Originalmente parte de una banda punk llamada The Paedophiles, la figura de Paul Di’Anno comenzó a hacerse notoria en lo que se llamó “la nueva ola de metal pesado inglés” (NWOBHM por su sigla en inglés) en 1978, cuando se integró a las filas de Iron Maiden, banda emblemática de este movimiento, en la que participó en los ahora clásicos discos Iron Maiden (1980) y Killers (1981).

Fue expulsado de Iron Maiden justo antes del lanzamiento de The Number of the Beast (aparentemente a causa de su metódico abuso de alcohol y drogas), cuando el grupo cambió su propuesta estética, orientada ahora hacia una música más solemne y fantasiosa, con un cantante más acorde a su imagen y que no pareciera un fugado de GBH o Anti-Nowhere League.

Di’Anno, que desde los primeros años de su carrera se caracteriza por su estilo más bien abierto y desprejuiciado con respecto a otros géneros musicales, continuó con una carrera solista con muchos altibajos, pero que terminó estableciéndose en torno a sus composiciones y su personal interpretación de los temas de Iron Maiden, que lo ha llevado de gira por el mundo desde entonces.

Más allá de su carrera solista, se cuentan sus cinco discos con Battlezone (un ensayo de lo que sería su carrera solista), seis con Killers (un regreso a los primeros años con Iron Maiden) y su participación en el recordado EP 
I Will Be There, del supergrupo Gogmagog, con integrantes de Def Leppard y ex miembros de Maiden.

Por otro lado, el cantante ha formado grupos no profesionales dedicados exclusivamente al punk rock ramonero, entre los cuales se destaca The Almighty Imbredz con el que grabó un disco inédito.

El miércoles 6 de junio hace un único show para 200 personas en Amarcord y aprovechamos la oportunidad para conversar con él.

-En el recital en Montevideo vas a tocar con una banda conformada por músicos argentinos: Gustavo Zavala y Dony Wolter, de Tren Loco; Pablo Soler y Helio Ferrovia, de Tormenthor, y Matías Munighini, de Mastifal. ¿Cómo se armó esa banda?

-La banda se llama La Bestia y está conformada por cinco músicos argentinos muy conocidos en el ambiente del rock metal, que se han agrupado para esta gira y simplemente son fantásticos. Fueron reclutados para mí por la productora argentina 4G. Necesito pibes que puedan tocar tanto mis temas como los clásicos de Iron Maiden con gran destreza y agresividad, y estos músicos de verdad tienen lo que hace falta para hacer bien el trabajo. La novedad es que esta banda cuenta con tres grandes violeros, en vez de la formación clásica de dos guitarras, lo que resulta en un sonido mucho más contundente.

-Estuve mirando las fechas de tu gira, que está bastante cargada [The Beast is Back empezó en febrero en México e incluye, además de 14 países de Europa, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay, en un total de casi 70 fechas]. ¿Cómo te manejás para hacer esa cantidad de shows que además tienen la particularidad de ser radicales?

-La verdad es que no tengo la menor idea de cómo hago para manejarme con esta cantidad de viajes y shows porque, últimamente, el asunto de estar de gira empieza a afectarme el cuerpo y eso es bastante jodido. Se siente como si me estuviera castigando un poquito de más. Por ahora la vengo llevando y espero poder seguir adelante con esto el mayor tiempo posible, porque el tema es que cada gira se hace más difícil que la anterior. El problema es que estar de gira es el trabajo que siempre quise para mí, y hoy por hoy es lo que hago para vivir.

-Recientemente se publicó un biografía tuya [The Beast] en la que sos descripto como “una de las estrellas de rock más dementes de todos los tiempos”, sobre la cual se ha comentado que “después de 200 páginas de locura rockera, uno queda con la sospecha de que estas memorias fueron dictadas desde la celda de una prisión de alta seguridad en un estado en el que, por suerte para el autor, la pena de muerte ya fue abolida”. ¿Por qué te ganaste esa fama de salvaje o demente?

-¡Por el Jack Daniels! Lo cierto es que en mi vida las cosas siempre se han dado de la forma más enloquecedora que te puedas imaginar, pero te juro que en estos días lo que prefiero es tomarme las cosas lo más tranquilamente posible. Pero bueno, esperemos a ver qué sucede el miércoles, cuando tenga que enfrentarme a otra de esas fiestas de cumpleaños salvajes.

-Es tu segunda vez en Montevideo. ¿Cómo describís al público sudamericano?

-Los fans sudamericanos son, por lejos, los mejores del mundo. No hay punto de comparación con audiencias de otros lugares, acá siempre saben expresar cuando realmente están disfrutando del espectáculo que ven. Me siento fantástico en los escenarios de América del Sur.

-¿Cuál es la verdadera historia detrás de la letra de “Killers”? Se dice que la escribiste cinco minutos antes de subir al escenario.

-Eso es cierto. Nosotros teníamos delineada una serie de estrofas que hicimos cuando arrancamos a trabajar en la canción, pero después la reescribimos con la intención de mejorarla. Pero..., la mierda que eso fue hace tiempo. Parece que ha pasado una vida desde esos días.

-¿Qué música estás escuchando?

-Una pila de cosas de lo más diversa. Mucho punk rock, metal, y también música pop. De hecho, todo lo que quede entre Ramones, Small Faces y easy listening.

-Habiendo sido parte del movimiento que inició un nuevo camino en el heavy metal, ¿cómo ves las bandas del género hoy en día?

-Las bandas que suenan mejor y que tienen mejores temas son las que arrancaron con el género en el primer momento. Son también las que me gusta escuchar. No me he encontrado con nada realmente novedoso o excitante en las bandas metaleras que salieron en los últimos años, mientras que si vas y te fijás en Iron Maiden, Judas Priest y Black Sabbath, tenés que admitir que son las que andan mejor. Es más: ya andaban bien en los lejanos días de mi juventud y lo más increíble es que aún sigan siendo las mejores.

-Tu último disco de estudio -The Living Dead- es de 2006. ¿Tenés planes de grabar algo nuevo?

-Siempre ando con ganas de ir al estudio a grabar material nuevo, pero para eso primero tengo que moverme para conseguir las condiciones concretas para que eso suceda. Además, me está llevando mucho tiempo conseguir condiciones como para arrancar con un trabajo que realmente quiera llevar adelante. También en 2006 salió un compilado con las canciones que canté con Iron Maiden 
-The Classics, The Maiden Years- pero fue una tirada limitada de 150 copias.

-¿Qué podés adelantarnos sobre el show que vamos a ver en Montevideo?

-Para empezar, que va a estar lleno de temas clásicos de Iron Maiden y algunas de mis composiciones como solista, pero básicamente, canciones de discos viejos: “Iron Maiden”, “Killers”, “Murder One”, “Menace to Society”. Ya tenemos el repertorio armado, y podemos adelantar que vamos a tocar “Wrathchild”, “Strange World”, “The Beast Arises”, “A Song for You”, “Killers” y “Phantom of the Opera”.

-Hace poco se habló de que te habías convertido al Islam. ¿Cómo fue eso?

-Me gustaría dejar ese tema de lado. Lo único que quisiera aclarar es que no soy musulmán.