En agosto la empresa de transporte COPSA anunció que dejaría de brindar servicio en 11 líneas porque no le resultaban rentables. La Intendencia de Canelones asumió la responsabilidad por esos servicios y junto a otras ocho líneas sí rentables, que le quitó a COPSA, repartió esas 19 entre empresas de transporte del departamento. Por ese motivo, desde el 1º de setiembre Zeballos Hermanos se hizo cargo de la línea 1AP que une Santa Lucía y Costa Azul; Compañía de Ómnibus del Este, de la línea 1A entre Canelones y Juanicó pasando por Las Violetas, y de la 2A entre Canelones y Santa Lucía en sus cuatro variantes, por Margat, Represa, Paso Pache y Empalme; Tala Pando recibió las líneas 755 entre Pando y Paso Carrasco, 756 entre San Jacinto y Pando pasando por Estación Tapia, 801 y 806 también entre Pando y Paso Carrasco; Rutas del Norte se encargó de las líneas 753 entre Pando y Salinas y de la 7H entre Suárez y Parque del Plata. A SATT le adjudicaron la 7F entre Pando y Parque del Plata por Sosa Díaz, la 754 entre Pando y Parque del Plata por la planta de Cerámicas Olmos, y la 8AE entre Soca y Santa Ana.

A simple vista esto parece sencillo; se trataría de la sustitución de unas líneas por otras, pero en la práctica ha generado confusión entre los usuarios y hasta algunos cambios en los servicios por diferentes motivos. Con el fin de conocer esta situación la diaria fue a la localidad de San Jacinto para intentar conversar con los usuarios del 756 y también a Pando, uno de los lugares que concentra más líneas de las reasignadas.

La línea fantasma

La mañana en San Jacinto es tranquila. Algunos charlan con el encargado del quiosco de loterías y quinielas, otros en la puerta toman mate y conversan con el vecino de enfrente, que hace lo mismo en la puerta de su casa. Al preguntar por la línea 756, “una de las que se le sacó a COPSA”, algunos no tienen ni idea de por dónde pasa ni a qué compañía le fue reasignado el servicio, otros aumentan más la confusión porque manejan información variada. Unos creen que pasó a Zeballos Hermanos, y en ese caso hay que ir hasta la agencia, ubicada en un bar a una cuadra de la plaza principal, otros creen que la tiene Tala Pando y por eso hay que ir a tomarlo frente al local de la agencia CITA. Un grupo de veteranos se junta en la puerta del club del pueblo a esperar algo que no se sabe, pero todos responden nuestra pregunta de forma diferente. Unos nos mandan a una panadería, otros a un bar, otros a un liceo, pero consultados sobre el servicio, dicen en forma unánime: “Sí, pasa seguido”.

El bar tiene sólo a un parroquiano leyendo el diario mientras un perro duerme al sol en la puerta. Al entrar nos recibe quien parece ser la persona que atiende, pero traslada todas nuestras preguntas a alguien que desde algún lugar dentro del bar responde sin dar la cara. Nos dice que pasa ahí, que ya no llega a Pando, sólo hasta Estación Tapia, y que faltan cuatro horas para el siguiente servicio.

El ómnibus hasta Tapia es conocido como “el ómnibus de los liceales”, ya que casi exclusivamente son ellos quienes ocupan el servicio, para ir desde Tapia al liceo de San Jacinto, y en base a los horarios de clase se ha armado el horario de la línea.

Sobre este tema, Marcelo Metediera, director de Tránsito y Transporte de la Intendencia de Canelones, explica que “en el servicio como tal no había necesidad de que los coches llegaran a Pando, por el hecho de que hay otros que van de San Jacinto Pando, lo que no significa que no se puedan retomar. Estuvimos hablando con el alcalde de San Jacinto y con representantes de Tala Pando para ver la posibilidad de que más de un viaje que los ómnibus hacen con destino expreso pudieran funcionar como transporte de línea”. Con respecto a estos cambios, aseguró: “La idea era arrancar con los mismos servicios que tenía COPSA para que la gente no se entreverara, pero en algunos lugares hubo que hacer algún toquecito puntual: estamos hablando de la 755 que llegaba a Paso Carrasco, que ahora no llega, aunque hace un recorrido muy similar. La idea es racionalizar el servicio complementándose. En el caso de la 755, que ahora hace Tala Pando, hay otras líneas que también realizan ese recorrido, por lo cual de algún modo el servicio se mejoró. La línea que iba a Parque del Plata ahora ingresa a la parte norte del balneario, lo mismo pasó en Atlántida o con la cobertura del barrio Talar, en Pando. A esas modificaciones se accede con el boleto urbano de 18 pesos, por lo cual creo que se superó el servicio que se venía dando”.

Para una línea sin nombre

Durante todo el camino el ómnibus fue vacío, pero al llegar a Pando se comenzó a llenar, fundamentalmente de personas mayores, escolares y liceales. Unos veteranos hablan del contrabando en Aceguá y de la película El baño del papa. Una beba de seis meses mira casi hipnotizada la cámara del fotógrafo hasta que cae rendida y se duerme. Suena Eros Ramazzotti al llegar a Pando. Una vez abajo, la pregunta por las líneas reasignadas se vuelve más dificultosa que en San Jacinto. Nadie tiene idea de dónde paran ni a qué empresas le fueron asignadas. Una empleada de un carrito de venta de chorizos nos sugiere llamar a COPSA. La operadora de la empresa nos tira datos vagos, nos nombra las empresas que ya sabemos que son las que llevan adelante las nuevas líneas, pero nada concreto. En la plaza Constitución consultamos con personas que están esperando en la parada el ómnibus, con el vendedor de caramelos y con una persona que, a juzgar por su indumentaria, parece ser inspector de COPSA. Todos dicen cosas diferentes, el inspector afirma no saber lo que debería saber, pero todos aseguran: “Sí, pasan seguido”.

Al problema de la desinformación se suma otro relevante: algunas líneas han cambiado también el número. De ese modo, la 756 pasó a llamarse L14, la 755 pasó a L5, la 801 ahora es L1, la 806 es L6, la 8AE es línea 8 y la 754 es línea 6.

Esta última está ocupada casi únicamente por trabajadores de la empresa recuperada CTC Empalme Olmos y por estudiantes. Unos escolares suben con la novedad de que un tal Bruno Tejera se quebró una mano y bajan en una escuela entre Pando y la ruta 8. Unos liceales conversan entre sí y cuando una gurisa le regala un caramelo a un muchacho, éste se pone colorado mientras sus amigos se burlan. Se bajan en el liceo de Empalme Olmos. El trayecto incluyó el pasaje por pueblos como Sosa Díaz, Villa La Montañesa, y finalmente llegamos a Salinas Norte, Salinas y Parque del Plata. En ningún momento del recorrido se ocuparon todos los asientos. El chofer asegura que no son líneas que trasladen muchos pasajeros, pero que no por eso deben dejar de pasar.