La variación del tipo de cambio y la incertidumbre proveniente del contexto económico global son los principales factores de presión externa sobre la inflación doméstica, que en junio marcó 0,3%, lo que representó una moderación leve que dejó en 8% la variación interanual, según el Informe de Inflación Nº 121 del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve).

Al mismo tiempo, la inflación tendencial, que expresa la evolución del núcleo más estable de precios, se incrementó en 0,94% principalmente por la conjunción de las presiones salariales y la suba del precio del dólar, mientras que la inflación residual, correspondiente a los precios más volátiles, disminuyó fuertemente en -1,64%.

Desde el frente interno, los salarios ejercen la presión mayor sobre los precios, y si bien su crecimiento se desaceleró moderadamente de acuerdo a la medición de julio, su pujanza sigue impulsando el dinamismo de la actividad doméstica.

En cuanto al comportamiento de mediano y largo plazo de los precios medidos con la inflación tendencial, se aceleró fuertemente al marcar una variación interanual de 8,98%, implicando para el gobierno y la economía “mayores desafíos para el cumplimiento de las metas en el futuro. En línea con esto, el gobierno ha solicitado mayor moderación en las próximas negociaciones salariales, aunque el resultado de éstas se conocerá en los próximos meses y dependerá de la buena voluntad de las partes involucradas”, analiza el Cinve, que resume: “Preocupa la persistencia de la inflación tendencial y su aceleración en junio. No se descartan próximos aumentos de este componente, al menos mientras se mantenga el contexto internacional inestable y volátil y las presiones salariales no cedan significativamente”.

En cuanto a la aludida próxima ronda de Consejos de Salarios, se evalúa “probable que en los próximos meses las negociaciones salariales de cerca de 20% de las ramas involucradas se vuelquen hacia cierta moderación en los aumentos”, cuyas nuevas pautas “contemplarían en parte los lineamientos del gobierno sobre indicadores relevantes, duración y cláusulas de escape”. Dada la posibilidad cierta de que las negociaciones “se extiendan durante algunos meses”, ello “aliviaría parte de los aumentos en julio y agosto”, aunque los salarios continuarían “impulsando los precios” pero en grado más moderado que hasta ahora. “En suma, si bien el dato de inflación de junio fue menor a lo esperado, nuestras proyecciones de inflación se mantienen en 7,8% a diciembre de este año producto del escenario internacional volátil y su impacto”.