Saint-Herblain, 1° de junio de 2012. Sr. Director de BUSQUEDA

Sr Director de LA DIARIA

Ante las publicaciones aparecidas el 31 de mayo (BUSQUEDA) y el 31 de mayo y el 1° de junio en LA DIARIA, referidas a mi conferencia del día 10 de mayo en la Biblioteca Nacional, les ruego publiquen las siguientes precisiones:

Yo estuve presente en Montevideo entre el 18 de abril y el 29 de mayo. Resulta por lo menos llamativo que se desate una polémica veinte días después de la conferencia, dos días después de mi regreso a Francia, y que en ella intervenga la redacción de LA DIARIA, que hasta entonces no se había ocupado del asunto.

Mi intervención fue presentada como un informe sobre una investigación que insumió más de un año, comenzó en Montevideo, y se desarrolló en Francia, en Madrid y en Guayaquil. De ella deducía una lección de modestia, puesto que la misma derivaba de un error contenido en mi libro Florencio Sánchez. El escritor en su centenario (Buenos Aires, Simurg, 2010).

Dicha investigación dio lugar a la redacción de un artículo que obra en poder de la Biblioteca Nacional de Montevideo y del GETEA de Buenos Aires (vinculado a la Facultad de Humanidades de Montevideo) desde principios de enero.

Es evidente que no soy responsable de los términos en que la prensa puede haber anunciado o comentado mi charla. Yo no anuncié ningún “descubrimiento”, aunque sí reivindico el honor de haber sido el primero en señalar al escritor ecuatoriano José Antonio Campos como autor de los textos firmados “Jack the Ripper” atribuidos a Florencio.

Reconozco la “sorpresa” a que alude el Prof. Vidal ante su intervención después de mi conferencia. Su lectura de dos o tres páginas escritas a máquina, o impresas, suponía un conocimiento de mi artículo, inédito que yo no le había comunicado. Falta saber quién lo hizo.

El Prof. Vidal se escuda en la defensa de Roberto Ibáñez. Yo lo ataqué:

por no haber citado siquiera a Walter Rela, autor de la atribución de los textos de ALBORADA. Es evidente que Ibáñez, en 1975, le respondía a Rela (Bibliografía de 1973) y no a Imbert (1954).

Por no haber citado siquiera las ediciones de Cúneo (1964), de Danero (1964), de Lafforgue (1968) que contienen textos de “Jack the Ripper” y que han tenido mucha mayor difusión que la biografía de Imbert, consultada por los especialistas.

Por caracterizar de manera grotesca a “Jack the Ripper”, un escritor reconocido y respetado en Ecuador.

Por difundir un “chisme de pueblo” sobre la supuesta condición de “específico” de Sánchez.

Por no haber consultado el fichero de la Biblioteca Nacional, donde estaba la solución. (Crítica igualmente válida para Walter Rela).

Pelillos a la mar: Prof. Vidal, el texto en que se alude a los poetas ecuatorianos es      “Tertulias de botica. Cencerrada candilesca” (ALBORADA, 08.02.1903), y no “Oros son triunfos”  (ALBORADA, 02.12.1900), como Ud.  parece creer. Dese una vueltita por la Biblioteca Nacional, ya que mi malhadada conferencia no le permitió comprender los peligros del citar “de boquilla”.

Dejo mucha cosa en el tintero, pero quiero terminar con dos preguntas: Prof. Vidal, ¿cuándo va a reconocer públicamente que, a pesar de sus convicciones sobre las afirmaciones de Roberto Ibáñez, Ud. también publicó  los cinco textos de “Jack the Ripper”, como de Florencio Sánchez ?  ¿cuándo va a pedir públicamente excusas a toda la plana de autoridades que figuran como responsables de su edición, UNA EDICION OFICIAL, y al pueblo uruguayo, que la financió?   No nos venga ahora con el cuentito de las “textualidades admisibles…”