Finalmente hubo acuerdo en Grecia. Luego de postergaciones, presiones, negociaciones, discusiones, reuniones terminadas abruptamente y vaivenes de todo tipo, los líderes políticos que forman parte de la coalición que gobierna el país (socialdemócratas, conservadores y ultraderechistas) aceptaron el nuevo paquete de medidas de austeridad que deben implementar a cambio de recibir la ayuda internacional.

Sin embargo, los ministros de Finanzas de la eurozona, que se reunieron ayer en Bruselas, descartaron tomar una decisión sobre el desembolso del segundo rescate financiero por 130.000 millones de euros aproximadamente. Según explicaron, quedan "muchos puntos que aclarar" tras el acuerdo anunciado en Atenas.

Ya desde antes de comenzar la reunión se sabía que no habría grandes anuncios luego del mitin. El ministro alemán Wolfgang Schäuble advirtió: "No habrá resultados"; en la misma línea, el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, señalaba que todavía "hay muchos puntos que aclarar".

Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, explicó que el acuerdo técnico sobre los recortes alcanzado entre el gobierno griego y la troika es "un paso adelante", pero dejó en claro que "todavía quedan algunas decisiones importantes por delante" antes de activar el nuevo plan de asistencia.

"El gobierno y el Parlamento griego deben convencer a sus socios de que honrarán sus compromisos con acciones concretas para garantizar el equilibrio presupuestario y las reformas estructurales", sostuvo.

Yo no fui

El acuerdo entre los partidos de la coalición griega no fue fácil, puesto que los importantes recortes presupuestales generan un enorme descontento social y amenazan con deteriorar aun más una ya golpeada economía. Además, ninguno de los partidos políticos quiere quedar como el responsable de esas medidas, pensando en las elecciones anticipadas que se celebrarán en marzo o abril.

Según se supo, Grecia deberá recortar 3.000 millones de euros del gasto público este año y otros 10.000 millones hasta 2015, privatizar empresas públicas para obtener recursos, despedir a 15.000 funcionarios estatales, reducir el salario mínimo nacional 22%, entre otras duras medidas.

Luego de conocer el acuerdo entre partidos, el viceministro de Trabajo de Grecia, Yannis Koutsoukos, del partido socialista PASOK, renunció a su cargo como una señal de rechazo. “Nuestros prestamistas ignoraron los argumentos y propuestas concretas hechas por el Ministerio del Trabajo, y en una manera chantajista están aplastando los pilares de las relaciones laborales”, señaló el ex funcionario.

Por otra parte, se conoció ayer que la tasa de desempleo helena alcanzó un nuevo máximo de 20,9% en noviembre, cifra que refleja la crítica situación del país.

La producción industrial también mostró una nueva caída, mientras que la inflación retrocedió levemente, de acuerdo a datos del servicio de estadísticas Elstat, consignados por la agencia Reuters.

“La tasa de desempleo empeoró a un ritmo mucho más veloz de lo esperado, mientras que el empleo se contrajo más. La caída interanual de 9,4% en el número de personas empleadas en noviembre fue impactante”, aseguró Nikos Magginas, del Banco Nacional. “Las principales razones de este deterioro -que se espera continúe hasta el primer trimestre del año, por lo menos- son la creciente incertidumbre sobre las perspectivas de la economía griega, la posibilidad de más austeridad y un posible aumento de la economía informal”, agregó.

Los sindicatos griegos dicen que los recortes del gasto público están ahogando a la economía, y por ello volvieron a convocar a un paro de 48 horas, que comenzará hoy, en rechazo a las nuevas medidas de austeridad.