Los rendimientos de los bonos españoles con vencimiento a diez años llegaron ayer a elevarse por arriba de 6% por primera vez en el año, mientras trepó a un récord histórico el costo de asegurar la deuda soberana del Estado, en otra reacción de los mercados ante la creciente percepción de que el nuevo gobierno derechista encabezado por Mariano Rajoy tendrá severas dificultades para imponer el programa de ajuste fiscal y flexibilización laboral. Al mismo tiempo, reaparecieron las demandas y rumores en torno a la posibilidad, cierta o no, de que el Banco Central Europeo (BCE) intervenga activamente de nuevo en los mercados secundarios para comprar deuda española -y también italiana- con la meta de contener su depreciación y simultánea suba de las tasas que sirven. "Asumiendo que no habría intervención [del BCE], las rentabilidades de los bonos españoles no tendrían techo y no dejarían de incrementarse", estimó el analista de mercado Lyn Graham-Taylos, estratega de deuda de la operadora Rabobank.

En la víspera, la rentabilidad del bono español subió 13 puntos básicos (pb) hasta 6,12%, guarismo que de mantenerse durante algunas semanas elevaría los costos de financiación hasta niveles insostenibles para el fisco del reino ibérico.

La incertidumbre se cierne también alrededor de las frágiles situaciones financieras de Portugal e Italia, cuando los papeles soberanos de este país pasaron a pagar 10 pb más hasta 5,63%. Para graficar el mapa de los polos de tensión en la eurozona cabe consignar que, simultáneamente, la rentabilidad de los bonos alemanes bajó al mínimo histórico de 1,628%. Y, subsiguientemente, aumentó el costo de los seguros de impago contra deuda española (CDS), derivado que se transa en el mercado tal como los papeles que aseguran, al trepar en 520 pb, lo que implica, por ejemplo, que el costo por asegurar 10 millones de dólares en pasivo español costaba ayer 520.000 dólares. En tanto, los CDS italianos a cinco años de vencimiento subían 10 pb hasta 438, y caían las monedas relacionadas al crecimiento global, como el dólar australiano y el neocelandés, mientras que el yen, considerado un valor de refugio, flotaba en un máximo de un año y medio contra el dólar estadounidense, informaba la agencia británica de noticias Reuters.

Dénle sales

La bolsa española y las acciones bancarias europeas estarían reflejando un desvanecimiento posterior a la reciente última inyección de un billón de euros por el BCE. "La acción de precios sugiere un relativo malestar con lo que está ocurriendo en España. Si lo notan, el euro se ha movido acorde a los rendimientos españoles", apuntó Vassili Serebriakov, estratega de divisas de la agencia Wells Fargo en Nueva York, cuyo mercado de divisas registraba al mediodía la mayor caída del euro en dos meses al cotizar a 1,2993 dólares, tras lo cual recuperó 0,1% hasta cotizar a 1,3066 dólares por unidad. Y el dólar, si bien fue más débil que el yen, recortó pérdidas alentado por un dato positivo inesperado sobre ventas minoristas correspondiente a marzo (0,8%).

En ese marco, España también quedó concentrando el grueso de las presiones del mercado sobre su deuda y su gobierno al saberse que la calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings no prevé modificar en el corto plazo las notas para Italia. La empresa evalúa que las medidas presupuestarias dispuestas por el gobierno de Italia son "creíbles" y consistentes con el objetivo de lograr una reducción gradual de su pasivo. Así las cosas, con el corto plazo de Italia, los inversionistas se enfocan desde ayer en las condiciones que ambientarán la subasta de bonos a dos y diez años que España hará el jueves. La última emisión española de la semana pasada verificó un relativo fracaso al recibir una demanda inferior a la oferta. Con este reciente episodio y los citados guarismos de la víspera, se considera que cualquier indicio de que los rendimientos a diez años se acercarán a 7%, nivel considerado en general como insostenible, profundizaría la debilidad del euro. La rápida erosión de la confianza de los inversionistas es determinante en el reenfoque sobre el rol del BCE, del que no sólo se esperan nuevas adquisiciones de deuda de los países del área del Mediterráneo sino también que suministre al sistema financiero regional otra inyección de liquidez. "Estamos de vuelta en la modalidad de plena crisis", aseguró Graham Taylor.

Rescate en Madrid

Esta semana tendrá lugar una de las reuniones semestrales del Fondo Monetario Internacional en momentos en que la administración Rajoy acaba de admitir que necesitará imponer nuevos recortes a los gobiernos regionales, algunos de los cuales acumulan meses de morosidad con contratistas privados. “Se está viendo cada vez más probable que España va a tener algún tipo de rescate. Suponiendo que no hay una intervención [del BCE], no se vería un tope a los rendimientos de España, que están volviendo a subir”, reiteró Graham-Taylor. El consejero europeo Klaas Knot declaró su expectativa de que el BCE nunca tenga que utilizar nuevamente el programa de recompra de pasivo regional depreciado. En entrevista con el diario español El Mundo, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, dijo que las cifras de crecimiento del primer trimestre, previstas para el 30 de abril, serían similares a las del último trimestre de 2011, cuando la economía se contrajo 0,3%. En Roma, las previsiones corregidas se esperaban para ayer pero fueron postergadas para mañana, y se aguarda un cuadro igualmente sombrío. El subsecretario de Economía, Gianfranco Polillo, dijo que el país recortará su pronóstico para 2012 al prever una contracción de 0,4% en la tercera economía más grande de la eurozona, mientras la Comisión Europea estima que la caída será de 1,3%.

Del otro lado del Atlántico, en EEUU, con todas las variables del dato de ventas minoristas habiendo excedido largamente las expectativas del mercado, Omer Esiner, jefe analista de mercado de Commonwealth Foreign Exchange, operando desde Washington, evaluó que ello representa “una clara señal de que el gasto del consumidor estadounidense permanece fuerte”, para añadir después: “Creo que es la señal más reciente de que la economía estadounidense está superando a una gran parte de sus pares más importantes”. El euro, por su lado, retrocedió contra el yen y la libra esterlina, las dos divisas más dinámicas de las horas. Éstas también registraron un moderado debilitamiento del yuan chino en la primera jornada de vigencia de la flexibilización de la banda cambiaria que rige con relación al dólar a 1% dispuesta por el Banco Popular Chino (Central, ver la diaria de ayer). De todos modos, los mercados no esperan que la apreciación anual de la divisa china salga de 2% a 3%.