La caída del valor del dólar tiene, a juicio de Bergara, una relación estrecha con el crecimiento de la economía uruguaya y con el hecho de que “sigue siendo una plaza atractiva para el ingreso de capitales”. Anotó, además, que no se puede analizar la evolución del dólar sin considerar los factores internacionales y agregó que se han tomado “medidas exitosas” para suavizar esos flujos de ingreso de capitales. Los fundamentos económicos de esos movimientos siguen presentes, en referencia a que la economía está atrayendo capitales externos. Eso ha llevado “a que participemos en el mercado buscando suavizar los movimientos del tipo de cambio y evitar apreciaciones excesivas de la moneda nacional”. La política de compra de dólares tiene “el costo de la necesaria esterilización”, en referencia al retiro de circulación de la moneda nacional que se vuelca en la compra de dólares, mediante la emisión de títulos públicos que implican el pago de intereses. “Pero estamos convencidos de que es el costo de intervenir hoy para evitar males mayores que implicarían costos mayores en el futuro”, sentenció.

Al ser consultado sobre la opinión de economistas que cuestionan que la decisión de subir la tasa de interés implicó que las monedas de la región están evolucionando en sentido contrario, Bergara indicó que “el BCU no debate con analistas” y aseguró que “el proceso ha sido muy razonable y exitoso”. Por otra parte, comentó que no se debe mirar “una sola variable” en referencia a la tasa de interés y estableció que “Uruguay tiene una tasa de interés relativamente alta con respecto a otros países que tienen el investment grade, porque tiene también inflación más alta que ellos”.

En relación con la política salarial y su influencia en las presiones inflacionarias, Bergara comentó que desde el BCU se “lo toma como un dato” y añadió que “no nos corresponde opinar acerca de la política salarial”. La inflación, dijo, depende de precios internacionales, de los movimientos de capitales, de la fortaleza de la economía y de “la demanda doméstica, que a su vez depende de múltiples factores, algunos de fundamentos y otros más circunstanciales. “No se puede tomar medidas desesperadas para que la inflación converja al rango si sabe que con eso está perjudicando otros objetivos de crecimiento y desarrollo”, anotó. De acuerdo al presidente de la autoridad monetaria, “el asunto es entender cuál es el rol de ese rango objetivo”. En su opinión, no hay que pensar en “pegarle al rango, porque uno podría tener un rango de 0% a 10% y siempre estaríamos dentro, y eso no necesariamente hace más creíble al BCU”.

En referencia a algunas opiniones que sostienen que es necesario “sincerar” la meta de inflación, Bergara replicó que “si nosotros hoy ampliáramos el rango objetivo estaríamos dando una mala señal”.

En relación con las medidas tomadas para regular el ingreso de capital especulativo, señaló que hubo una disminución sustantiva de la presión de los capitales financieros de corto plazo que buscan especular con títulos del BCU. Agregó que la emisión de títulos del BCU se hace para quitar dinero doméstico de la plaza, “no para traer dólares del exterior”. Agregó que los flujos de inversión extranjera están en grandes niveles. “Cada vez que el gobierno emite tiene excelente resultados en materia de demanda externa y doméstica”.