En el marco del Día Internacional del Donante de Sangre que se celebra hoy, el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) lanzarán un sello de El Correo alusivo a la fecha en que se destaca la labor que vienen realizando estos organismos “en la promoción del acto altruista y voluntario de ser donante”. A su vez, el Banco de Sangre del Hospital de Clínicas convoca a una jornada de donación entre las 8.00 y las 12.00.

En paralelo, desde la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) y organizaciones sociales de diversidad sexual analizan qué caminos seguir luego de que el 17 de mayo se le entregara una carta a José Mujica en la que se le solicita que derogue el inciso de un decreto que prohíbe donar sangre a homosexuales. El decreto 385/000 que inhabilita por 12 meses a donar sangre a “hombres que hayan tenido relaciones sexuales con otros hombres y las parejas sexuales de ellos”, está basado en el reglamento técnico del Mercosur de medicina transfusional.

El director general de Salud, Yamandú Bermúdez, había manifestado a la diaria su voluntad de consultar a los técnicos correspondientes para eliminar del ordenamiento jurídico esta disposición (ver la diaria del 22/06/12). El jerarca dijo ayer a la diaria que se está “conversando”, al tiempo que indicó que el Departamento de Laboratorios de Salud Pública ya tenía una posición tomada en base a una “explicación científica”.

Para la titular de esa dependencia, doctora Cristina Mier, el argumento que conforma la “columna vertebral” del decreto, entre otros aspectos, es “la producción de un producto seguro de sangre y sus hemoderivados y hemocomponentes”, y para lograr eso debe haber una “selección adecuada del donante”. “Hay ríos de tinta escritos sobre esto, lo dice toda la literatura internacional y los países del primer mundo: no hay tecnología superior que pueda mejorar una buena selección del donante”, enfatizó.

Este criterio significa, continuó, que debe reducirse la posibilidad de transmisión de la enfermedad infecciosa u otros efectos adversos vinculados a la toma de medicamentos. “Se estudia cuáles son las condiciones que hacen aumentar el riesgo de transmisión y dentro está la probabilidad de cada persona de ser portador de VIH. En ese sentido, la población general de Uruguay -según datos oficiales del MSP- tiene una prevalencia de VIH de 0,41%. En cambio, en las poblaciones de hombres que tienen sexo con hombres es de 8%. En este contexto la probabilidad, el riesgo de transmisión de VIH es aproximadamente 20 veces mayor que el de la población general. En eso se basa la inhabilitación”, explicó.

Mier evaluó que esto “no implica ni juicios de valor sobre las personas, ni afirmación de que tienen la enfermedad, ni mucho menos la certeza de que la van a transmitir”. “Es nada más que un concepto epidemiológico de riesgo en el cual lo que se pone por encima es la producción de un producto seguro para que haya una transfusión de sangre segura y exenta de todo riesgo posible. Por eso no se violan los derechos de nadie; donar sangre no es un derecho humano fundamental y básico. Sólo se hace un riesgo potencial de transmisión sustentado en esas cifras”, concluyó la doctora. La jerarca aseguró que se analizan “todas las muestras donadas sin excepción”, pero indicó que existe el llamado “período ventana”, en el que el examen de VIH resulta negativo si la infección es muy reciente.

Desde la FEUU, Andrés San Vicente explicó que hubo contactos informales con autoridades del MSP pero que se definirán acciones cuando tengan una respuesta oficial. No obstante, a título personal, San Vicente afirmó: “No hay criterios científicos que expliquen la homofobia. La Organización Mundial de la Salud lo dice muy claramente: no hay orientaciones de riesgo, hay conductas de riesgo”.