En medio de un paro general convocado por los sindicatos locales y movilizaciones que terminaron en enfrentamientos con la Policía, Grecia alcanzó un principio de acuerdo con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) respecto a los recortes presupuestales que el país deberá concretar a cambio de recibir un segundo rescate financiero por aproximadamente 130.000 millones de euros, y evitar así un incumplimiento de pagos desordenado.

Sin embargo, todavía falta que los líderes de los partidos políticos de la coalición que gobierna el país (socialdemócratas, conservadores y ultraderechistas) ratifiquen ese acuerdo, puesto que se decidió aplazar -nuevamente- una reunión con el primer ministro Lucas Papademos que estaba prevista para ayer a la noche.

Una fuente oficial que pidió no ser identificada, citada por la agencia Reuters, explicó que la decisión se tomó porque los representantes políticos griegos aún no disponían del borrador con los detalles del acuerdo de rescate que está elaborando el gobierno con los acreedores externos del país.”La razón es que los líderes políticos no tendrán tiempo para evaluar las medidas incluidas en el rescate", afirmó.

Otro dirigente partidario citado por la agencia Efe añadió que "de momento es sólo un borrador de acuerdo, hasta que no reciba el visto bueno de los líderes políticos no podemos considerarlo cerrado".

De esta forma, se sigue pateando para adelante la resolución final, en momentos en los que el tiempo apremia, puesto que Grecia debe afrontar el próximo 20 de marzo vencimientos de deuda por 14.500 millones de euros. Sin el segundo rescate eso sería prácticamente imposible de lograr y el país ingresaría en un default desordenado que podría arrastrar consigo a otros países de mayor tamaño, como España o Italia, que serían mucho más difíciles de rescatar.

Si finalmente mañana los líderes políticos aprueban el acuerdo con la troika, el asunto será aprobado rápidamente por el Consejo de Ministros y tendrá un trámite de urgencia en el Parlamento griego. El objetivo es que las nuevas reformas y el rescate sean aprobados el próximo 15 de febrero para dar tiempo de que se completen los procedimientos legales necesarios para el acuerdo de cambio de bonos.

No obstante, algunos diputados de los partidos en el gobierno ya han mostrado su rechazo a las nuevas medidas de austeridad exigidas.

Entre las duras medidas de ajuste presupuestario se menciona un recorte de entre el 20% y el 25% del salario mínimo, recortes del 20% de las pensiones por encima de 1.000 euros y una disminución sustancial de los complementos que superen los 150 euros en todas las pensiones.

Además, se incluye el despido de 15.000 funcionarios y de personal con contratos no fijos, drásticos recortes de los salarios en las empresas públicas y su privatización inmediata, y abolición de los convenios colectivos.

Las autoridades europeas han reiterado que si no se ratifican estas medidas, no se otorgará el segundo rescate y tampoco se concretará la quita de deuda pactada entre Grecia y los bancos privados.

A colocar

En medio de las negociaciones, Grecia logró colocar ayer unos 812,5 millones de euros en Letras del Tesoro a seis meses, 187,5 millones más de lo previsto inicialmente, con el fin de refinanciar una emisión de 1.000 millones de euros que vence a finales de esta semana, a una tasa menor que la aplicada en una subasta realizada en enero, según informó la agencia de noticias Reuters. Las Letras del Tesoro son la única fuente de financiación de Grecia en los mercados, y en la subasta de ayer el rendimiento ofrecido fue del 4,86% frente al 4,90% de una realizada el pasado 10 de enero.

El ratio de cobertura de la subasta fue de 2,72 veces, ya que la demanda alcanzó los 1.701 millones de euros, por debajo de las 2,8 veces de la anterior operación de enero, cuando la demanda fue de 3.495 millones de euros.

No obstante, son los bancos locales los que tradicionalmente adquieren la mayor parte de las emisiones de letras, por lo que los costos de financiación no reflejan de manera fiel las tensiones en los mercados internacionales.