Terrorismo, la puesta de la Comedia Nacional dirigida por Mario Ferreira, y Éxtasis, producción de El Galpón con dirección de Jorge Denevi, se llevaron anoche en el Teatro Solís los premios compartidos a Espectáculo y Dirección. Además, Terrorismo cosechó un premio en Actriz de Reparto (Roxana Blanco), mientras que para Éxtasis fue la contrapartida masculina (Gustavo Alonso) y el premio a Ambientación Sonora (de Alfredo Leirós). En cambio, Bienvenido a casa, creación colectiva dirigida por Roberto Suárez, que estaba nominada a varios premios, no se llevó estatuilla alguna, a pesar del gran entusiasmo que despertó en parte de la crítica.

El jurado, integrado por Myriam Caprile, María Rosa Carbajal, Carlos Cassina, Hugo Castillos, Egon Friedler, Débora Quiring, Yamandú Marichal, Gabriela Gómez y Georgina Torello, distinguió también a Jorge Bolani y a Noelia Campo como Actor y Actriz por sus trabajos en Variaciones Meyerhold y Perdidos en Yonkers, respectivamente. El texto de Neil Simon, además, que fue representado en el Teatro Alianza bajo la dirección de Roberto Jones, resultó elegido por la Asociación de Críticos como Mejor Elenco (además de Campo: Ana Rosa, Alejandro Martínez, Rafael Beltrán, Fabiana Fábregas, Franco Balestrino y Gabriel Villanueva).

El premio Revelación fue para Lucas Barreiro, Josefina Trías y Agustín Urrutia; es decir, para el veinteañero elenco de Algo de ruido hace, obra de la argentina Romina Paula, dirigida por Fabio Zidán y representada en el Anglo.

Los espectáculos mencionados se basan en obras de dramaturgos extranjeros (Oleg y Vladimir Presnyakov, Mike Leigh, Eduardo Pavlovksy, los mencionados Simon y Paula). Como Texto de Autor Nacional se premió a Juan Palmieri, escrita por Taco Larreta en 1971 y estrenada en nuestro país este año en El Galpón, con dirección de Stella Rovella.

Los llamados “rubros técnicos” fueron, como es usual, los primeros en entregarse. En este caso fueron para Leandro Garzina en Escenografía (Las 8 horas), Gerardo Egea en Vestuario (Ataúd) y en Iluminación para Claudia Sánchez (Harper), quien realizó un alegato acerca del “eterno olvido” al que son sometidos los “operarios”.

Como espectáculo extranjero se eligió a El alcalde de Zalamea, representado en abril por la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España en el Teatro Solís. Ningún representante de la embajada íbera concurrió a recibir la estatuilla.

El Florencio Ciro Scosería, que premia trayectorias y es entregado trienalmente, fue para la actriz Lilián Olagaray, tras un breve homenaje especial para Eduardo Díaz Yepes, el creador de la estatuilla que sigue siendo emblema de los Florencio a 50 años de su creación. Otro sentido homenaje al crítico e investigador Jorge Pignataro -integrante de la asociación cuando en 1962 se entregaron los primeros Florencio- tuvo como protagonista a su viuda, la también crítica María Rosa Carbajal, y a sus colegas Hugo Castillo y Yamandú Marichal.

La ceremonia, conducida por Alicia Garateguy y Humberto de Vargas, contó con actuaciones de Ruben Olivera, Leo Masliah, Christian Font y Jorge Esmoris, y marcó el retorno de los Florencio, en el año de su medio siglo, al teatro Solís.