La actividad económica creció 3,3% en el tercer trimestre del año al compararla con la de igual trimestre de 2012, según el informe de cuentas nacionales publicado el viernes por el Banco Central del Uruguay. Por otro lado, el Producto Interno Bruto disminuyó 0,7% al contraponer el dato actual con el del segundo trimestre del año que corre. Las cifras muestran una economía que, si bien disminuye su ritmo de crecimiento en términos desestacionalizados, sigue creciendo y en niveles que superan las expectativas de los analistas. El ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, recibió el dato con sorpresa, y dijo que es “algo menor al esperado”, pero aseguró que “teniendo en cuenta la evolución de las diferentes variables a lo largo del año y tomando un marco temporal mayor al trimestral, mantenemos la previsión de crecimiento del orden del 4% para el [cierre del] año”. El titular de la cartera de Economía dijo a la Secretaría de Comunicación de Presidencia que “el proceso de inversión y de cambio estructural de la matriz productiva mantiene su curso”.

Desde el enfoque del gasto, el crecimiento interanual responde, principalmente, al dinamismo de la demanda interna producto del comportamiento expansivo del gasto de consumo final. El incremento de este último (5,2%) se debió al crecimiento del consumo de las familias (4,2%), en el que incidieron fuertemente los gastos realizados por uruguayos en el exterior. En menor medida, se incrementó el gasto de consumo final de gobierno (0,4%). En cuanto a la inversión de la economía, si bien se contrajo 1,3% en la comparación interanual, la caída se moderó respecto al trimestre anterior, cuando había caído 5,4%. El descenso se explica, en gran medida, por la contracción de la formación bruta de capital fijo, especialmente por la caída registrada en el ámbito privado. Según el informe, estuvo asociada a los menores requerimientos tanto de construcción como de maquinaria para la planta de pulpa de celulosa en Colonia, que está en sus últimas etapas de instalación. Esto fue en parte compensado por la inversión en tareas de prospección y exploración de hidrocarburos. En el sector público, la inversión aumentó 5,7%.

En el frente externo, las importaciones crecieron a mayor ritmo que las exportaciones, lo que determinó un mayor saldo neto negativo en el volumen físico de las transacciones con el exterior. Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron 2,8% como resultado de las mayores colocaciones de productos agrícolas -sobre todo, de soja- y de vehículos automotores, ya que las ventas de servicios cayeron en igual período. Por otro lado, las importaciones registraron un incremento de 4,7%, debido exclusivamente a las compras de servicios, porque las importaciones de bienes se mantuvieron en el mismo nivel que en el tercer trimestre de 2012.

Transportando resultados

El informe divulgado destaca que todos los sectores -salvo el de la construcción y el de la industria manufacturera- crecieron en el tercer trimestre. En particular, los que más contribuyeron a la generación de valor agregado fueron el servicio de transporte, impulsado por una mayor demanda de transporte de carga, motivada por el crecimiento de las exportaciones, el de almacenamiento y el de comunicaciones, producto de la expansión de los servicios de transmisión de datos y telefonía celular. Este sector agrupado creció a una tasa de 8,2%.

La industria se contrajo 0,9% en términos interanuales, explicado por el pobre desempeño de algunas ramas vinculadas al mercado externo, como la elaboración de jarabes y concentrados y la industria frigorífica. También disminuyó y en mayor medida que la industria, el valor agregado de la construcción (3%), producto de una contracción tanto del sector público como privado. El avance de obras en el puerto de Montevideo y la finalización de la planta desulfurizadora explicaron la caída del sector público. Aun así, el informe destaca que este desempeño contractivo “es contrarrestado parcialmente por el dinamismo que presentan las obras de instalación de fibra óptica”.

El sector agropecuario creció 3,2% como resultado de incrementos en la actividad agrícola, y en menor medida en la pecuaria. La producción de trigo, que se recuperó respecto de la zafra anterior cuando fue afectada por factores sanitarios e hídricos, explicó en este trimestre el comportamiento positivo del sector. Por su parte, la disminución pecuaria responde a una caída en la faena vacuna y en las exportaciones de ganado en pie, aunque el informe destaca la lechería, como subsector que amortiguó la caída.

El suministro de electricidad, gas y agua presentó un incremento en el valor agregado bruto de 18,6%. Por último, comercio, restaurantes y hoteles creció 1,9% debido al incremento del nivel de actividad de los servicios comerciales, donde incidió positivamente el aumento del comercio de productos importados, que “más que contrarrestó” la leve caída de las ventas al mercado interno de origen nacional.