“Voy a bailar con La 33 recordando mis viejos tiempos de Los Bam Bam”, anticipó la intendenta de Montevideo, Ana Olivera. Lo dijo ayer de tarde en la explanada del Teatro Solís, en la conferencia de prensa de presentación de Montevideo Capital Iberoamericana de la Cultura (MCIC), que inicia su cronograma de actividades hoy a las 20.00 con cuatro recitales simultáneos en diferentes puntos de la rambla: en Kibón, y en representación de Uruguay y Argentina, toca Bajofondo Tango Club; en Bulevar Artigas, Molotov; en la Plaza Virgilio el grupo brasileño Olodum y, en el Cerro, la banda de la intendenta, desde Colombia. En cada toque habrá una previa a cargo de un DJ; estaba previsto que la activista Tania Ramírez, recientemente agredida a la salida de un local nocturno, estuviese a cargo de las bandejas en el recital de La 33, pero su médico se lo prohibió.

El ambiente de la explanada era festivo: estaban presentes figuras de la Intendencia de Montevideo (IM) y de la organización del festival, como Héctor Lescano, ex ministro de Turismo y Deporte y actual presidente de la comisión a cargo de MCIC, y Héctor Guido, director de Cultura de la comuna, más ediles y alcaldes (Mariano Arana mandó un saludo vía Lescano), pero también estaban los artistas de las cuatro bandas. Los más acribillados por periodistas y fanáticos en busca de fotos y autógrafos eran los Molotov y Juan Campodónico y Gustavo Santaolalla, de Bajofondo. Pero el clima se cortó cuando Guido, que abrió la noche, recordó tiempos menos alegres.

En medio de carteles coloridos, invitó a revisar el ideario artiguista con motivo de los 200 años de las Instrucciones del año XIII y a reflexionar “sobre acontecimientos históricos no tan lejanos, cuando la palabra ‘libertad’ era mala palabra”: rememoró el golpe de Estado de 1973, y dijo que durante la dictadura “las cadenas de radio y televisión estaban destinadas a prohibir, a perseguir, a clausurar”. “El primer día de 2013, el primer día en que Montevideo es Capital Iberoamericana de la Cultura, hicimos una cadena de televisión, pero para transmitir buenas noticias, para invitarlos a disfrutar [...] y les dimos la palabra a los artistas, a los que tanto contribuyeron a conquistar este espacio de libertad”, dijo, aludiendo indirectamente a las críticas por parte de políticos de la oposición como Pedro Bordaberry, que el 1º de enero criticó el uso de la cadena nacional por parte de la IM.

Lescano, que habló después, destacó la rambla como espacio democrático, ya que atraviesa varios barrios de Montevideo de diferentes niveles socioeconómicos. También refirió -aunque tampoco directamente- a la polémica que desató el videoclip que se emitió en año nuevo (ver la diaria del 03/01/2013): a raíz de una columna de Diego Recoba (colaborador de esta sección) difundida en Facebook, en la que criticaba la ausencia de figuras del mundo de la música tropical uruguaya, El País publicó el domingo una nota en la que Lescano admitía que la cadena se había armado “muy rápidamente”, y que la programación de MCIC pretendía lograr “una representación de todo el arte”. En la explanada del Solís dijo que “es casi un lugar común decir que [...] hay un consejo de sabios que determinan qué es cultura y qué no: creemos que todos tenemos que estar; todos los que expresen, naturalmente, el sentir de los ciudadanos”.

Olivera, que habló antes de las brevísimas intervenciones de los músicos (todos están “muy contentos” por haber sido invitados), adelantó algunas de las actividades que se prevén para este año: habrá una remodelación de la Plaza de la Bandera, un evento literario que incluirá la visita de Pilar del Río -viuda, traductora y heredera del escritor portugués José Saramago- y cabildos en varios municipios de la capital el 12 y 13 de abril. En lo que queda de enero se esperan actividades especiales como un recital de La Vela Puerca y Tabaré Cardozo en la Rural del Prado (el 19), el festival Montevideo Tropical (el 20 en el Teatro de Verano), una función de la obra de William Shakespeare La tempestad, a cargo del Chekhov International Theatre, de Rusia (en el Solís, del 27 al 29), y también actividades anuales, como el desfile de Carnaval y el de Llamadas, que se incorporaron al cronograma del festejo.

Consultada sobre los criterios para ubicar cada banda en cada barrio, contestó que no hubo una evaluación del estilo de “a tal barrio le gusta tal cosa”, que la comisión organizadora se basó además en requisitos técnicos de algunos de los grupos musicales, y que la idea es que los montevideanos “se muevan”.