Rosa Osimani, directora general de Comercio, opinó que las Zonas Francas contribuyeron a diversificar la matriz productiva del país “como en ningún otro lugar en el mundo”. Esto se produjo, principalmente,por el desarrollo de sectores intensivos en conocimiento y dinámicos en el comercio exterior, calificándolas como “un buen huésped”. Si bien entiende que, en comparación con la región, el país incorporó “en forma tardía” el régimen a su legislación, el desempeño en el cumplimiento de objetivos que marcaba la ley fue “exitoso”. Lo que se buscaba en aquel entonces era promover inversiones, expandir las exportaciones, incrementar el uso de mano de obra nacional e incentivar la integración internacional.

Por su parte, Fernando Lorenzo intervino diciendo que “llegó la hora de potenciar los objetivos” mediante un proyecto de ley que no sólo cambie su nombre por “Zonas Especiales Temáticas”, sino que busque “ampliar los objetivos iniciales”.

“La denominación ‘Zonas Francas’ es un concepto que implica ciertas rigideces para alinear la normativa actual a los regímenes similares en el resto del mundo”, explicó el ministro, y agregó que la legislación vigente no permite el desarrollo de ciertas actividades temáticas como la construcción de una “Zona Franca audiovisual”, proyecto que actualmente se encuentra “en espera”. Opinó que lo mejor no sería darle postestades al Ejecutivo para realizar excepciones, sino que lo “ideal” es “ser precisos y restrictivos, mediante autorizaciones parlamentarias expresas”.

El nuevo proyecto procurará, además, “mitigar” las asimetrías territoriales del sistema mediante beneficios “especiales y adicionales” a los incluidos en el tratamiento impositivo diferencial a las Zonas Francas que se instalen en el interior del país. En lo que refiere al empleo, el nuevo proyecto procurará el desarrollo de empleo de “alta” calidad y se propone modificar la proporción de participación de uruguayos en el total de empleados por la empresa “huésped”. Actualmente, el requerimiento indica que la proporción de empleados nacionales debe ser de 75%. Sin embargo, Lorenzo opinó que en determinadas situaciones resulta necesario “abrir” este margen para que una mayor cantidad de extranjeros vengan al país a capacitar, buscando compatibilizar el objetivo con el de la promoción de sectores intensivos en conocimiento.

Por otro lado, Lorenzo marcó como un elemento “sustantivo” la incorporación del “Nuevo Código Aduanero” al régimen y Osimani propuso como desafíos buscar una “mejor articulación entre el sector privado y el público” y brindar resultados de manera “más periódica”. Vale mencionar que el último censo de estas zonas fue realizado en 2010.