Hoy comienza el Primer Foro Nacional “Incorporación de la Perspectiva de Género en los Programas de Reducción de la Demanda de la Secretaría Nacional de Drogas”, organizado por esa secretaría. Si bien algunas actividades son abiertas al público, buena parte apunta a la discusión que se entablará en talleres, con técnicos y representantes de instituciones públicas y privadas. La finalidad es discutir alternativas metodológicas para introducir la perspectiva de género en planes y acciones nacionales sobre la prevención del uso problemático de drogas. El foro se cerrará el viernes, en medio del XIII Encuentro de Juntas Departamentales de Drogas. Gabriela Olivera, coordinadora general de Género de la Secretaría Nacional de Drogas (SND), dijo a la diaria que “se apuesta a poder generar un pensamiento y lineamientos a nivel nacional que puedan ser replicados”.

Olivera destacó la presencia de Amanda Bravo, socióloga y psicóloga peruana, diplomada en género, que trabaja en la Oficina Nacional de Fe y Alegría de Colombia, donde desarrolla propuestas de habilidades para la vida. La estrategia es respaldada por la Organización Mundial de la Salud y apunta a que las personas adquieran habilidades que no siempre están, como conocerse a sí mismo; abarca tres componentes, social, cognitivo y emocional. Olivera precisó que antes de ingresar a la Secretaría de Género, trabajó en el departamento de Promoción de Salud del Ministerio de Salud Pública, donde incorporó desde 1999 esta metodología al programa de prevención de hábitos tóxicos. Puntualizó que la SND ha trabajado esa veta principalmente con direcciones de educación primaria y secundaria. En el ámbito escolar han trabajado las competencias psicosociales “fundamentalmente el componente emocional: el conocimiento de sí mismo, el nivel de autoestima, el manejo de la ira, del enojo, la resolución de conflictos, que cada uno pueda aprender a mejorar sus emociones”, describió Olivera. Además, dijo que se considera “un debe” acercar esa metodología a la perspectiva de género, puesto que “no es lo mismo desarrollarlas para un hombre que para una mujer, para un niño que para una niña, aunque estén en el mismo contexto”.

Posibles abusos

Hoy el Observatorio Uruguayo de Drogas presentará el panorama del consumo de drogas desagregado por sexo, a partir de la quinta Encuesta Nacional de Hogares sobre Consumo de Drogas (2011) y la cuarta Encuesta Nacional sobre el Consumo de Drogas en Estudiantes de Enseñanza Media (2009).

Olivera mencionó que “no todas las drogas son más consumidas por hombres que por mujeres” y que hay algunas “de preferencia o de abuso” de niñas, como tabaco y psicofármacos.

Los sondeos en enseñanza media muestran que el tabaco es más elegido por mujeres que por varones, tanto para la experimentación como para consumir habitualmente. Asimismo, la encuesta entre estudiantes mostró que “la experimentación con tranquilizantes sin prescripción médica es mayor en las mujeres (7,6%) que en los hombres (4,5%)” y que ese consumo aumenta a medida que se avanza en el ciclo secundario, llegando a ser de 12% entre adolescentes que asisten a 3º de Bachillerato.

Olivera remarcó que “el consumo de tranquilizantes con y sin prescripción médica es uno de los problemas más importantes que tenemos en Uruguay”. Señaló que al cruzar datos sobre el consumo de drogas y salud mental (donde se incluye la violencia y hábitos alimentarios) el caso “de las niñas genera un alerta, cuando vemos los suicidios, los intentos de autoeliminación, o cuántos han pensado seriamente en hacerlo, vemos que nuestras niñas tienen una situación más agravada que los varones, doblemente agravada” y que es por ello que “tenemos que generar políticas con perspectiva de género”.

Por otro lado, preocupa a las autoridades el consumo de alcohol de las adolescentes, que está a la par que el de los varones, siendo que a iguales cantidades, el impacto en la mujer, por el metabolismo, es superior.

Respecto al consumo de marihuana, la encuesta a estudiantes mostró que los varones la consumen más que las mujeres, pero la diferencia se tiende a acortar entre los más chicos.

En la publicación Develando velos... sobre género y drogas, de la Junta Nacional de Drogas (mayo de 2012, disponible en www.infodrogas.gub.uy), Olivera plantea que la perspectiva de género en los estudios del uso de drogas comenzó después de la década de 1970 y 80 en Estados Unidos, y que “incluso hoy” el estigma de la percepción social de la adicción por parte de las mujeres puede incidir en la inclusión y adherencia a los tratamientos. Se puntualiza que en el mayor consumo incide el nuevo rol de la mujer en la sociedad y también la publicidad, la violencia, las exigencias. Se recuerda en ese informe que “las drogas en sí mismas no son lo central de la problemática, sino los vínculos que establecen las personas”: “El valor simbólico de las drogas, sus significados socioculturales, los efectos que se buscan al tomarlas, las expectativas que se tienen cuando se las procura, las motivaciones, actitudes y los comportamientos, son lo que realmente hacen a la problemática. En ese sentido, nos hace falta estudiar más acerca de los usos y abusos de drogas por parte de mujeres”.