos, que culminaron ambos con su renuncia- fueron postergando esta decisión: “según me lo recordó Baccino, desde el año 1995 quería hacer Maluco. No pude hacerlo porque en 1996 me nombraron en la Comedia Nacional. Cuando estoy por hacerla me nombran en 2001 en la Comedia de nuevo, y en 2006 empecé a trabajar en Gatomaquia que terminó en 2007. Y ahora, como quieren otra producción dije: ahora sí lo hago. Y Baccino, que se portó muy bien en todo sentido, vino el día que lo estrenamos acá y fue muy emocionante, porque él no tenía ningún dato de nada y ahí entre el público me recordó desde cuándo venía mi intención de adaptar su novela”.

La idea de realizar una nueva producción con el elenco de Gatomaquia partió de una solicitud del Festival de Manizales, y les permitirá mostrar los dos espectáculos en distintos países. Pero además estas ventajas de producción y logística, las dos obras tienen puntos en común en cuanto a contenidos: “Ambas ocurren en el siglo XVII. La diferencia es que una está escrita en el siglo XVII y la otra está escrita a fines del siglo XX; una es una sátira y la otra es esa obra histórica-mágica escrita ahora, pero también ocurre en el siglo XVII”.

Maluco es la historia de las viscitudes de Magallanes y Sebastián Elcano en su búsqueda de un nuevo camino hacia las islas Molucas, que termina con el descubrimiento del pasaje sur entre los océanos Atlántico y Pacífico. La novela de Baccino toma como base la crónica de Antonio Pigafetta, autor de Viaje alrededor del mundo (1536), para relatar por boca de Juanillo, bufón de Magallanes, una crónica del viaje dirigida al rey Carlos V. Uno de los cambios más notorios que realizó Vidal sobre la narración de Baccino es la concentración de todos los personajes en tres actores. Al desafío interpretativo se le sumó el acercamiento a una nueva forma de trabajo, tanto para el propio director como para los actores, los técnicos y demás integrantes de esta empresa: “Es la primera vez que lo hago así. Conseguimos nueve ejemplares de la novela y los distribuí entre los actores los músicos y los técnicos, después nos juntamos y la pregunta fue '¿qué hacemos con esto?' Y ahí empezamos, porque cada uno opinaba sobre cuál escena le gustaba más, cuál se podía teatralizar y cuál no, qué cosa podía sobrar, qué se podía elegir de la anécdota. Después fuimos ensayando y probando en la cancha. Algunas escenas que habían quedado muy bien las tuvimos que tirar para afuera, aunque estaban preparadas y resueltas, porque claro, había que ir encontrando el meollo central y la forma cómo cerraban las historias”.

El resultado fue que Dianesi, Sanguinetti y Chavarrría encarnan sucesivamente a Juanillo y además comparten muchos otros roles. “Los tres se van desdoblando en Magallanes, en Beatriz, la mujer de Magallanes, en varios marinos y contramaestres, en Cartagena, en Luis de Mendoza, en Sebastián Elcano. Son casi todos los personajes que tienen conflicto con Magallanes, porque toda la obra juega en torno al conflicto con Magallanes, y de los portugueses contra los castellanos que van en el propio viaje. Juanillo, a la vez, tiene el lío con el rey Carlos V a quien le está escribiendo la carta. Son varios episodios pero en general tienen algo que protestar a la expedición, o sea, concretamente a Magallanes. Pero la visión desde Juanillo como la visión de cualquier bufón es crítica, buscándole la otra pata a las situaciones, escatológica, irónica, incrédula de muchas cosas. Tiene humor y también tiene esa cosa que tienen las buenas novelas y que es también la otra dimensión del hombre, como en Moby Dick, tratar de trascender y buscar aquello que no se sabe si se va a encontrar, que no se sabe bien si existe, si está o si no está, que es el propio Maluco”.

Como buena parte de la novela histórica de las últimas décadas, la obra de Baccino desmonta la historiografía oficial. En su caso, intercalando el humor y la ironía de la visión de Juanillo en su relato de los hechos en las cartas que le escribe al rey. Vidal opina que "por un lado está el enfrentamiento de Juanillo con Carlos V, que en realidad es la base sabrosa, y lo otro es la crónica. Entonces tuvimos que jugar entre esos dos planos. Además, tuvimos que tratar de que la crónica viviera de verdad, pero también de que las dos vertientes sean lo suficientemente poderosas para no chocar. Los hechos históricos no son cambiados por Juanillo, pero sí se mete en la historia, la reafirma pero se mete y da su opinión”.

Año y pico

Con el vestuario de Claudia Sánchez, y la música de Fernando Ulivi logró concretarse esta nueva producción de Vidal, que debe medirse con la expectativa generada por él éxito de público y crítica recogido por Gatomaquia. Además, Maluco significó para su elenco la inversión de un año de trabajo colectivo intenso.

Que cada cual haya aportado su visión e interpretación de la novela de Baccino es para Vidal un aliciente emocional: “Es lindo que sea difícil, que no se sepa ni por dónde ni cómo y empezar a buscarle la vuelta. Es la manera de no aburrirte haciendo teatro y trabajar en grupo. Cuando el grupo es bueno se trabaja así. Pero es el resultado de un año de trabajo, horas y horas por día y eso que a mí me pasó pocas veces, que es la de tener prontas puestas en escena enteras que funcionaban bien y tener que sacarlas, lo que me parece bárbaro, porque hasta que no tenés todo el cuento, la suma de hallazgos no te hace el cuento”.