“Ricardo, esta vez nos quedó a la medida”, le dijo la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, al ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, refiriéndose a la coincidencia en fechas de la Feria del Libro y el Día del Patrimonio, que convoca a revisar “el lenguaje de los uruguayos”. Olivera y Ehrlich fueron dos de los disertantes anoche en la apertura de una nueva edición de la Feria Internacional del Libro. Antes que ellos hablaron Cristina Morán, que leyó un pasaje de Boulevard Sarandí (en homenaje a su autor, Milton Schinca, fallecido hace unos meses; también Ehrlich se encargó de recordar al antropólogo Renzo Pi), y Alicia Guglielmo, presidenta de la Cámara Uruguaya del Libro.

Guglielmo dijo en diálogo con la diaria que, para esta edición de la feria, “se tomó en cuenta la sugerencia de algunos periodistas acerca de condimentarla con visitas del exterior”. Así, habrá un total de 17 invitados extranjeros: el colombiano Fernando Zapata (director del Centro Regional para el fomento del Libro en América Latina, Caribe, España y Portugal), el cubano Abel Prieto (ministro de Cultura de su país) y la cubana-argentina Aitana Alberti, los argentinos Max Aguirre (dibujante), Magdalena Ruiz Guiñazú, Tomás Abraham (filósofo), Paola Bombara (narradora), Pacho O’Donnell (historiador), Rosa Inés Colombo (psicóloga), Valeria Edelsztein, Ceferino Reato (periodista), Gabriel Rolón, Luciano Saracino (escritor para niños), la chilena Ángeles Lasso y el mexicano Mario Bellatin.

“Bellatin es ‘el más personaje’, el más distinto, y tiene una escritura rarísima. Traerlo fue todo un esfuerzo para la cámara, no sólo monetario -en eso tuvimos apoyo del Ministerio de Educación y Cultura, cuyo director de Cultura, Hugo Achugar, insistió en traerlo-, sino también de logística, porque es un hombre que viaja mucho” (ver http://ladiaria.com.uy/UBY), dijo Guglielmo. La IM, por su parte, colaboró con la llegada de la poeta y gestora Aitana Alberti. “Venimos de 34 ediciones buenas, pero siempre queremos mejorar y este año decidimos darle el giro de los invitados extranjeros”, redondeó la presidenta de la cámara.

El programa de la feria lista alfabéticamente dos centenares de participantes. “Para un medio como el uruguayo es un lujo que haya 200 intelectuales leyendo o participando en alguna actividad”, comentó Guglielmo.

La feria, como en los últimos años, ocupa el atrio de la intendencia y también gran parte de su explanada, donde se suele montar una carpa. Para esta edición los dos ingresos a la carpa están decorados con representaciones ampliadas de libros abiertos. En la “página derecha” de esos “libros” se ven imágenes de dos futbolistas y una corredora: el Chino Recoba lee El Quijote con una bandera de su club al fondo, Tony Pacheco mira a la cámara con un libro en la mano y Déborah Rodríguez aparece envuelta en la bandera nacional y recortada frente a una estantería poblada de libros un poco fuera de escala. “Fue una idea de la ministra [de Turismo y Deporte, Liliam] Kechichian: juntar íconos del deporte con la lectura. Son dos actividades importantes para los uruguayos, leer y hacer deporte. Los unimos en la frase ‘leer ejercita la mente’. Apostamos a que haya más lectura y más deporte: por ahí vamos a ser mejores como sociedad”, sentenció Guglielmo.

Otra de las novedades de esta feria será el anuncio anticipado de los ganadores del premio Bartolomé Hidalgo. El premio cobra cada vez mayor relevancia y Guglielmo toma el caso de Gustavo Espinosa para ejemplificarlo: “En 2010 se le dio el premio Revelación por Carlota podrida, ahora está nominado por la novela Las arañas de Marte y recibió el premio del MEC: eso significa que estamos distinguiendo a autores relevantes”.

Al infinito y más allá

Aunque el fuerte de la feria uruguaya son las mesas de libros -tanto para los vendedores como para los lectores ávidos de novedades y ofertas-, hay otra “feria paralela” enfocada en capacitar a la gente de la industria editorial, que comenzó la semana pasada y que, como desde hace algunos años, está centrada en los desafíos de la edición digital. En ese marco, y sobre ese tema, disertará hoy a las 18.00 en el salón Azul de la intendencia Fernando Zapata, director del Centro Regional para el fomento del Libro en América Latina, Caribe, España y Portugal.

Otras ferias, en cambio, además de ser eventos dominantemente culturales, como la de Buenos Aires, son también centros de transacciones comerciales. A ellas aludió Ehrlich anoche cuando habló de los esfuerzos que emprendió el ministerio para colocar la producción literaria uruguaya en el exterior. Concretamente, el programa de capacitación de agentes literarios (que anunciamos en http://ladiaria.com.uy/UBZ) terminó su fase inicial y la gestora y poeta Victoria Estol será la encargada de buscar contratos para autores uruguayos en las ferias de Frankfurt y Guadalajara.

La cartera que llevará Estol es la incluida en el catálogo Books from Uruguay 2012, conformado de 13 obras de diversos estilos, géneros y calidades: El infinito es sólo una forma de hablar, de Horacio Verzi, Pegame que me gusta, de Lalo Barrubia, Escipión, de Pablo Casacuberta, En un idioma extranjero, de Alicia Migdal, Gran ensayo sobre Baudelaire, de Felipe Polleri, Amores cimarrones: las mujeres de Artigas, de Marcia Collazo, El señor Fisher, de Ana Solari, Siempre será después, de Marisa Silva Schultze, El hotel de los miedos, de Ignacio Martínez, Clementina y Godofredo, de Horacio Cavallo, Juanita fantasma, de Magdalena Helguera, Vientre, de Pablo Roy Leguísamo, y Carlota podrida, de Espinosa.