El subsecretario del MGAP, Enzo Benech, consideró “tremendamente” importante, en un contexto global en el que la demanda de alimentos sigue en aumento, no sólo en cantidad sino en cantidad, “focalizar la atención en el mercado internacional, en nuestros clientes y, sobre todo, en quienes son consumidores de lo que producimos”. Es por eso que, entre los lineamientos estratégicos del MGAP, aparece gerenciar la negociación internacional del comercio en las cadenas productivas con capacidad exportadora y representar las políticas sectoriales de la actividad agropecuaria en la construcción de la posición país en el diálogo internacional. “Sin duda tenemos que generar políticas que tengan una clara definición hacia el sector productivo pero, además de producir eficientemente, tenemos que vender y cobrar”, explicó Benech.
En el correr de 2012 el equipo coordinador estuvo trabajando en uno de los objetivos definido como prioritario: el fortalecimiento de la Unidad de Asuntos Internacionales (UAI), cuyo cometido es la participación en las negociaciones agrícolas internacionales a nivel bilateral, regional y multilateral, buscando la coordinación del MGAP en el acceso a mercados, así como apoyando las gestiones para la obtención de habilitaciones sanitarias y fitosanitarias. Al respecto Benech comentó las dificultades encontradas durante la reestructuración de la unidad, sobre todo, en la contratación del personal capacitado entre recursos humanos que resultan “envejecidos”.
Fueron mencionadas como un logro entre las metas relativas a la inserción internacional las negociaciones para el acceso y habilitación de los mercados de carne bovina para Corea y la profundización de las negociaciones actuales con Japón, tal como lo comentó Ricardo Baluga, director saliente de la UAI. Respecto de este último, mencionó que el proceso de 12 etapas, diferente del de Corea, que contaba con ocho, “ya está en una etapa avanzada, pero aún no se ha concretado”. Uruguay, que ya cumplió con las expectativas de compra niponas en 2001, perdió la habilitación de este mercado por el brote de aftosa de 2002.
Baluga coincidió con Benech en la “muestra del trabajo integrado, transversal y en equipo” que se realizó junto con otros ministerios como el de Relaciones Exteriores, el de Economía y Finanzas, el de Industria y Minería, el Instituto Uruguay XXI, instituciones agropecuarias, así como la participación “nada menor” de los privados. Principalmente, destacó la labor interdisciplinaria en el caso del sector lácteo, en el que consideró que se “sacó partido” al Tratado de Libre Comercio con México por medio del acceso al cupo de 5.000 toneladas de leche en polvo que serán incrementadas anualmente, en función de la producción, hasta llegar a las 11.000.
También mencionó las continuas gestiones “aún no cerradas”, a favor de la habilitación para el ingreso de cítricos y de carne ovina a Estados Unidos, así como la búsqueda de oportunidades en otros mercados como el sureste asiático.
Presentó como otro logro las diversas instancias de diálogo técnico para abordar aspectos sanitarios y acciones que aseguren la normal implementación de la cuota 481 con la Unión Europea. “Esta cuota [que establece la certificación de carne de alta calidad] es hoy una realidad: a 2012 cerramos con una exportación total de 3.000 toneladas, no menor ante un contexto comercial restrictivo, con rebrotes de proteccionismo”, afirmó. Asimismo, mencionó el apoyo a la inserción de las cadenas de valor generadas por el sector hortifrutícola y de la miel. “Son cadenas que nos necesitan como articuladores”, explicó Baluga y ahondó en el sector hortifrutícola, en el que el MGAP buscó apoyar la calidad mediante la “marca país”, lo que resultó “fundamental” en mercados como el europeo.
En el caso de la miel, el apoyo se brindó ante el proceso de transición que está experimentando el sector: se pasó de exportar a la Unión Europea a direccionar las ventas a Estados Unidos. Por otro lado, calificó ciertos logros como “de ejecución continua”, entre los que se destacó la visita de la delegación china, “aprovechada por el gobierno en su totalidad” y, en el caso del MGAP, la firma de dos acuerdos: uno de cooperación agrícola y otro, “de absoluta importancia para la balanza comercial del país”, que promueve la instalación de una Comisión de Medidas Sanitarias, Fitosanitarias y de Inocuidad.
En el marco del Mercosur, donde están nuestros principales socios comerciales, Beluga destacó a Venezuela como favorable, “al considerar que el comercio es de ida y vuelta”. “También tenemos intereses defensivos”, afirmó.
Para el año corriente Benech llamó a seguir mejorando mediante la “integración de las cadenas productivas” y a atender las demandas cambiantes de los mercados internacionales, que “a medida que hay más recursos, se ponen más exigentes”. Respecto de los objetivos para el presente año, “vamos a ver hasta dónde podemos llegar, pero tenemos cosas bien concretas”, agregó.
Cosas bien concretas
Alejandro Mernies, futuro encargado de la UAI, mencionó que los esfuerzos deben ser focalizados en “mantener y mejorar el acceso de nuestros productos agropecuarios a los mercados internacionales”, en las habilitaciones sanitarias y fitosanitarias, y el seguimiento de la agenda de los foros internacionales más relevantes, así como en la participación activa en las “mesas de acceso a mercados”.
Como elementos específicos, Mernies hizo énfasis en la misión oficial y empresarial, encabezada por el ministro del MGAP, Tabaré Aguerre, que visitará Alemania y Rusia en febrero. En el caso de Alemania, coincidirá con la feria internacional Fruit Logistics, donde el ministro presentará los productos nacionales. También habrá lugar para diversas reuniones con autoridades locales como la ministra de Agricultura y una visita al Instituto Federal de Análisis de Riesgo, con la intención de promover los productos nacionales con la calidad e inocuidad como factor diferenciador. En cuanto a la visita a Rusia, principal destino de nuestras carnes en 2012 (ver nota página 6), el futuro director señaló la “potencialidad” del mercado ante su reciente incorporación a la Organización Mundial del Comercio, “no solamente en cuanto al volumen, sino también a la diversificación de rubros ”.