“Las exportaciones uruguayas con destino a China en el primer semestre mostraron un desempeño negativo, si bien muestran algunos indicadores positivos”, resume el primer reporte semestral sobre las relaciones comerciales entre Uruguay y China, elaborado por los investigadores Ignacio Bartesaghi y Susana Mangana, de la Universidad Católica.

El informe expresa que el comercio bilateral durante el semestre que lo inaugura muestra cambios que resumen una relación mayormente deficitaria para el país en términos de tendencia de mediano plazo de la balanza comercial. Las exportaciones bajaron 2% y las importaciones siguieron subiendo 22%. Cabe considerar que esto también puede indicar simultáneamente un incremento de la incorporación de bienes de capital e intermedios, lo que indicaría, a su vez, dinamismo de la economía local.

En las exportaciones se observa volatilidad entre los meses en términos interanuales: enero creció en valor 16% respecto del mismo mes de 2011; febrero, -22%; marzo, +59%; abril, -17%; mayo, -20% y junio, +40%. Además, desde las zonas francas se vende en China celulosa y soja, operaciones que no registra la Dirección Nacional de Aduanas por realizarse fuera de su jurisdicción. Pero el informe aporta el dato -de fuente china- de 157 millones de dólares en celulosa exportada por UPM durante el semestre. De los 383 millones de dólares en mercadería exportados desde territorio no franco uruguayo hacia China entre enero y junio, 62,2% del valor fue por la colocación de soja; 12,5% por lana e hilados de crin; 5,5% por carnes y despojos comestibles; 5,3% por animales vivos, y 3,4% por pieles y cueros. Estos productos suman en torno a 90% de la venta a ese destino, y el resto de los bienes que les siguen también son producto del sector primario de la economía o procesados de éste.

El informe agrega el dato de que China es el principal comprador mundial de soja, y adquirió 36% del producto en 2011, habiendo sido sus principales proveedores Estados Unidos (40%), Brasil (37 %), Argentina (14%), Canadá (3%) y Uruguay (3%). Se proyecta que entre este año y el próximo el gigante asiático elevará su demanda del bien en 6,1% a impulso del crecimiento de los ingresos de la población en el país, donde la soja es utilizada para elaborar alimento animal y humano, como aceites comestibles. “El ingreso per cápita real de los habitantes urbanos de China alcanzó el año pasado los 21.810 yuanes (3.434 dólares), con un aumento interanual, descontando la inflación, de 8,4%, según informes del Buró Nacional de Estadísticas”, grafica el documento. “Esta nueva clase media y alta de chinos con un creciente poder adquisitivo está transformando la sociedad, que cada vez es más urbana y abierta a la modernización”, anota el trabajo de la Universidad Católica, que también aporta la contracara de esa realidad: “Según ONU, unos 150 millones de chinos continúan viviendo con menos de un dólar al día”.

Ley dinámica

En el semestre las exportaciones más dinámicas en términos interanuales correspondieron a animales en pie, leche y derivados, cereales, cobre y sus manufacturas, grasas y aceites, y acero y hierro y sus manufacturas. En el otro extremo aparecen lanas, pescados y madera. La potencia asiática incrementa de forma sostenida su participación mundial en las compras de carnes y lácteos, y de éstos sus principales proveedores fueron Nueva Zelanda, Estados Unidos, Francia, Australia, Alemania, Holanda, Irlanda, Argentina y Dinamarca. Los autores avizoran un “progresivo aumento de las colocaciones uruguayas de productos del sector alimenticio -incluidos los cítricos- en todas sus variedades y con un mayor proceso productivo”.

En este punto, cabe destacar la vigencia de la primariedad y la concentración como características centrales de la economía uruguaya orientada al mercado externo. “En el primer semestre de 2012, diez empresas explicaron más del 65% del total exportado con destino a China, destacándose en las primeras posiciones las empresas exportadoras de semillas y de lana”. No obstante, “el número de empresas uruguayas exportadoras con destino a China [...] viene aumentando progresivamente en los últimos años junto con el aumento del comercio”.

Al mismo tiempo, se indica que, actualmente, el mercado chino ofrece a la producción local la oportunidad de exportar con mayor valor agregado sólo en el rubro alimenticio. “Según las previsiones de analistas y especialistas en China, el mayor riesgo al que se enfrenta, no ya Uruguay sino toda la región de América Latina y el Caribe, será cuando China llegue al punto máximo de su proceso de urbanización y desarrollo de infraestructura. Será en ese momento cuando empiecen a caer los precios de muchas de las materias primas exportadas por la región”.