Ayer, en la secretaría del Ministerio de Salud Pública (MSP), se llevó a cabo el lanzamiento de la “Implementación del Plan Nacional de Cuidados Paliativos, en el Sistema Nacional Integrado de Salud [SNIS]”. En la presentación participó Gómez, quien desde el inicio ha colaborado en la formulación del plan, y en su última visita a Uruguay ofreció talleres en Canelones, Colonia, Durazno, Florida, Lavalleja, Rocha, Tacuarembó y Montevideo. La última actividad tuvo lugar ayer en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar).

Poscrisis

El subsecretario del MSP, Leonel Briozzo, estuvo a cargo de la apertura de la presentación del nuevo plan de alcance nacional. Comenzó recordando que en 2012 Uruguay vivió “una de las crisis más importantes” en el ámbito de la salud, ante la “posibilidad de que hubiera homicidas dentro del sistema”, lo que evidenció la necesidad de abordar el asunto de las personas que atraviesan el final de su vida padeciendo alguna enfermedad. En su opinión, el episodio de los enfermeros del Hospital Maciel y de la Sociedad Española se transformó en una oportunidad para proyectar mejoras en el sistema de salud impulsando el Plan Nacional de Cuidados Paliativos.

El detalle de los pasos dados desde marzo de 2012, cuando el caso de los enfermeros se hizo público, estuvo a cargo de la doctora Ana Noble, directora del Departamento de Programación Estratégica en Salud (DPES), y de Gabriela Píriz, responsable del Plan Nacional de Cuidados Paliativos. Una de las acciones que consideraron “fundamental” fue la elaboración de un diagnóstico. Los datos recabados permitieron concluir que en Uruguay, cada año, más de 16.000 adultos y más de 1.500 niños requieren cuidados paliativos. Además, por cada paciente hay por lo menos dos familiares vinculados que también son afectados por la problemática, de manera que más de 50.000 al año podrían verse beneficiados por un plan de cuidados. Sin embargo, según datos de la Encuesta Nacional de Cuidados Paliativos (MSP-DPES) de 2011, del total de la población que hubiese requerido este tipo de cuidados, sólo 18% los recibió. La mayoría de los beneficiados fueron adultos; únicamente 3% correspondió a la población infantil.

Otra realidad detectada mediante el diagnóstico es que la “distribución territorial es desigual”. Está centrada en la capital, mientras que en las regiones Este y Oeste la cobertura es escasa o nula. En relación a los recursos humanos, se afirmó que los equipos sanitarios no están conformados por todos los profesionales necesarios; es decir: médicos, enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales.

Las profesionales destacaron las “brechas existentes” en cuanto a la cobertura, y señalaron que justamente el plan se pensó para reducirlas. Asimismo, se busca cumplir con lo establecido al crearse el SNIS para que las personas, en todas las etapas de la vida, puedan acceder a los cuidados. Consideraron que la iniciativa es una “herramienta de política pública” que posibilitará “acuerdos y acciones con visión estratégica”. Enfatizaron que la existencia de un plan permitirá “darle sustentabilidad a la política de cuidados paliativos” y posibilitará desarrollar e implementar un modelo nacional de atención.

Las primeras metas planteadas son a cuatro años, período en el que los centros de salud de todo el país deberán incrementar los servicios a los usuarios dentro y fuera de la institución, así como la formación de personal especializado. También deberá garantizarse la atención a los cuidadores responsables de la dura tarea.

Desde el arranque se informará y sensibilizará a usuarios y al personal de la salud sobre la importancia de los cuidados paliativos, al tiempo que se impulsará un marco normativo y legal referente al tema.