Se conoció la semana pasada el programa del Festival de Cine de Berlín, que incluirá este año dos películas uruguayas. Ambas participarán en la 63ª edición del evento -que irá desde el 7 al 17 de febrero- aunque por fuera de la competencia principal, ésa en la que hace cuatro años la producción argentinouruguaya “Gigante”, de Adrián Biniez, se llevó tres premios.
“Anina”, dirigido por Alfredo Soderguit, es un largometraje animado basado en Anina Yatay Salas, una novela para niños de 2003 escrita por Sergio López y editada por Alfaguara. Según contó el productor Julián Goyoaga, el proyecto se viene craneando desde 2005 (ver la diaria del 07/07/11) y se terminó hace pocos meses, en setiembre del año pasado. Cuenta la historia de una niña de diez años que va a la escuela pública y discute con sus compañeros, que “la embroman porque su nombre son tres palíndromos” (palabras que se leen igual de izquierda a derecha y al revés); luego de una pelea grave, la directora de la escuela le entrega un sobre negro que contiene su castigo, y le prohíbe abrirlo por siete días. La novela narra esa semana en la vida de Anina y revela al final el contenido del sobre. La animación, de producción uruguayo-colombiana, cuenta con las voces de los actores César Troncoso, María Mendive y su hija, Federica Lacaño, además de Cristina Morán, Petru Valenski y Roberto Suárez. La película concursará por el Oso de Cristal en la sección Generation del festival, cuyo jurado está compuesto por 11 niños y siete adolescentes. El plan es que “Anina” llegue a los cines nacionales entre abril y mayo.
“Tanta agua” es un largometraje de ficción escrito y dirigido por las uruguayas Ana Guevara y Leticia Jorge, ambas egresadas de la Universidad Católica del Uruguay. La productora a cargo -junto a otras de México, Holanda y Alemania- es Control Z Films, y los universos familiares que retratan las últimas películas del colectivo de Pablo Stoll y compañía están presentes: protagonizada por Néstor Guzzini, Malú Chouza y Joaquín Castiglioni, narra las vacaciones de un padre recientemente divorciado con sus dos hijos, que se ven frustradas por la lluvia. “Tanta agua” integra el programa de la sección Panorama, que apunta al “cine arte” y a “películas controvertidas” que muestran una “estética inusual”.
Pero esta edición del festival también trae novedades para otros orientales: la programación incluirá “Parde” (Closed Curtain), la última película del cineasta iraní Jafar Panahi. El hombre, que ganó un Oso de Plata en 2006 por “Offside”, mantiene en los últimos años una relación bastante conflictiva con el gobierno de su país: por su oposición al presidente Mahmud Ahmadineyad (por medio de declaraciones, pero también de denuncias en sus películas) fue censurado unas cuantas veces y encarcelado en 2010, año en que el jurado del Festival de Cannes decidió dejar una silla vacía en su honor. La Justicia iraní lo condenó en 2011 a seis años de prisión y 20 sin poder hacer cine, dar entrevistas o salir de su país, y a modo de homenaje la organización del festival de Berlín decidió incluir la cinta, aunque no se reveló demasiada información sobre cómo hizo Panahi para filmarla ni sobre cómo logró conseguirla el jurado. No se puede decir que el hombre no es recursivo: su última cinta, “This Is Not a Film” (“esto no es una película”), de 2011, es un documental que narra el arresto domiciliario del director mientras espera la sentencia, y fue llevada de canuto desde Irán hasta Cannes en un pendrive dentro de una torta de cumpleaños.