“Aquí se hace biotecnología” es el lema adoptado por el Consejo Sectorial de Biotecnología. La Universidad Ort lo hizo suyo ayer, cuando presentó su nueva licenciatura en Biotecnología, con la presencia del titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Roberto Kreimerman, el ex presidente de ANCAP Raúl Sendic y el presidente de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), Omar Macadar, que conversaron acerca de las oportunidades y desafíos que presenta este sector industrial.

Macadar admitió que le “cuesta pensar [en la biotecnología] como un sector”, ya que es muy fuerte la presencia transversal que tiene “en cada uno de los otros sectores”. Para él, es un rubro al que “le lleva mucho tiempo consolidarse”, tanto en la formación académica como en “la empresarial”. Además, abogó en favor de las alianzas público-privadas y entre la académica-productiva.

“Hay un cambio en el mundo que nace a partir de la segunda mitad del siglo pasado, y éste tiene que ver con la revalorización de los alimentos”, opinó Sendic, quien además cree que este hecho abre una “ventana de oportunidades” para la producción uruguaya. “Tenemos buena tierra, agua y un saber hacer que hemos desarrollado”, afirmó, lo que da lugar a una producción de buena calidad. Ejemplificó con productos: soja, carne, vinos y lácteos. En este sentido, ubicó a la biotecnología como un sector que “contribuye al agregado de valor” en la producción local. Sendic afirmó además, que algunos países, entre los que mencionó a Corea, “estaban como nosotros” hace nada más que una década. “Lo que nos diferencia es que ellos desarrollaron la cabeza”, dijo y nombró tres ámbitos donde cree que es necesario hacer hincapié: la educación, el desarrollo de las plataformas de investigación y un “movimiento de innovadores que se convierta en una cultura del país” con una punta en el sector empresarial (público y privado) que les “demande y exija”.

Kreimerman señaló que el sector pasa por un momento histórico en el país, en referencia al auspicioso crecimiento de la producción en los últimos años. Pero también “histórico a nivel mundial”, ya que considera que el mundo vive una tercera revolución industrial, “la tecno-científica”, impulsada por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las “nuevas” energías y la biotecnología. En este sentido, dijo que “es hora de desarrollar complejos industriales” que acompañen este proceso mundial, en especial el petrolero-energético y el biotecnológico, que se acompasen con el alimenticio, el forestal-madera y el de las TIC, que ya se están consolidando en Uruguay. Para garantizar este desarrollo, el titular del MIEM sugirió como complemento con los desafíos ya nombrados, promover el financiamiento de los proyectos, a que la infraestructura sea propicia, y que haya la cantidad suficiente de profesionales en el mercado.