Se proyectaba que la planta papelera que se está construyendo en Conchillas (Colonia), de propiedad de la firma sueco-finlandesa Stora Enso y la chilena Arauco, estuviera terminada a fines de setiembre. Sin embargo, en la primera quincena de ese mes la sociedad anunció algunos cambios en el cronograma original como consecuencia de demoras en el trabajo de los “principales contratistas tecnológicos”.

En una entrevista al diario chileno de negocios Pulso, el vicepresidente ejecutivo de Arauco, Matías Domeyko, dijo que las demoras y atrasos se deben a “problemas relacionados con temas laborales” de las empresas contratistas a cargo de la construcción. El directivo explicó que se trata de un proyecto “llave en mano”, para el cual la sociedad Stora Enso-Arauco contrató a la empresa europea Andritz, que es la que lleva adelante las obras civil y el montaje de los equipos, y aclaró que el proyecto está “caminando bien” y tiene un avance de alrededor de 94%.

“Los proyectos de plantas de celulosa no son como echar a andar el horno de la casa”, respondió Domeyko ante la pregunta DE cuándo estaría funcionando la planta. Recordó que su puesta en marcha es un proceso de varios meses que incluye la prueba de los equipos que requieren sincronización, “mucha electrónica y mecánica, lo que lo convierte en un proceso complejo de varios meses”. Indicó que por eso la puesta en marcha llevará entre seis y nueve meses, y estimó que se concretaría durante el primer trimestre de 2014. Domeyko dijo que los mercados para la celulosa están asegurados y descartó que vaya a haber cambios en los precios de la materia prima. “Ésta es una planta muy eficiente y va a tener costos de producción de los más bajos del mundo en celulosa de eucaliptus”. Agregó que será muy eficiente y estará provista de la última tecnología y tendrá un tamaño tal que le permitirá capturar economías de gran escala.

La llegada de Arauco a Uruguay busca disponer de bosques que son escasos en Chile. Arauco es una de las empresas de mayor patrimonio forestal y en superficie apta para plantaciones en la región, con más de 1,7 millones de hectáreas. Domeyko explicó que Chile “tiene ventajas imbatibles en el crecimiento del pino”, pero los planes incluyen contar con bosques de eucaliptus en Brasil, Argentina, Estados Unidos y Canadá.

El empresario aseguró que Brasil “tiene un potencial forestal y de celulosa muy grande”, por lo tanto, la empresa está estudiando la posibilidad de instalar una planta allí. “En este minuto no tenemos ningún plan con eso. Son planes de largo plazo [...] No puedo dar fechas, pero en el largo plazo ojalá podamos tener una planta de celulosa en Brasil”, comentó. La inversión de ambos socios supera los 2.000 millones de dólares y, según se ha anunciado, el complejo tendrá una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas anuales de celulosa. La fábrica tendrá una unidad generadora de energía para el autoabastecimiento a partir de biomasa que venderá el excedente a UTE, y se trabaja en una terminal portuaria con el cometido de exportar celulosa y traer insumos.