Durante la feria se entregan muchísmos premios (incluidos los que dan las editoriales) y también hay uno propio, que hasta hace unos años era el Premio Juan Rulfo y ahora simplemente lleva el nombre de la feria. La elección de este año recayó en el peruano Alfredo Bryce Echenique, un escritor cuyo méritos artísticos nadie cuestiona, pero al que como articulista para la prensa le llueven las acusaciones de plagio; hace dos semanas se sumó una treintena de nuevos casos -básicamente Bryce saqueaba la prensa de Perú para llenar sus columnas en medios de España-, cuando ya se sabía que era el ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2012.

La última en indignarse fue la mexicana Elena Poniatowska, a quien se homenajeó en la feria por sus 80 años. Repasando la trayectoria de la feria, que cumple 25 años, la homenajeada dijo: “Han venido de Alemania, de España, de Italia, y ahora de Chile. Han sido premiados Juan Goytisolo, Olga Orozco, Tomás Segovia, Fernando Vallejo, Carlos Monsiváis, Juan García Ponce, y sólo después de 25 años en esta última edición, Alfredo Bryce Echenique se permitió exclamar ‘que se jodan’ en vez de reconocer, como dijo Juan Villoro, que la cultura no puede estar al margen de la ética”. Poniatowska se refería a una entrevista que dio Bryce a El País de Madrid, en la que dijo que quienes estaban en contra de que recibiera el premio eran conspiradores de derecha “que quieren todos los premios para ellos”.

Por las dudas, el peruano recibió el premio en su casa en Lima, bien lejos de Guadalajara.