“La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, con fines de explotación”, así comienza contextualizando y definiendo el concepto de trata de personas el documento elaborado en forma interinstitucional hace unos meses y recientemente lanzando en formato impreso. Asimismo establece que la práctica atenta contra la dignidad, la integridad y la capacidad de la persona involucrada de constituirse en sujeto pleno de derechos, por lo que inevitablemente se asocia con la esclavitud y la violación de derechos humanos. Se suele concretar la acción mediante la amenaza, el rapto, el fraude, el engaño, el abuso de poder o el pago a cambio de tener autoridad sobre otra persona.

Desde el principio

Ayer también se llevó a cabo el lanzamiento del concurso de afiches “Conmigo, sin violencia”. La iniciativa es promovida por la Comisión Departamental de Lucha contra la Violencia Doméstica que preside la Intendencia de Montevideo (IM) y que está integrada por distintos organismos estatales. Tiene por finalidad sensibilizar a la población en general y a los jóvenes en particular en el tema de la violencia doméstica así como en el reconocimiento de la violencia como una violación de los derechos humanos. Al mismo tiempo, busca fomentar formas de relacionamiento entre varones y mujeres, basadas en la igualdad. El concurso está dirigido a adolescentes y jóvenes, quienes competirán en dos categorías, de 12 a 16 años y de 17 a 20 años. Tendrán plazo para presentar propuestas hasta el 25 de octubre. Elena Ponte, coordinadora ejecutiva de la Secretaría de la Mujer de la IM, destacó que la Administración Nacional de Educación Pública es una de las instituciones que integran la comisión departamental y desde donde se promoverá el concurso. “Entendemos que con esto se moviliza el sistema educativo, las instituciones pueden poner el tema a discusión y se puede despertar el conocimiento de cuáles son las situaciones que hay que prevenir”, indicó. Añadió que las que se deben evitar y prevenirse son las formas de relacionamiento que a la larga conducen a mantener relaciones de opresión, de poder abusivo entre las parejas. “Cuando las personas son adultas la violencia está instalada, entonces la prevención está en sensibilizar antes y es entre los jóvenes que hay que hacerlo”. Señaló que el fin de todas las acciones desarrolladas es fomentar un modelo distinto al predominante, con un varón “prepotente y agresivo” y una mujer “pasiva”.

Una vez introducidas las principales características de la forma de explotación, el documento incorpora otros aspectos que el funcionario consular debe tener en cuenta para abordar un caso o para poder detectarlo. Detalla los fines que tiene la trata en general y los fines de explotación sexual comercial, diferencia la trata del tráfico de personas (este último se relaciona con la migración ilegal), presenta a las víctimas, menciona medidas posibles de protección y da asesoramiento para lograr el retorno seguro de las víctimas.

Andrés Peláez, director para Asuntos Consulares y Vinculación del MRE, sostuvo que el texto brinda indicaciones a los funcionarios consulares sobre cómo actuar ante una situación de trata de personas, posibilitando una actuación y un retorno “rápido y sano” a nuestro país. La información allí contenida les permite a los trabajadores “atender el lado humano de la situación”, puesto que hay “familias enteras involucradas” y no están capacitados para enfrentar este tipo de situaciones.

En España, Italia y los países de la región se concentra el grueso de las denuncias que reciben los consulados uruguayos; sin embargo, Peláez destacó que las cifras no son públicas para mantener seguras a las víctimas y no interferir en investigaciones en curso.

Acá pasa

Andrea Tuana, autora del texto junto con Diana González, enfatizó durante su exposición que hace menos de diez años la trata de personas era todavía un tema invisible en nuestra sociedad. Era considerado un asunto “menor” y “costaba pensar que era un tema de género”, señaló.

Para avanzar en la problemática trabajaron centrándose en que la trata es un tema de derechos humanos y el Estado debe ser garante del cumplimiento. En la línea de trabajo desarrollada la principal preocupación es la víctima, por lo que cualquier acción que se quiera llevar adelante debe contar con el consentimiento de la persona afectada, y además, debe garantizarse su protección. A modo de ejemplo, dijo que un consulado no puede denunciar nada sin su autorización y justificó los temores al decir que las que están involucradas “son redes pesadas de tratantes”.

Tuana sintetizó la guía como una herramienta de consulta: “Corta, útil, donde la persona puede encontrar en la mínima cantidad de páginas la solución”.

Por su parte, Silvana Guerra, directora general del MRE para Asuntos Técnicos Administrativos, explicó que tras la publicación del texto capacitarán a los trabajadores consulares en la temática. Lo definió como un compromiso asumido como parte de las metas para avanzar hacia la equidad de género.